Los buques petroleros evitan el Estrecho de Ormuz y buscan nuevas rutas de navegación

La tensión geopolítica en Oriente Medio lo ha vuelto a situar en el centro de la atención internacional

(Foto de ARCHIVO) Mapa de localización del estrecho de Ormuz y los países que lo rodean en el golfo Pérsico. El estrecho de Ormuz, uno de los pasos comerciales más importantes del mundo, podría convertirse en uno de los principales puntos calientes en el conflicto en Oriente Próximo ante la recomendación del Parlamento de Irán para su cierre en respuesta a los bombardeos de Estados Unidos contra tres instalaciones nucleares iraníes. Europa Press / Europa Press 23 JUNIO 2025;EPDATAINFOGRAFIA;DATOS INTERNACIONAL 23/6/2025

Tras los recientes ataques de Estados Unidos a instalaciones nucleares iraníes y la amenaza de Teherán de bloquear este paso marítimo, los grandes buques petroleros han comenzado a desviar sus rutas para evitar cruzar una de las arterias energéticas más importantes del planeta. 

El impacto de esta situación ya se refleja en los mercados y en la logística global, con consecuencias que podrían ser devastadoras para la economía mundial si la crisis se agrava.

El Estrecho de Ormuz, un corredor de apenas 34 kilómetros de ancho en su punto más estrecho, conecta el Golfo Pérsico con el Golfo de Omán y el mar Arábigo. 

Por él transita diariamente cerca del 20% del comercio mundial de petróleo –entre 16,5 y 20 millones de barriles al día– y alrededor del 30% del gas natural licuado, principalmente desde Qatar. 

El paso es vital para las exportaciones de Arabia Saudí, Irak, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Baréin y Qatar, que dependen casi exclusivamente de esta vía para abastecer a sus principales mercados en Asia y Europa.

La importancia estratégica del Estrecho no solo radica en su volumen de tránsito, sino también en su vulnerabilidad, su proximidad a la costa iraní y la presencia militar de Irán en siete de sus ocho islas refuerzan el control de Teherán sobre la zona, haciendo que cualquier escalada militar pueda traducirse rápidamente en un bloqueo efectivo.

Desconfianza en la región

En los últimos días, plataformas de seguimiento marítimo han detectado que grandes petroleros como el Coswisdom Lake (Hong Kong) y el South Loyalty (Estados Unidos), cada uno con capacidad para dos millones de barriles, han realizado maniobras de evasión en plena travesía del Estrecho de Ormuz, dando un giro en U tras la escalada de tensión. 

Estas decisiones no son aisladas, el Ministerio de Transporte Marítimo de Grecia, país que controla el 21% de la flota mundial, ha instado a sus a evitar el paso y buscar refugio en puertos seguros hasta que la situación se estabilice.

Archivo - Imagen por satélite tomada por la NASA del estrecho de Ormuz.
Archivo – Imagen por satélite tomada por la NASA del estrecho de Ormuz.

Además, la electrónica y los sistemas de navegación de los buques han sufrido interferencias crecientes desde los ataques aéreos israelíes del 13 de junio, lo que añade un factor adicional de riesgo y complejidad a la navegación en la zona.

Pulso a los mercados

La reacción de los mercados no se ha hecho esperar. El precio del barril de Brent, referencia en Europa, se disparó más de un 11% desde el inicio de la ofensiva entre Israel e Irán el 13 de junio, y los analistas advierten que un cierre total del Estrecho podría llevar el precio del petróleo hasta los 120 o 130 dólares por barril, frente a los 76 dólares actuales aproximadamente. 

Grandes multinacionales como Shell han advertido que un bloqueo tendría un “enorme impacto en el comercio mundial” y ya han activado planes de contingencia.

El efecto dominó se extiende a los costes logísticos, las tarifas diarias para alquilar un petrolero VLCC han pasado de 20.000 a más de 47.000 dólares en poco más de una semana, mientras que los buques cisterna de productos refinados han duplicado sus tarifas, superando los 51.000 dólares diarios.

Esto no solo encarece el transporte de energía, sino que también impacta en los precios finales de gasolina, diésel y electricidad en todo el mundo.

Europa es particularmente dependiente de las importaciones de petróleo y gas que transitan por Ormuz. España importa cerca del 35% de su crudo de países de la OPEP, y una interrupción en el suministro podría traducirse en un aumento inmediato de los precios de los combustibles y la electricidad, con efectos directos sobre la inflación y la competitividad industrial. 

Sectores como el transporte, la agricultura y la manufactura serían especialmente vulnerables a una escalada de costes energéticos.

El principal perjudicado

En términos generales en caso de un cierre total por bloqueo iraní perjudicaría gravemente a China tanto en el ámbito económico como energético.

China es el mayor importador mundial de petróleo y el principal comprador del crudo iraní, absorbiendo hasta el 90% de las exportaciones de Irán, lo que representa cerca del 10% de todas sus importaciones de petróleo.

Además, aproximadamente la mitad de las importaciones diarias de crudo de China –unos 5,4 millones de barriles al día en el primer trimestre de 2025– llegan a través de Ormuz.

El Estrecho de Ormuz canaliza cerca del 20% del petróleo y gas que se exporta por mar en el mundo, y el 84% de ese crudo y el 83% del gas natural licuado tienen como destino final mercados asiáticos, con China como principal receptor.

Arabia Saudí, Irak, Irán y Emiratos Árabes Unidos, todos ellos grandes proveedores de China, dependen de este paso para exportar sus hidrocarburos.

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