Los ganaderos españoles van de mal en peor

Los productores locales cobran menos que los holandeses, franceses o alemanes cuando éstos  colocan sus excedentes lácteos en España

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Un año y medio después de la eliminación de las cuotas estatales que limitaban la producción lechera en la Unión Europea (UE), los ganaderos españoles advierten de que «van de mal en peor». Se ha disparado la producción en todo el continente, pero, al contrario de lo que estaba previsto, los mercados ruso y chino han sido incapaces de absorber los excedentes lácteos europeos.

Una de las consecuencias de la saturación lechera ha sido la caída de los precios que la industria está pagando a los productores españoles. Joan Guitart, responsable del sector lácteo de la catalana Unió de Pagesos (UP), constata que en Europa se ha producido un «colapso» lechero que está afectando negativamente a los productores españoles.

España consume más leche de la que produce, por lo tanto, es un país importador, pero el precio que se está pagando a los ganaderos españoles es inferior al de sus colegas holandeses, franceses o alemanes.

Alemania, por debajo del precio de coste

España es uno de los destinos de los excedentes lácteos europeos. La industria láctea alemana está colocando sus sobrantes en el mercado español por debajo del precio de coste, según advierte Guitart. Por ejemplo, en los meses de junio y julio se podía adquirir queso en barra de origen alemán a 1,2 euros el kilo en algunas grandes superficies de Mallorca.

Aunque estos productos presentaban fechas de caducidad cortas, nadie puede competir con el precio. En Alemania, el mismo queso valía tres o cuatro veces más. Situaciones como esta perjudican a los ganaderos españoles, según las fuentes consultadas. Bruselas ha intentado aplicar medidas compensatorias, pero no han tenido efecto.

Antes de la eliminación de las cuotas estatales, en abril de 2015, la administración controlaba las cuotas del sector lácteo, pero ahora son las grandes multinacionales las que realmente «regulan el mercado», las que deciden cuánta leche compran a los ganaderos y a que precio la pagan, señala Guitart. Comptencia impuso el año pasado severas multas al sector de la distribución lechera en España por pactar precios.

En estos momentos, a los ganaderos catalanes se les está pagando el litro de leche entre 0,28 y 0,30 euros. El precio ha subido por la proximidad de las fechas navideñas, que coinciden con un mayor consumo de productos lácteos en toda Europa. Meses atrás, los ganaderos salieron a la calle y a las carreteras para protestar por las condiciones que les imponían los grandes grupos industriales.

La leche fuera de contrato se paga más cara

Los precios de la leche en origen registran constantes vaivenes. Los ganaderos contratan su producción a los industriales, que les pagan las tarifas estipuladas, pero a menudo tienen sobrantes, que es el volumen que excede de lo previsto en el contrato. Estos sobrantes, habituales en primavera cuando las vacas producen más leche, se pagaron de abril a julio entre 0,12 y 0,14 euros el litro.

En cambio, a causa de la demanda navideña, estos sobrantes se están pagando ahora a 0,40 euros el litro, un precio superior al de la leche contratada. Los precios están «locos», indica Guitart.

Cataluña tan sólo supone un 10% de la producción de leche de todo el Estado, mientras que Galicia alcanza el 45%. Guitart señala que la situación de los ganaderos gallegos todavía es peor a la de los catalanes porque, a menudo, los precisos que se les paga son inferiores.

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