Seat se lanza a por los jóvenes chinos

El fabricante español abre ocho concesionarios en el país y empieza a comercializar sus dos modelos deportivos, el León y el Ibiza. Prevén vender 4.000 vehículos este año

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Fabricado en España y vendido en China. Un año después del anuncio realizado por el presidente de Seat, el británico James Muir, el grupo ha inaugurado esta semana los ocho primeros concesionarios en el gigante asiático. Y lo ha hecho con los dos modelos más deportivos de su cartera: el León y el Ibiza, que se empezará a comercializar en el segundo semestre. La diana está clara: el fabricante español se quiere convertir en la marca de moda entre los jóvenes chinos.

Importan los vehículos de la factoría de Martorell (Barcelona) y, para venderlos, enseñan la bandera del grupo automovilístico del que forman parte, Volkswagen (VW). La multinacional alemana puso el primer pie en Shangai en 1985, por lo que la pista de aterrizaje (teóricamente) está libre de obstáculos. “Me gustan las formas juveniles del coche y, al pertenecer al Grupo Volkswagen, ofrece garantías de calidad”, afirmaba el primer comprador de un Seat en China, Young Feng (25 años) en Zhengzhou.

Calidad, diseño y precio

El precio de comercialización de los vehículos será parecido al de España, sólo se le añaden los aranceles, explican desde la compañía. Por lo que el modelo más económico, el Ibiza Reference, se podrá adquirir por unos 12.600 euros aproximadamente. Un coste por encima de las marcas locales pero que, tal como comentaba Feng, se paga par tener “garantías de calidad”. El crash-test del todoterreno Landwind aún lastra la imagen de los fabricantes chinos.

Y Seat recurre a estos elementos. El mismo Muir definía en pocas palabras los atributos que la compañía ha puesto en su mochila para emprender el viaje: “Vehículos deportivos de gran calidad que se caracterizan por un lenguaje de diseño inconfundible”.

Reúnen todas las características de VW pero son más asequibles. Además, se presenta en el país replanteando los concesionarios. Son más espaciosos, luminosos y ofrecen al cliente “una oferta sensorial”, comentan los portavoces del grupo. Esto va desde el desarrollo de una fragancia propia para el establecimiento (que no se comercializará) hasta una música característica. Los comerciales de Seat en China no llevarán traje, el personal de la casa les ha diseñado un uniforme a la par con el concepto Enjoyneering. La imagen de marca que intentan vender: diseño, ingeniería y juventud.

Mercado en expansión

“Ya estamos aquí”, afirmó el vicepresidente de ventas y márketing de Seat, Paul Sevin, en la inauguración del primer concesionario. Actualmente, China es el mayor mercado automovilístico del mundo y la penetración de vehículos es muy baja, hay unos tres coches por cada cien habitantes. Por lo que hay campo para recorrer.

VW ha realizado un análisis del mercado en el que se establece que la desaceleración del ritmo de crecimiento de la economía china se relajará a lo largo del año. De hecho, esperan que este 2012 se recupere las cifras de incremento del PIB de casi dos dígitos. En 2011 cayó desde el 9,7% al 8,9%, unas cifras irrepetibles en el Viejo Continente. Y mientras la economía crece, los chinos compran coches.

Ventas conservadoras

Por el momento, el grupo automovilístico español hace una previsión de ventas muy conservadora. En los primeros seis meses que estarán en China (y comercializando sólo dos vehículos) esperan vender entre 3.500 y 4.000 coches. A principios de 2013, también comercializarán el Alhambra, un monovolumen con el que también esperan llegar al público familiar.

Para entrar por la puerta grande, la semana pasada Seat presentó en la feria del automóvil de Pekín el nuevo modelo Ibiza Cupra Concept. Se empezará a vender en España en el último trimestre.

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