La gran empresa marca las líneas rojas a Sánchez

Desde el Santander a Inditex, pasando por medio IBEX, piden al Gobierno que prorrogue los ERTE y mantenga la seguridad jurídica

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La gran empresa ha salido al escenario. La CEOE ha puesto el teatro y todas las grandes compañías han pisado o pisarán la tarima, siempre con primeros actores. La cumbre Empresas españolas liderando el futuro arrancó este lunes con los presidentes de Inditex, el Santander, Iberdrola y Mercadona entre otros gigantes, con la voluntad de aportar su grano de arena a la recuperación económica tras la crisis del coronavirus pero también con una lista de exigencias y preocupaciones para el Gobierno.

A Pedro Sánchez la cumbre organizada por la principal patronal española le ha cogido con el pie cambiado. Más preocupado por la salida del estado de alarma en menos de una semana y, a nivel empresarial, por el turismo –aunque el mismo lunes anunció un plan para el automóvil–, se ha encontrado como los Pablo Isla, Ana Botín, Antoni Brufau, Carlos Torres, Juan Roig y compañía le han marcado las líneas rojas.

Los empresarios tienen claro lo que quieren del Gobierno y se lo van a dejar claro día tras día. Más allá de las particularidades de cada sector, el tejido productivo pide que se potencien medidas de flexibilidad laboral, especialmente los ERTE, por lo que no quiere oír ni hablar de revertir la reforma laboral, que se controle el gasto público, que no se suban los impuestos y en definitiva que se mantenga la seguridad jurídica.

Más ERTE

Los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) por fuerza mayor han sido la tabla de salvación de las empresas durante el parón por la pandemia de Covid-19. Así lo reconocen, por lo que, pese a las discrepancias respecto a las formas y los tiempos con la Ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, es una medida del Gobierno de PSOE y Unidas Podemos que celebran. Lo que no quieren es que termine.

“Los ERTE nos han salvado de un colapso social”, aseguró Ana Botín, presidenta de Banco Santander. Francisco Reynés (Naturgy), subrayó la importancia de estos “mecanismos de flexibilidad para adaptar las necesidades de las compañías, a veces estacionales, al momento que vivimos”. Por ello, “en el corto plazo es importantísimo no retirar antes de tiempo las medidas que están ayudando a no destruir el tejido empresarial”, dijo Pablo Isla (Inditex) en referencia tanto a los ERTE como a los créditos ICO.

Pablo Isla, presidente de Inditex, en la sesión inaugural de la cumbre de CEOE. EFE

Pablo Isla, presidente de Inditex, en la sesión inaugural de la cumbre de CEOE. EFE

Conservar la reforma laboral

En la línea de una mayor flexibilidad, que al fin y al cabo es lo que han supuesto los ERTE de fuerza mayor, las empresas advierten que no quieren más rigideces ni una reversión del camino hacia esa flexibilidad. Ignacio Sánchez Galán (Iberdrola) y Antoni Brufau (Repsol) destacaron la necesidad de concentrarse en crear empleo cuanto antes y abandonar medidas más ideológicas.

Como con los ERTE, quién más claro habló fue el presidente de Inditex: “Hay que huir de dogmatismos e ideas preconcebidas. No hay que revertir reformas eficaces. No hay que introducir rigideces que empeoren el mercado de trabajo”. El de Naturgy también incidió en que “para trabajar, lo primero que se necesita es estabilidad: una normativa estable”.

Seguridad jurídica

La seguridad jurídica es uno de los mantras de las empresas. Asegurar que las reglas del juego no cambian y las leyes son favorables a la actividad económica es el mayor catalizador de inversiones, tanto nacionales como internacionales.

Juan Roig (Mercadona) la puso en su lista de reclamaciones en la sesión inaugural de la cumbre y lo argumentó por la importancia de que se asegure la actividad productiva y que haya dinero para ejercerla, de manera que saldrá ganando toda la sociedad: “Si hay empresas, hay empleo, y si hay empleo, hay riqueza, y si sabemos gestionar la riqueza, habrá mucho bienestar”.

Josep Oliu (Banc Sabadell): «Necesitamos es un marco de actuación estable y previsible a todos los niveles»

Entre los banqueros españoles, José Ignacio Goirigolzarri (Bankia) fue el más claro a la hora de pedir seguridad jurídica; y es que precisamente la entidad que preside está a menudo bajo los rumores de ser convertida en banca pública, algo que Podemos y Pablo Iglesias han insinuado pero que la vicepresidenta económica del Gobierno, Nadia Calviño, siempre ha desmentido.

Josep Oliu (Banc Sabadell) añadió que anunciar los planes de salida de la crisis e inversiones ayudaría a generar certidumbre y, por tanto, a atraer inversión. «Lo que hoy más necesitamos es un marco de actuación estable y previsible a todos los niveles», explicó.

Menos impuestos

Cuando los empresarios hablan de seguridad o inseguridad jurídica, a menudo terminan hablando de bajar o subir impuestos. Es un habitual que pidan no pagar más gravámenes, o pedir menos vía exenciones, pero más en una situación de crisis y necesidad de que las empresas recuperen el músculo perdido.

«Urge reactivar la economia española. Necesitamos certidumbre fiscal y regulatoria», dijo Carlos Torres (BBVA), aunando certidumbre con no tocar impuestos. Sus colegas banqueros, como Jordi Gual (Caixabank), coincidieron en la importancia de no subir la factura fiscal y, en concreto, en que se huya del impuesto a las transacciones financieras –la llamada tasa Tobin–, que frenaría la entrada de dinero.

Francisco Reynés (Naturgy): «Tenemos que asegurar que somos un país jurídicamente fiable”

El resto de sectores, aunque no tengan más gravámenes a la vista, coincidieron con el financiero. “Tenemos que asegurar que somos un país jurídicamente fiable”, dijo Reynés, con una “fiscalidad atractiva”. Isla remarcó que “es fundamental generar certidumbre y seguridad jurídica a inversores nacionales e internacionales, es clave para generar inversiones a largo plazo y crear empleo”.

Atajar el déficit

Mientras piden que se prorroguen medidas como los ERTE, que cuestan miles de millones al mes, y más inversiones –en ayudas al crecimiento e internacionalización de las empresas, a la transición energética, a la industria y al turismo, por poner solo algunos ejemplos que salieron en la primera jornada de la cumbre de CEOE–, los empresarios reclaman a la vez al Gobierno que no gaste.

El incremento del déficit, ya elevado cuando llegó la pandemia a España, por la crisis del coronavirus preocupa a los altos directivos. Y es que tener un país en recesión y con un desequilibrio presupuestario muy alto no ayuda a las empresas, ni a nivel de financiación ni en bolsa ni a su negocio en el mercado interno. Por ello suelen incidir en pedir que se controle el gasto.

El presidente de la mayor cotizada de España fue, también en este apartado, el más duro. Para empezar, dejó claro que si el país llegaba peor que sus vecinos a la crisis era por el alto déficit acumulado, y luego avisó al Gobierno: “Un país, como una familia, no puede vivir de lo que no tiene. Tenemos que gastar lo mismo que ingresamos”.

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