La apuesta inmobiliaria de Sergio Ramos toma impulso con dos millones en ingresos
La inmobiliaria participada por el exfutbolista y Eroski registra por primera vez ingresos, con 2,1 millones obtenidos por la venta de suelo en el desarrollo de Los Berrocales
Sergio Ramos se dedica al mundo de la inversión inmobiliaria
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La sociedad Desarrollos Inmobiliarios Los Berrocales (DILB), controlada por Sergio Ramos a través de su firma Sermos 32 y la cadena de supermercados Eroski, ha dado un importante paso en su largo camino hacia la rentabilidad: por primera vez desde su fundación registra ingresos, con un ingreso de 2,1 millones de euros.
Cómo se ha llegado hasta aquí
En diciembre de 2025, DILB presentó sus cuentas correspondientes al ejercicio terminado en enero de 2025, revelando que la venta de unos terrenos en el desarrollo urbanístico del barrio Los Berrocales, al sureste de Madrid, le ha permitido ingresar 2,1 millones de euros, según avanzaba Cinco Días. Estos terrenos, de uso comercial y terciario, tal y como avanzaba el rotativo económico, fueron traspasados a la junta de compensación del barrio como parte del proceso de urbanización, en una operación que marca la primera cifra de negocios real para la compañía desde su creación en 2011.
Gracias a esta operación, DILB registra una ganancia neta de 281.000 euros, un hito tras años de vaivenes económicos. El Español recogía que, el valor de los suelos que la inmobiliaria seguía manteniendo, se han revalorizado desde los 12,9 millones a 14 millones de euros, señal de que el desarrollo urbanístico de Los Berrocales va intensificándose.
El contexto de esta apuesta inmobiliaria
La implicación de Sergio Ramos en DILB, tal y como apuntaba El Confidencial, se remonta a 2011, cuando, a través de Sermos 32, adquirió el 51% de la sociedad al grupo inicial, con el objetivo de posicionarse en uno de los desarrollos residenciales más ambiciosos de la capital.
Con el tiempo, su participación se redujo. Tras la reestructuración de la compañía en 2020, Eroski, mediante su filial Cecosa Hipermercados, se convirtió en el accionista mayoritario, controlando aproximadamente el 60 % del capital, mientras que Ramos pasó a poseer un 39,2 %. El restante 0,78 % está en manos de su padre, una infornación que desvelaba Europa Press.
La historia de DILB ha estado marcada por fuertes dificultades. En 2019, la inmobiliaria sufrió unas pérdidas de 19,1 millones de euros debido a la caída en el valor del suelo, lo que la llevó a entrar en patrimonio negativo. Según El Confidencial, para evitar esa quiebra, sus socios acometieron una operación financiera de rescate con la que salieron adelante. Parte de esa deuda se saldó vendiendo terrenos a fondos como Blackstone tal y cono indicaba el rotativo digital.
Durante años, DILB no había generado ingresos relevantes. Según Cinco Días, el desarrollo urbanístico permanecía paralizado, a la espera de permisos, reparcelaciones y complejos trámites administrativos.
¿Qué ha cambiado ahora?
El avance efectivo de las obras en Los Berrocales ha dado un giro a la situación. En 2023 se completó la reparcelación y se inscribieron los solares en el registro de la propiedad, lo que permitió poner en marcha la venta de parcelas. Según Cinco Días, tras la subasta organizada por la junta de compensación, DILB traspasó parte de sus terrenos comerciales como contraprestación por los costes de urbanización. Esa operación ha desembocado en los conocidos ingresos de 2,1 millones de euros.
Además, la revalorización del suelo sugiere que las expectativas sobre Los Berrocales se mantienen al alza. El nuevo valor registrado demuestra que esta zona, donde se espera construir unas 22.000 viviendas, está cobrando impulso de forma real.
Una apuesta a largo plazo
Pese a este avance, la inversión de Sergio Ramos no deja de ser una apuesta de largo recorrido tal y como destacaba Europa Press. Como se recordaba, la entrada en pérdidas en 2019 y la posterior venta forzada de parte del suelo a Blackstone ilustran lo arriesgado del proyecto.
Aunque hoy la compañía registra beneficios, buena parte de sus terrenos aún no se han vendido. Según fuentes internas, DILB planea seguir vendiendo solares conforme avance la urbanización, en un contexto en el que el metro cuadrado de edificabilidad alcanza unos 1.300 euros segçun los cálculos estimados por El Confidencial.
Además, el futuro del proyecto urbanístico depende de múltiples factores: la evolución del mercado inmobiliario, la demanda real de viviendas en Madrid, así como los plazos de construcción, y la capacidad de atraer inversores o promotoras dispuestas a edificar. Por eso, aunque la operación reciente supone un alivio económico y una señal de viabilidad, la recuperación total de la inversión de Ramos aún podría tardar.
Las implicaciones para Sergio Ramos y su legado empresarial
Para Sergio Ramos, este ingreso de 2,1 millones supone un primer éxito tangible tras más de una década en una aventura inmobiliaria que muchos consideraban arriesgada. A través de Sermos 32, demuestra que su apuesta por el ladrillo no era solo una diversificación de activos, sino una inversión a largo plazo, con capacidad para resistir crisis, reestructuraciones y turbulencias.
Al mismo tiempo, comparte la propiedad con Eroski, que desde la reestructuración tiene mayoría de participación, según El País. Esto implica que, pese al hito, el control real sobre la empresa sigue estando en manos del socio comercial, lo que modula la magnitud del éxito personal del exfutbolista.
Sin embargo, este resultado puede servir como punto de inflexión. La revalorización del suelo, el avance urbanístico real de Los Berrocales y la primera venta de terrenos comercializables podrían abrir la puerta a nuevas ventas, beneficios y, en última instancia, a recuperar parte del esfuerzo invertido según indicaba El País. Tras años de espera, incertidumbre y pérdidas, la inmobiliaria de Sergio Ramos marca por fin resultados positivos. Queda por ver si este despegue es el preludio de una consolidación, o simplemente un alivio puntual mientras el desarrollo urbanístico de Los Berrocales sigue su lento camino hacia la realidad.
