Las aseguradoras de Muface viven su mejor año: crecen un 18% de facturación

Muface impulsa la facturación de las aseguradoras mientras crecen los retos del modelo de asistencia a funcionarios

Muface y las aseguradoras: un aumento histórico de facturación frente a los desafíos del sistema

Muface y las aseguradoras: un aumento histórico de facturación frente a los desafíos del sistema

Muface -Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado- se ha convertido en un auténtico motor de crecimiento para algunas aseguradoras privadas. Según datos recientes de ICEA, las compañías que prestan asistencia sanitaria a los mutualistas de Muface han experimentado un aumento en sus ingresos de hasta el 18 % hasta el pasado septiembre de 2025. 

El auge tras el acuerdo

El principal motivo de este fuerte incremento se atribuye al nuevo concierto firmado entre Muface y las entidades aseguradoras. En comparación con acuerdos anteriores, la prima que Muface paga a estas compañías es mucho más elevada, lo que ya se está traduciendo en un volumen de negocio notablemente mayor para las aseguradoras que participan.

Dos de las principales beneficiarias son Asisa y SegurCaixa Adeslas. Hasta septiembre de este año, Asisa ha visto crecer su facturación un 20,31 %, alcanzando ingresos de 1 361 millones de euros. Por su parte, Adeslas suma unos ingresos de 2 985 millones, con un aumento del 15,09 % con respecto al mismo periodo del año anterior.

Este incremento de primas no surge de la nada: forma parte de la renegociación del convenio para los años 2025‑2027 entre Muface y las aseguradoras privadas. El Estado ha elevado significativamente la dotación económica para atender a los mutualistas, precisamente para evitar que las compañías abandonen el modelo por pérdidas.

De hecho, aunque históricamente algunas aseguradoras denunciaban que el coste real de atender a los mutualistas superaba con creces lo que Muface les abonaba, con este nuevo acuerdo se ha dado un paso adelante.

Tensiones internas y desafíos

Sin embargo, este repunte de facturación también refleja un modelo con desafíos estructurales. Fuentes del sector señalan que la nueva prima más alta ya está impactando, pero que no se trata solo de un pico puntual: también responde al crecimiento natural del ramo de salud privada, que ha tenido una evolución positiva en los últimos años.

Además, el número de mutualistas (funcionarios que optan por Muface) está disminuyendo: según el mismo informe, la cifra de mutualistas atendidos por la privada ha bajado un 2,54 %, mientras que el seguro de salud privado “común” (fuera de Muface) ha aumentado en un 4,15 %

Este dato es especialmente relevante porque pone en evidencia una contradicción: aunque Muface paga más a las aseguradoras, parte de sus mutualistas decide salirse del sistema privado. Esto puede tener implicaciones a largo plazo sobre la sostenibilidad del modelo.

Muface y las aseguradoras: un aumento histórico de facturación frente a los desafíos del sistema
Muface y las aseguradoras: un aumento histórico de facturación frente a los desafíos del sistema

Muface y su modelo de asistencia

La situación ha generado un debate más amplio. El Ministerio de Sanidad incluso ha valorado que sería “viable y razonable” que todos los mutualistas pasaran a la sanidad pública si el modelo de Muface dejara de sostenerse bajo estas condiciones.

Al mismo tiempo, las aseguradoras confirman que si se rompe el acuerdo, perderían un volumen importante de facturación y plantean que la transición podría afectar también a sus centros sanitarios concertados con Muface.

No es una postura unánime: hay voces en el sector privado que advierten del riesgo de que los ingresos no se traduzcan en mejoras reales para los médicos o los centros, e incluso se plantean tensiones contractuales para que parte del aumento de primas se traslade a las tarifas a los proveedores sanitarios. 

El devenir de los mutualistas

Para los funcionarios y sus beneficiarios, la subida de la prima podría traducirse en mejores condiciones en el futuro, si las aseguradoras usan parte de ese dinero para mejorar la atención. Sin embargo, el hecho de que algunos mutualistas decidan abandonar la sanidad privada de Muface sugiere una falta de satisfacción o una apuesta por la sanidad pública.

Además, la renegociación y la incertidumbre han despertado debates políticos: algunos defienden que el dinero público destinado a Muface podría redirigirse al sistema público de salud, reforzando la asistencia pública. Otros, por el contrario, subrayan que si las aseguradoras privadas se iban, muchas clínicas y servicios concertados podrían perder capacidad, con el consiguiente impacto asistencial.

Muface avanza con pies de plomo

Muface se encuentra en un momento decisivo. El nuevo convenio ha permitido un importante impulso económico para las aseguradoras, con facturación al alza, pero también ha generado tensiones estructurales que podrían poner en riesgo la sostenibilidad del modelo si no se gestionan con cuidado. El crecimiento de las primas no garantiza por sí solo mejoras para todos los actores implicados: mutualistas, aseguradoras y centros médicos privados.

El futuro del sistema Muface dependerá de cómo se repartan los costes y los beneficios del aumento presupuestario: si será una oportunidad para fortalecer la calidad asistencial o si, por el contrario, derivará en una situación insostenible para unos u otros.

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