Los daños colaterales de los incendios de Valencia dejan cortos los 20 millones calculados inicialmente

A los daños en la agricultura y ganadería hay que añadir la rehabilitación de los inmuebles afectados y el impacto que el fuego tendrá en el turismo rural de la zona

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Los agricultores calculan que el impacto económico de los incendios de Cortes de Pallás y Andilla será de 20 millones de euros como mínimo. Pero “esta estimación es muy moderada”, según confiesa el propio colectivo. Todavía faltan daños por cuantificar que engrosarán la cantidad, sobre todo si se compara con el último incendio de 2007 en Alcalatén, cuyas ayudas se cifraron en seis millones cuando la superficie apenas superaba las 5.000 hectáreas, la décima que parte que la superficie ahora devastada. “Solo la repoblación forestal tendría un coste superior a 120 millones”, detalla el presidente de la Asociaicón Valenciana de Agricultores (AVA), Cristóbal Aguado.

Los vecinos de los 20 municipios afectados han perdido, no sólo su cosecha, sino también el principal sustento y, en el peor de los casos, algunas de las propiedades. “Calculamos que en el municipio hasta 10 casas de campo se han podido ver afectadas. Además, tenemos un almacén de 1.000 metros cuadrados que ha quedado calzinado”, explica el alcalde de Cortes de Pallás, Alberto Sáez.

La actividad comercial, en ‘stand by’ durante días

“Hemos estado una semana con el acceso principal cortado, lo que ha frenado prácticamente toda la actividad de los comercios y de los municipios en general”, señala Sáez.

Desde la patronal de comercio valenciano, Covaco, aseguran que los comerciantes están calculando los daños y que el fuego ha afectado, sobre todo, a las zonas donde el turismo rural estaba creciendo o ya era uno de las principales fuentes de ingresos. “A nivel local no se notarán mucho porque los vecinos han seguido haciendo sus compras diarias pero sí afectará a la llegada de visitantes y por consiguiente a los hoteles y restaurantes que se beneficiaban de ello”.

En la misma línea, el alcalde de la localidad de Alcublas, Manuel Civera, insite en que “el incendio ha coincidido con el inicio de las vacaciones de julio y la llegado de muchas familias que vienen a pasar el verano aquí”. Este municipio de 800 habitantes incluso triplica su población en agosto y sus dos pricipales fuentes económicas son la agricultura y el turismo. “Tenemos el mejor aceite de la provincia de Valencia y ahora se han quemado casi todos nuestros olivos”.

Denuncias y quejas por los recortes

Asimismo, al Gobierno valenciano le costarán los incendios mucho más que las ayudas económicas que se determinen. Su política de recortes ha dificultado la prevención y detención del fuego, según han señalado las brigadas forestales, lo que podría llevarle a aumentar las partidas presupuestarias que destina la Generalitat en este sentido.

Los sindicatos de la compañía pública Tragsa, dedicada a la conservación de los bosques y reservas de la Comunitat, denuncian que las Brigadas de Emergencia han reducido su presupuesto de 27 a nueve millones y han contado con un personal insuficiente para el mayor incendio en la última década. «Hubiéramos necesitado los 800 trabajadores de 2010 como mínimo”, se lamenta el portavoz de Comisiones Obreras, Juan Miralles

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