El Puerto de Barcelona se llena de coches chinos: alcanzan el 35% de las importaciones en dos años

La autoridad portuaria trabaja en “dar respuesta” a un tráfico al alza, sin indicios a que la tendencia cambie

Las campas de vehículos del Puerto de Barcelona. Port de Barcelona

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

MG, BYD, DFSK… El crecimiento de las grandes marcas chinas de coches en las carreteras españolas parece no tener techo. Aparte de las ventas que puedan arrebatar a los fabricantes europeos que suelen copar el marcado nacional, la expansión de sus vehículos por el país está suscitando cambios en las dinámicas del mercado exterior y, por ende, en la actividad de los puertos españoles. 

Es el caso del Puerto de Barcelona, una de las principales infraestructuras para la entrada y salida de automóviles en España, junto al de Valencia. El desembocadero catalán se ha convertido en la puerta de entrada de los miles de coches chinos que se venden por España y por el sud de Europa, que han pasado de ser prácticamente insignificantes en las campas barcelonesas, a representar más del 35% de las importaciones en cuestión de dos años.

Según datos del puerto catalán, a lo largo del 2023 llegaron a la costa barcelonesa unos 87.000 coches procedentes de China, ya fueran de marcas del país asiático o de fabricantes internacionales con plantas de producción en la segunda economía del mundo. En total, el Port importó 247.000 vehículos en 2023, un 54% más que en el año anterior, por lo que los automóviles originarios de la nación presidia por Xi Jinping ya copan este 35%.

De un millar a casi 90.000 coches

“Hace unos años prácticamente eran el 0%”, decía el director general del Port, José Alberto Carbonell, durante la presentación de los resultados de la empresa pública el pasado viernes. En este sentido, en 2021 solamente llegaron a los muelles de Barcelona 1.780 vehículos de origen chino, un 1,8% de las importaciones totales. 

Desde entonces, las marcas asiáticas no han hecho más que crecer. En 2022 ya llegaron 57.000 automóviles chinos al puerto catalán, 30 veces más que en 2021, mientras que en 2023 se mantuvo la tendencia creciente. El incremento interanual fue del 57%, pero la proporción es mucho más elevada, del 4.800%, si se compara con el 2021, cuando las marcas asiáticas empezaron llegar en cuentagotas a España. Dicho de otra forma, las importaciones se han multiplicado casi por 50 en dos años.

Las importaciones ganan peso

Esto ha supuesto un vuelco a la operativa corriente del puerto catalán. Tradicionalmente, España ha sido un país exportador de vehículos, dando salida a la producción de las 11 fábricas de aeromóviles repartidas por todo el territorio. En el caso del Puerto de Barcelona, es el encargado de distribuir la mayoría de los coches fabricados en la plata de Seat de Martorell (Barcelona), en la de Figueruelas (Zaragoza) de Stellantis o en los dos centros castellonenses de Renault. 

Con la llegada masiva de coches chinos, la balanza comercial se ha desequilibrado. En 2019, el año previo a la pandemia y a la crisis de suministros que lastró el mercado automovilístico durante dos años, las exportaciones representaban el 48% del tráfico total de vehículos de El Port y las importaciones un 25% más, siendo el resto tráfico de tránsito o de cabotaje. Por el contrario, en el pasado 2023 las ventas internacionales pasaron a representar el 41% de las operaciones, mientras que las compras crecieron hasta copar un 31%. 

Desde el Port, creen que la presencia de automovilísticas chinas en España solo acaba de empezar, y, ante los indicios de que nuevas marcas podrían llegar este año a España como Omoda o Great Wall Motors, se están preparando para poder adecuar las instalaciones a esta nueva dinámica. “Irá a más. Es un proceso de expansión y estamos trabajando para poder tener las mejores condiciones y dar respuesta a este tráfico al alza. Algunas marcas han decidido que el Port es su puerta de entrada al sud de Europa”, concluyó Carbonell. 

Las marcas chinas alcanzaron una cuota de mercado del 4% en el mercado español del pasado 2023, una cifra que puede parecer baja, pero es muy significativa teniendo en cuenta que hace dos años apenas eran una anécdota. Con la vista puesta a seguir creciendo este 2024, MG multiplicó por cuatro sus ventas en España en 2023, alcanzando las 43.000 unidades y colocando su ZS en el top ventas durante meses. 

MG ZS fue uno de los coches más vendido en España en 2023. MG

Lynk&Co, tras un 2022 de expansión, moderó su crecimiento, pero consiguió incrementar las ventas en un 40%, rozando los 4.000 vehículos vendidos. BYD, el principal competidor de Tesla en el mercado eléctrico sacó a las carreteras 628 coches en su primer año en España, mientras DFSK siguió creciendo, con aumentos del 87%. 

El 34% de los coches eléctricos que llegaron al puerto catalán el año pasado fueron eléctricos y, dentro de este 34%, la mayoría procedían de China. Esta es la clave del despegue de estos coches: su diversidad de oferta en nuevas tecnologías, con una alta variedad de modelos híbridos y eléctricos, y, por lo general, a buen precio.

Las condiciones de fabricación en Asia, la cercanía de sus proveedores y las ayudas del gobierno chino para impulsar la movilidad eléctrica permiten a estas empresas sacar coches que pueden equipararse a las marcas europeas en prestaciones, a precios muy competitivos. 

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Deja una respuesta