La decadencia de la Cambra de Barcelona: suspendió el último pleno por la escasa asistencia

La institución tuvo que abortar la celebración por la falta de cuórum. Todavía no hay fecha para la repetición del encuentro, que se realiza de cada dos meses

La presidenta de la Cambra de Barcelona, Mónica Roca, en una imagen de archivo. EFE/Marta Pérez

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En la sede de la Cambra de Barcelona en la Avenida Diagonal estaba todo preparado. La institución debía celebrar el primer pleno de 2022 para aprobar distintos nombramientos en la organización y ya esperaba para recibir a los 56 miembros que forman parte de su organismo decisorio. Pero pasaron las horas y representantes de las distintas empresas no llegaban. Esperaron hasta que hubo que suspender el pleno debido a que ni siquiera había el suficiente cuórum para poder constituir la sesión.

Fuentes cercanas a la entidad que preside Mónica Roca explican que el pleno previsto para el pasado miércoles se tuvo que suspender debido a que no se logró reunir ni siquiera a la mitad de los asistentes previstos para su celebración. Estaban convocados tanto el pleno ordinario como un pleno extraordinario para abordar la sucesión de Montse Soler, miembro del comité ejecutivo.

Según el reglamento de la Cambra, para constituir el pleno deben estar presentes como mínimo dos tercios de los miembros. Si eso no sucede, se podrá celebrar al cabo de media hora si están en la sala la mitad más uno de los representantes empresariales. No fue así, ni en el primero ni el segundo intento, y los allí presentes se tuvieron que volver a casa sin votar los puntos del orden del día.

Si bien es cierto que se trataba de una sesión sin ningún punto de conflicto en el orden del día, este tipo de reuniones son eventos señalados en el calendario. Aunque se puede celebrar alguno más, la norma marca que se convoquen solamente seis plenos a lo largo del año. El primero de 2022 ya no se realizó y todavía no existe una fecha para intentar hacerlo de nuevo.

Otras fuentes consultadas por Economía Digital explican que no es la primera vez en la historia de la Cambra que se ha tenido que suspender el pleno por la falta de cuórum. Sin embargo, ahora hacía muchos años que no sucedía. No había pasado nunca desde que la candidatura de Eines de País, liderada primero por Joan Canadell y ahora por Mónica Roca, ganó las últimas elecciones.

El hecho de tener que asistir presencialmente al acto y no poder formar parte del pleno por videoconferencia fue una de las grandes razones de la escasa asistencia. No obstante, desde una gran empresa –que forma parte del órgano de gobierno gracias a su aportación económica– explican que ya hace tiempo que las ausencias son habituales en las sesiones. De hecho, buena parte de las grandes corporaciones hace ya tiempo que no acuden a las reuniones.

El último pleno de la Cambra sirvió para aprobar un manifiesto a favor del catalán

Desde la llegada de Eines de País –candidatura apadrinada por la Asamblea Nacional Catalana–, parte del empresariado catalán lamenta la decadencia de la institución. Advierten de que la institución independista quiere utilizarla para hacer política tras unas elecciones que ya han sido judicializadas y que varios magistrados ya han alertado de que se celebraron de forma irregular por el uso incorrecto del voto electrónico.

El nuevo rumbo de la entidad provocó que empresas como Abertis, Naturgy y Catalonia Hotels abandonasen el pleno de la institución y dejasen de aportar los 75.000 euros que les daban derecho a una de las denominadas sillas de plata.

A pesar de que con la llegada de Mónica Roca a la presidencia la organización había rebajado el tono, el pasado mes de diciembre volvió a posicionarse a favor del independentismo con un manifiesto contrario a la sentencia del 25% de castellano en las aulas de Cataluña.

El pleno aprobó una carta contra lo que consideraba «un ataque al uso del catalán. El texto secundado por el organismo lamenta que la sentencia confirmada por el Tribunal Supremo es un «ataque a la inmersión lingüística» y que agudiza «el retroceso del uso del catalán en las escuelas». Este hecho, a su juicio, provoca que los jóvenes que se incorporan al mercado laboral sufran «un proceso de sustitución de su lengua propia por el castellano».

Carles Huguet

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