Volkswagen, Seat, Gobierno y Casa Real escenifican la apuesta por el coche eléctrico

El encuentro dibuja la disposición entre las instituciones y la empresa para el impulso de la electrificación en España, pero sin compromisos concretos de cómo se desarrollará

El rey Felipe VI junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (3i), el presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess (2i); el presidente de SEAT y CUPRA, Wayne Griffiths (i), y la ministra de Industria, Reyes Maroto (d), durante la visita que realizan este viernes a la fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona) con motivo del 70 Aniversario de la compañía automovilística. EFE/Quique García

El rey Felipe VI junto a Pedro Sánchez, el antiguo presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess, el presidente de Seat y Cupra, Wayne Griffiths, y la ministra de Industria, Reyes Maroto. EFE

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En una visita histórica, el Rey Felipe VI, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; y el presidente de Volkswagen AG, Herbert Diess; coincidieron este viernes en la fábrica de Seat en Martorell (Barcelona). Tal alineación hacía presagiar un gran anuncio para la electrificación de la industria española, pero no fue así. Los ritmos del momento son otros. Empresas e instituciones volvieron a expresar buenas palabras y voluntad de entente en el consorcio liderado por la automovilística junto con Iberdrola, Caixabank, Gestamp y Telefónica.

«Los fondos europeos son una oportunidad histórica para transformar la segunda industria de automoción de Europa», celebró el presidente de Volkswagen AG, Herbert Diess. «Volkswagen y el Gobierno están juntos en dar la vuelta a la industria hacia un futuro sostenible», añadió.

Había expectativas de que se oficializara la asignación de un nuevo vehículo limpio para la instalación. No fue así. Tampoco hubo rastro de la «fábrica de baterías» que están impulsado el Gobierno, Seat e Iberdrola, según el anuncio realizado el jueves por la ministra de Industria, Reyes Maroto, en un acto con los sindicatos.

El rey Felipe VI junto al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (i), y el presidente del Grupo Volkswagen, Herbert Diess (d), durante la visita que realizan este viernes a la fábrica de SEAT en Martorell (Barcelona) / EFE

Las novedades se las reservó el presidente de Seat, Wayne Griffiths, que sí abundó en el gran acuerdo que lidera la empresa con sede en Martorell. «Tenemos en marcha un proyecto de país; un proyecto liderado por Seat y el grupo Volkswagen con Iberdrola, Telefónica y Caixabank«. «Pero no podemos hacerlo solos, necesitamos la colaboración del Gobierno y de las instituciones. Es vital que España impulse la creación de infraestructura de recarga, solo así la electrificación será posible. El país no puede perder este tren».

De este modo, el evento se convirtió en una gran puesta en escena de la sintonía entre instituciones y empresa. No se arrancaron, eso sí, compromisos concretos.

Solamente el Rey Felipe hizo mención a los proyectos esperados. «Una planta de baterías en España es una señal inmejorable; quiero saludar la constitución de este gran consorcio con Volkswagen e Iberdrola». «El proyecto de localización de la producción de un coche eléctrico pequeño es una magnífica noticia», añadió.

Para más detalles habrá que esperar a que el Gobierno convoque los programas para otorgar los fondos europeos. Según su calendario, en primavera podría llegar la primera asignación, que se podría materializar en otoño.

Seat insiste: pide compromiso a la administración

Hace un mes, el directivo ya había sido claro: los fondos europeos deben ser el motor de esta transformación. “Creemos que los fondos de recuperación son adecuados para esto”, señaló el presidente de la automovilística española.

El dirigente ya había avanzado que estaba “en conversaciones avanzadas” con el Ejecutivo para que la matriz alemana de luz verde a la inversión de 5.000 millones de euros en el próximo lustro. Sin embargo, volvió a pedir una “apuesta decidida” por la electrificación y la construcción de una fábrica de baterías en el territorio.

Tras gastar 3.300 millones entre 2015 y 2019, la automovilística anunció en julio invertirá hasta 5.000 millones de euros en “electrificar su gama de vehículos y en la fábrica de Martorell (Barcelona) y sus satélites en Barcelona“. Un programa de gasto que, si bien será financiado íntegramente por la compañía, deberá contar con el apoyo de las administraciones.

“Nuestra intención es que Martorell fabrique automóviles eléctricos a partir de 2025, cuando el mercado haya crecido”, dijo el entonces presidente en funciones, Carsten Isensee. Sin embargo, la promesa iba de la mano de una petición al Ejecutivo. «No vamos a pedir dinero a los gobiernos, pero evidentemente vamos a necesitar su colaboración para llevar a cabo el programa de inversiones”, zanjó el presidente.

La organización espera “una visión común del sector”. “Hasta el momento no hubo inversión para electrificar España; necesitamos cambios en la infraestructura, probablemente nuevas leyes y mucha más energía renovable”, detalló.

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