El cierre de los mercados a la deuda autonómica encarece la financiación de la Generalitat

El Govern paga casi lo mismo por la segunda emisión de 'bonos patrióticos', aunque tienen peor calificación

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La Generalitat inicia una campaña publicitaria de gran envergadura para colocar entre los ciudadanos la segunda emisión de sus bonos. Si se analiza y compara con la realizada a finales de 2010 antes de celebrarse las elecciones, lo que esta operación le cuesta al Gobierno catalán es similar, aunque el valor intrínseco de la deuda que se colocara entre los inversores ha caído de forma notable.

A partir del lunes, los ciudadanos podrán suscribir los llamados ‘bonos patrióticos’. Se trata de un paquete de 2.700 millones de euros, ampliable a 3.300 millones, dirigida a aliviar la asfixia económica de la administración autonómica. La operación se enmarca en una serie de negociaciones para conseguir fondos que, a medida que se van produciendo, elevan los costes financieros públicos por la especial situación que vive el sector financiero.

Desde que se desbordó la crisis económica y se produjo una caída en picado de la recaudación, la Generalitat ha buscado diferentes fórmulas con las que obtener recursos, más allá de la negociación con el Gobierno de Madrid. En octubre de 2010 se emitieron los primeros bonos patrióticos de esta etapa. El entonces conseller Antoni Castells aceptó unas condiciones leoninas por colocar y asegurar la emisión, según reconoce un alto cargo de uno de los bancos que participó en aquella operación.

Comisiones de los bancos y cajas

Fueron 2.500 millones de euros en total. Por el primer tramo de 1.890 millones, asegurado por las entidades, además remunerar con un interés del 4,75%, el coste se disparó un 3% más por las comisiones. Por tanto, la emisión supuso un coste para las arcas públicas del 7,75% del importe.

Eso hizo que la banca se embolsase por su gestión 56 millones. El segundo tramo hasta los 2.500 millones mantuvo el interés, pero rebajó el pellizco de los bancos al 2%, fueron pues unos 600 millones al 6,65% de coste total. La media de la comisión bancaria fue del 2,42%, parecida a la de la emisión de bonos que saldrá a la venta el lunes 11 de abril. Todo por colocar un papel que tenía categoría A1 según Moody’s, agencia que rebajó dicho rating un escalón, hasta A2 al saber las condiciones de la oferta.

La segunda emisión de bonos, por comparar, se coloca al 4,25% a un año y al 4,75% si se opta por la devolución en dos ejercicios. Los bancos cobran un máximo del 2,5% por su gestión intermediadora a un año, con lo que en este caso el coste para la Generalitat queda en el 6,75%. Pero los bancos pueden recibir por su gestión hasta un 0,5% en el caso menor. Por lo tanto, en el supuesto más costoso, este año colocar bonos resulta nominalmente un punto más barato que en octubre pasado.

Si los bonos son a dos años, al 4,75% de la oferta se le añade una comisión anualizada del 1,5%, con lo que el coste para la Generalitat es del 6,25% a un año y del 7,75% al final del tramo. Por tanto, muy parecido al de la primera emisión.

¿Cuál es la diferencia? Pues, que si se tiene en cuenta que Moody’s ha rebajado su valoración en cinco meses al A3 con perspectiva negativa, la conclusión es que se compra por un precio parecido algo que los analistas internacionales consideran que vale mucho menos.

El botín del Santander

La Generalitat ha tenido también que ampliar las fuentes de financiación para tapar los agujeros del déficit y atender sus necesidades de tesorería inminentes. Así, ha cerrado una operación con inversores institucionales valorada en 400 millones de euros. El coste de esta operación es del 5,5%, según fuentes oficiales.

Cosa diferente es una tercera vía, negociada con el banco Santander. Se trata de un crédito de 400 millones de euros a cuatro años del cual el Departament d’Economia i Coneixement no ha dado ningún dato respecto a su coste para el erario público. Fuentes financieras consultadas por Economía Digital han revelado algunos detalles que el conseller Andreu Mas-Colell niega a la opinión pública.

Se paga un tipo de interés variable referenciado al euríbor más 4,25 puntos, Con las comisiones de apertura que se han suscrito, el interés final ronda el 6%. El Santander se había negado hasta la fecha a participar en la financiación de la Generalitat convirtiéndose en el único gran banco español que no atendía las peticiones de la administración catalana. Ese hecho llevo a que el anterior consejero advirtiera a la entidad presidida por Emilio Botín del riesgo que esa actitud tenía para su negocio en Catalunya.

A corto plazo también ha cerrado Mas-Colell una operación de tesorería de 500 millones con CatalunyaCaixa y negocia con varios bancos una renovación de los créditos vivos con la intención de rebajar su coste. Fuentes del sector señalan que pasadas las elecciones municipales se producirá otra emisión de bonos. De acuerdo con estos medios, el Govern intentaría evitar así que la campaña electoral acabe centrada en la situación de las finanzas públicas autonómicas y la responsabilidad que cada partido tiene en la situación.

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