Molins planea usar 20.000 toneladas de neumáticos como combustible

El grupo cementero participa en una empresa de Manresa dedicada a la recogida y trituración de cubiertas para su uso industrial

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«Seseña no tiene ningún sentido», asegura Manel Guillén, director industrial de Cementos Molins, sobre el vertedero de neumáticos que estuvo veinte días ardiendo. Molins propone una solución para acabar con este tipo de vertederos. Después de aplicar la célebre regla de las tres erres ­–reducir, reutilizar y reciclar­­–, todavía queda una alternativa antes de abandonar los neumáticos usados en el vertedero: su valorización energética, para utilizarlos como combustible en los hornos de las fábricas de cemento.  

Cementos Molins inició el año pasado la valorización de neumáticos en su fábrica de Sant Vicenç dels Horts (Barcelona). La Generalitat concedió una autorización para utilizar 5.000 toneladas anuales como combustible, que la empresa solicita ampliar a 20.000 toneladas. La administración catalana tomará una decisión al respecto el próximo septiembre, después de resolver las alegaciones de los ayuntamientos de la zona y de las asociaciones vecinales.

Otras cementeras españolas utilizan neumáticos usados, una práctica generalizada en Europa, pero Molins es la única que lo está haciendo en Cataluña. Manel Guillén precisa que están consumiendo mucho menos de las 5.000 toneladas anuales autorizadas porque no utilizan neumáticos enteros o troceados, sólo triturados, y eso requiere un proceso industrial previo. Para hacer viable técnica y económicamente su uso como combustible, se requiere una cantidad mayor.

Los residuos substituyen a los combustibles fósiles

Los neumáticos tienen un alto contenido de biomasa. Su poder calórico es similar al del coque de petróleo, el combustible fósil más utilizado en los hornos de las fábricas de cemento. Manel Guillén subraya que substituyen parte de un combustible (el coque de petróleo) por residuos que contienen biomasa (los neumáticos) sin que varíen las emisiones ambientales. Niega de forma tajante que su uso genere más contaminación: «la substitución de un combustible por otro no cambia lo que sale por las chimeneas».

Las cementeras españolas están a la cola de Europa por lo que se refiere a la utilización de residuos en sus hornos. Según datos del sector, en Holanda, el 86% del combustible utilizado son residuos; en Alemania, se supera el 50% y, en España, se está alrededor del 30%. En las fábricas catalanas tan sólo es del 24%. Los residuos que más utilizan son los lodos de depuradora, maderas y restos vegetales, papel, plásticos y aceites.

Respecto a los neumáticos, Manel Guillén recalca que las fábricas de cemento tan sólo utilizan como combustible el excedente, el que acabaría en vertederos. Los neumáticos usados tienen multitud de usos –como componente para asfaltos, en pavimentos de parques infantiles, rellenos de campos de fútbol artificiales, etc.– pero la industria no puede absorber todo el volumen que se genera y el excedente acaba en el vertedero.

Molins entra en el accionariado de un gestor de neumáticos usados

Cementos Molins se asoció hace unos meses a dos empresas del sector del neumático usado para crear Graulated Rubber Project SL (GRP), con sede en Manresa, precisamente en el parque industrial que ocupó la antigua fábrica de Pirelli. GRP se dedica a la recogida y trituración de las cubiertas para su valorización, no sólo energética, como combustible en cementeras, sino material para las utilidades que le pueda dar la industria.

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