Las energéticas aceleran para contraatacar a la CNMC dentro de plazo

Naturgy, Enagás, REE, Endesa e Iberdrola trabajan en sus recursos al recorte de retribuciones de la CNMC y se prevé que los presenten todas el 9 de agosto

José María Marín Quemada, ex presidente de la CNMC. ED

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Las grandes empresas eléctricas y gasísticas españolas trabajan a destajo para contraatacar a Competencia. El plazo para presentar sus alegaciones al recorte propuesto por la CNMC termina el 9 de agosto y van a apurarlo, pues el anuncio de hachazo no podía caer en peor momento: tras el cierre del semestre y a las puertas de las presentaciones de resultados de la primera mitad de año.

Naturgy, Enagás, Red Eléctrica (REE), Endesa, Iberdrola y EDP presentarán alegaciones el mismo 9 de agosto, según explican fuentes del sector. Todas, o prácticamente, el mismo día, y con los mismos argumentos. Las compañías ya dejaron clara su posición, individualmente y a través de Aelec, la patronal que agrupa a las grandes eléctricas, que se ha puesto a su disposición para ayudarlas a llevar a cabo su contraataque.

Las energéticas recibieron el documento de la CNMC, en el que propone un recorte de la retribución a la distribución de gas y electricidad de hasta el 21,8%, el pasado 5 de julio. Algunas de ellas ya respondieron ese mismo día, en sendos comunicados a la CNMV, de que estudiarían alegaciones. Es el caso de Naturgy, Enagás y REE, que lo comunicaron para calmar a los inversores, pues fueron las más afectadas en bolsa.

Aelec se erigió en la voz de las eléctricas. Esta patronal representa a Iberdrola, Endesa, EDP y Viesgo, además de Naturgy, y dejó claro que no iba a tolerar el recorte. Estas también trabajan en sus alegaciones, pese a que el tajo que les hará la nueva remuneración es más pequeño.

Enagás, REE y Naturgy son las más afectadas por le hachazo de la CNMC y ya anunciaron que recurrirían

Lo que Competencia propuso fue reducir lo que cobran las distribuidoras de electricidad y gas por el servicio del transporte. En estos mercados hay tres grandes actores: generadoras, distribuidoras y comercializadoras. Las segundas son las que transportan la energía desde la generación hasta los puntos de suministro. El objetivo del recorte es abaratar el precio de la luz y el gas en el mercado libre.

El hachazo no es lineal pero sí importante. Las gasísticas sufrirán más, aunque lo harán a partir de 2021. Lo que cobran, una tasa de entre el 10% y el 11%, se puede reducir hasta el 7%. Las dos grandes afectadas serán Enagás y Naturgy, ya que son las que dominan el mercado de la distribución de este carburante.

El recorte en las eléctricas es más reducido, a partir del 7%, aunque el cambio entrará en vigor en 2020. La tasa que cobran es del 6,5%. La medida afecta principalmente a REE, que se ocupa del transporte de la electricidad en toda España, aunque las grandes del sector también notarán el impacto por la parte de distribución. No obstante, el efecto en Iberdrola, Endesa y el resto de eléctricas es pequeño.

El contraataque de las eléctricas

Las compañías tienen ya definido el argumentario para pedir un recorte más reducido. Se basa principalmente en la rentabilidad del servicio, que debe ser la correcta para no asustar a los inversores y para asegurar que las empresas pueden acometer las inversiones necesarias para mantener y renovar las redes. No obstante, el hecho de estar en el mes de julio, en el que trabajan en el cierre de las cuentas del primer semestre para presentarlas a los analistas y la prensa, les dificulta la redacción del recurso.

Si el servicio de distribución y transporte no es suficientemente rentable, aseguran fuentes del sector, puede suponer que las inversiones en nuevas redes y en la modernización e incluso mantenimiento de las existentes se resienta. Esto puede ser un problema, especialmente en un momento de apuesta por las renovables, que pueden exigir más y mejores infraestructuras de transporte.

De hecho, Naturgy ya ha congelado, de forma temporal, las inversiones de Nedgia, su filial de redes de gas, ante la propuesta de la CNMC. Fue una medida de urgencia ante la incertidumbre que, aseguran, genera el texto de Competencia.

Por otro lado está la seguridad jurídica, clave para que los inversores apuesten por un país. El sector energético en España ha despertado el interés de inversores internacionales, como muestra las ventas del 50% de Redexis y del 20% de la red de Naturgy. Si la rentabilidad baja, los inversores pueden huir, pero si además perciben inseguridad jurídica, que se cambian las normas a mitad de partido, pueden no volver nunca más.

Las eléctricas y gasísticas tienen hasta el 9 de agosto para presentar alegaciones y luego será el gobierno el que debe tomar una decisión teniendo en cuenta el dictamen de Competencia y las opiniones de las empresas afectadas. Este mismo lunes, el presidente de la CNMC, José María Marín Quemada, admitió que el golpe a las energéticas puede ser menor al propuesto.

Xavier Alegret

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