Preguntas sin respuestas dos semanas después del apagón

La ministra para la Transición Ecológica, Sara Aagesen, comparece el miércoles en el Congreso

La presidenta de Redeia (Red Eléctrica), Beatriz Corredor

La presidenta de Redeia (Red Eléctrica), Beatriz Corredor

El pasado 28 de abril un fallo en el sistema eléctrico dejó sin luz a toda la península Ibérica. Desde entonces, se han producido debates políticos sobre la energía nuclear, el gas y las renovables, una comisión de investigación que se dilata en el tiempo y sigue sin descartarse la hipótesis del ciberataque por parte del Gobierno. Pero, dos semanas después, son más los interrogantes que las respuestas sobre las causas que provocaron el incidente que Red Eléctrica no ha esclarecido todavía.

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, presidió el pasado jueves la cuarta reunión del comité que analiza las causas del apagón. Una reunión que se produjo en la sede de Iberdrola y a la que acudió como invitado el CEO de la compañía, Mario Ruiz-Tagle.

Los grupos de trabajo han continuado su labor durante el fin de semana y este lunes está previsto que se celebre una nueva reunión de la comisión de investigación. No obstante, habrá que esperar todavía para saber el resultado final de las pesquisas, tal y como aseguró la ministra del ramo.

Durante una intervención en el Congreso la semana pasada Aagesen aseguró que una investigación de este tipo, cuyo resultado debe entregar a la Comisión Europea, puede demorarse entre tres y seis meses. Si bien la intención es que se culmine antes de los tres meses.

En cualquier caso, lo que se sabe hasta ahora es escaso. Desde Red Eléctrica, el operador del sistema, informaron el día siguiente al apagón de dos oscilaciones de un segundo y medio cada una a las 12:33 horas del lunes 28 de abril en el suroeste de España.

La ministra de Transición Ecológica, confirmó posteriormente que se había producido una tercera perturbación 19 segundos antes del incidente que provocaría más tarde la caída de 15 gigavatios (GW) de manera súbita, que supone aproximadamente el 60% de la demanda del país.

Aagesen comparecerá el miércoles en el Pleno del Congreso para rendir cuentas sobre el incidente, día en el que se producirán también las primeras votaciones sobre el suceso en la Cámara Baja.

Red Eléctrica, Gobierno, renovables, nuclear… ¿Quién tiene la culpa del apagón?

Más allá de estos hechos, una de las preguntas más repetidas en los últimos días ha sido ¿de quién fue la culpa? Buena parte de las miradas han apuntado al operador del sistema, Red Eléctrica, así como a su principal responsable, Beatriz Corredor, presidenta de la matriz Redeia.

Corredor estuvo 48 horas sin pronunciarse sobre el tema, eludiendo las ruedas de prensa explicativas de Red Eléctrica y apareciendo más tarde en entrevistas concretas en diferentes medios de comunicación como RTVE o la Cadena Ser.

Hasta ahora, ni desde la empresa ni desde el Gobierno se han tomado decisiones para depurar responsabilidades y se han cerrado filas para defender la actuación que se realizó frente a la crisis.

Algunos expertos energéticos tienen la hipótesis de que fueron decisiones ideológicas y no técnicas las que llevaron al colapso del sistema. Según los argumentos escudriñados, la empresa controlada en un 20% por el Estado arriesgó en el mix energético con demasiada tecnología no firme (solar y eólica) y muy poca firme (ciclos combinados e hidráulica).

Una combinación a la que se añadió las paradas de actividad de tres centrales nucleares, una por motivos técnicos (recarga de combustible) y las otras dos por razones de mercado (operar a precios cero o negativos en el mercado hace perder dinero a las propietarias). En cualquier caso, paradas todas ellas autorizadas por Red Eléctrica.

De este modo, el debate se trasladó también a la energía nuclear. Algunas voces apuntan a que con un mayor porcentaje de nuclear en el mix (tecnología síncrona igual que el ciclo combinado), puede que el apagón no se hubiera producido. Otras opiniones ponen el foco en las propietarias de las centrales (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP)

El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, aseguró en sede Parlamentaria que las centrales nucleares más que ayudar durante el apagón habían sido un lastre al tener que usar energía del sistema para volver operar.

Lo cierto es que las centrales utilizaron motores diésel de emergencia en las horas posteriores al apagón, si bien tras desactivar el plan de emergencia volvieron a la normalidad gracias a la alimentación eléctrica exterior, es decir, del sistema.

Sin embargo, desde Foro Nuclear aseguraron que la potencia requerida por cada unidad no fue tanta como para ser considerada una «rémora» para el sistema.

Mientras el debate nuclear se ha ido desviando de nuevo hacia el calendario de cierre de centrales y la elevada carga fiscal que soportan para operar de forma competitiva, se han abierto otros sobre el almacenamiento energético.

Los retrasos en el desarrollo de este tipo de tecnología, a través de baterías y, especialmente por centrales de bombeo hidráulico, son también uno de los frentes abiertos que tiene el Gobierno y su Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC).

El almacenamiento se considera clave retener los excedentes de energías renovables y poder usarlas así en los momentos del año en que estas no generan tanta oferta. Clave también para suplir los 20 GW de capacidad que aporta al año la energía nuclear en caso de que se siga con el plan de cierre.

Impacto económico del apagón

Otra de las cuestiones es el impacto económico que produjo el apagón para el país. Según los análisis las cifras varían considerablemente, aunque en cualquier caso la cantidad es llamativa.

CaixaBank Research estima que el apagón costó a la economía española 400 millones de euros, en torno a una décima del producto interior bruto (PIB) trimestral. No obstante, asegura que la caída del consumo del día 28 de abril se vio compensada por un efecto rebote en los días siguientes que redujo a la mitad el shock.

Otros análisis indican que el apagón tiene un coste del 0,5% sobre el PIB trimestral, cifra que aproximadamente rondará los 2.000 millones de euros. Se trata de una primera estimación realizada por los analistas de Bloomberg Economics a la que tuvo acceso finanzas.com.

Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística cifran el PIB del primer trimestre en 411.366 millones de euros, pero obviamente, todavía no recogen el impacto en la las empresas y la actividad económica de la falta de suministro eléctrico, que rondará los 2.000 millones de euros por un solo día de inactividad, según este análisis.

En cualquier caso, habrá que esperar hasta que se esclarezcan los hechos que provocaron el apagón para ver si el impacto económico que ha sufrido el país se podría haber evitado y si puede volver a repetirse.

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