Las tensiones entre los socios de Riva y García dejan la venta en punto muerto

RECONOCEN LA EXISTENCIA DE CONTACTOS CON BANCO ESPIRITO SANTO

La venta de Riva y García está encallada por las tensiones que mantienen sus socios sobre cuál debe ser el futuro del grupo financiero barcelonés. Las negociaciones mantenidas recientemente entre Banco Espirito Santo y la agencia de valores que preside Borja García Nieto se hallan en punto muerto, según fuentes conocedoras y muy próximas a la operación, y “no han existido nunca”, en palabras de los portavoces del banco de inversión que desmintieron la información publicada por Economía Digital.

El accionariado de Riva y García está formado por los hermanos Garcia Nieto (Borja e Ignacio), con el 42% del capital, Xavier Adserà, Pere Viñolas y Arturo Mas Sardà. Su actual presidente lo es, a la vez, del Círculo Ecuestre de Barcelona.

Fuentes autorizadas de Riva y García admitieron ayer que han existido contactos con el banco portugués, pero que “no llegaron a ser negociación”. Otros agentes del mercado conocedores de lo sucedido explican, en cambio, que las conversaciones llegaron a un alto grado de detalle (Banco Espirito Santo no quería integrar en la operación la división de Corporate de Riva y García, mientras que estaba interesado por la gestión de patrimonios y las divisiones de fondo y agencia de valores). Agregan, incluso, que el banco luso esperaba una respuesta a sus propuestas que todavía no se ha producido.

No venden, compran

“Los contactos se produjeron hace tiempo y el planteamiento de los portugueses no era el que ellos querían”, aseguran los portavoces oficiales de Riva y García. Según estas fuentes, el grupo capitaneado por los García Nieto mantiene conversaciones permanentes con todos los agentes del mercado en busca de oportunidades, incluso de crecimiento. Además, añaden, el actual no es el mejor momento para vender un grupo financiero.

Otros círculos del mercado consultados por Economía Digital y conocedores de estos movimientos señalan que Riva y García “tiene la pelota en su tejado”. Sostienen que el problema ahora estriba en las diferentes visiones que existen entre los accionistas sobre la conveniencia de proseguir de forma independiente como hasta ahora o bien aceptar ofrecimientos como los del Banco Espirito Santo. En 2008, último año con información contable disponible en el registro mercantil, Riva y García perdió 35.000 euros.

La línea ejecutiva de Riva y García, compuesta por Borja e Ignacio, serían la menos proclive a desprenderse de sus participaciones, en opinión de medios próximos al banco, mientras que el resto de los accionistas serían más favorables a responder la oferta lusa.

Economía Digital

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