La Comisión Europea propone crear niveles de alerta para fijar reservas estratégicas de algunos bienes

El Ejecutivo comunitario quiere garantizarse la posibilidad de intervenir el mercado único para garantizar el abastecimiento de determinados bienes vulnerables en una situación de crisis excepcional

En la imagen, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen. EFE / EPA / OLIVIER HOSLET

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La Comisión Europea quiere garantizarse la posibilidad de poder intervenir el mercado único para garantizar el abastecimiento de determinados bienes si se da una situación de crisis excepcional.

Según ha informado El País, un borrador de proyecto de reglamento prevé dos niveles de gravedad que se podrían declarar en una crisis para fijar bienes vulnerables de importancia estratégica y asegurar su abastecimiento a los países de la UE.

Se trata de una serie de alertas para proteger al mercado único, por las cuales se podría obligar a algunas industrias a acelerar sus entregas o a aumentar su producción. No se aplicarían en ningún caso para afrontar “perturbaciones económicas causadas por procesos puramente impulsados por el mercado”, sino de manera excepcional ante un acontecimiento «súbito de naturaleza, escala e impacto extraordinarios».

Dos niveles de alerta ante una crisis

En el nivel bajo de alerta, el modo de «vigilancia», la Comisión Europea tendría que pedir la aprobación de «un grupo asesor» para declararlo. Una vez autorizado, los Estados miembros deberían vigilar las cadenas de suministro de bienes y servicios de importancia estratégica detectados como vulnerables y, llegado el caso, incluso «crear» y «aumentar las reservas estratégicas» de dichos productos.

El segundo nivel de alerta, el de «emergencia del mercado único», sí que se daría poderes extraordinarios a la Comisión y se activaría «de manera excepcional» mediante el Consejo para que la Comisión garantice los productos estratégicos vulnerables. Este modo no podría prolongarse más de seis meses e implicaría medidas como «acelerar la ubicación de productos en el mercado» y ordenar que se prioricen los pedidos para la UE. También podría conllevar el incremento de «la capacidad de producción de las manufactureras».

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