Un error de cálculo de los clientes que deben pagar la ‘excepción ibérica’ dispara el precio de la luz

El cambio de clientes de una compañía a otra debería actualizarse de manera recurrente para que el cálculo del tope del gas sea efectivo

La ministra Teresa Ribera

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El precio de la luz en España se mantiene en valores anormalmente altos -por encima de los 200 €/MWh-. Y todo ello pese a la utilización de la ‘excepción ibérica’, que se aplica al mercado mayorista desde el pasado mes de junio, y cuya finalidad era rebajar la factura de la luz mediante un tope al gas que entre en el sistema marginalista. Finalmente, lo único que se ha conseguido es una amortiguación del impacto, puesto que los precios se mantienen elevados. Gran parte de ese problema se debe, en parte, al cálculo de la compensación que se debe pagar a las empresas. 

El primer planteamiento de la compensación económica era que la debían abonar los clientes del mercado regulado (PVPC), que representan poco más del 40%, y más adelante se sumarían a este abono el resto de clientes del mercado libre -hasta que todo el sistema eléctrico lo abonase-. De esta manera, poco a poco la compensación sería menor

Pero estos planes se han ido al traste, algo que está impactando de manera directa en los precios. En primer lugar, por el aumento del precio del gas en el mercado mayorista, pero también porque dicho cálculo, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL, no se estaría actualizando de manera correcta y, de esta forma, todavía no están pagando la compensación el número real de abonados que a estas alturas debería pagarlo

Las cifras globales por tipología de clientes -y contratos- están en manos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), y el Ministerio para la Transición Ecológica también tienen constancia de ellos. Eso permitió establecer un calendario día a día de cómo tendría que actualizarse la energía exenta (la que no paga) y la que paga, y por tanto esto debería verse reflejado. 

Sin embargo, los cambios que se han producido en los últimos meses todavía no están reflejados dado que no estaba previsto es que esto se fuera actualizando; por ejemplo, si un cliente cambia de comercializadora o modifica su contrato. 

Lo que sí se conoce, en cambio, es que algunos clientes del mercado libre -los que se mantienen en su misma compañía- sí están pagando ya la compensación de la ‘excepción ibérica’. Este verano ha sido noticia porque muchos usuarios empezaron a recibir en su factura este concepto. Por el contrario, lo que no está del todo claro es que dichos abonados -los que cambian de empresa- se hayan introducido en los cálculos para conocer la compensación que se debe pagar. 

Esta situación, además, beneficia a las grandes compañías eléctricas, puesto que con dicho cambio de compañía tendrían un hueco de un cliente exento, y ellos no tendrían que provisionar el pago de la compensación. 

Una ‘excepción’ poco exitosa 

La aplicación de la ‘excepción ibérica’ en su conjunto está en entredicho. Es cierto que ha conseguido amortiguar los precios mayoristas de la electricidad, pero cada vez más voces cuestionan que, en su conjunto, sea una medida con grandes beneficios. 

Desde el centro de estudios de CaixaBank argumentan esta misma semana que «a pesar de que el mecanismo está consiguiendo contener la escalada de precios de la electricidad, está generando externalidades negativas que empujan a que el mercado ibérico genere más energía a partir del gas y de manera más ineficiente«.

En concreto, desde la división de análisis de la entidad bancaria aseguran que «el mecanismo ha expulsado del mercado a buena parte de las centrales de cogeneración. Estas centrales, más eficientes que los ciclos combinados, también generan energía a partir de gas natural, por lo que sus costes de producción se han incrementado apreciablemente».

Por otro lado, explica que «las exportaciones de electricidad a Francia están repuntando significativamente. El diferencial de precios entre uno y otro mercado ha llevado a que las exportaciones a Francia estén siendo las máximas que permite la interconexión entre ambos países día tras día. Desde el inicio del tope del gas, las exportaciones netas a Francia han supuesto el 4% de la energía total producida en España, mientras que entre el 1 de enero y el 14 de junio, antes del tope del gas, apenas supusieron un 0,3% del total».

En conclusión, la medida está consiguiendo su objetivo: amortiguar la escalada de los precios de la electricidad. No obstante, las externalidades del sistema están conllevando, entre otros efectos, que se genere más energía a partir de ciclos combinados (que usan gas), al tratarse de un tipo de generación más flexible que la nuclear y las renovables. Así, es probable que la necesidad de compensar la menor generación eléctrica por parte de centrales de cogeneración y la mayor demanda francesa hayan sido satisfechas por centrales de ciclo combinado. 

Raúl Masa

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