Seat se enfoca al fin hacia el coche eléctrico

Volkswagen estudia la posibilidad de instalar una segunda plataforma eléctrica en Martorell, mientras que la fábrica de componentes de El Prat se adjudica una nueva pieza

El presidente de Seat, Wayne Griffiths. EFE/Quique García

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Poco a poco, Seat se va acercando a la electrificación. El convenio colectivo firmado este verano entre la plantilla y la dirección para sentar las bases de la transformación de sus plantas españolas empieza a mostrar brotes verdes. Por un lado, Volkwagen estudiará la adjudicación de una segunda línea de producción de coches eléctricos en Martorell, mientras que la fábrica de componentes de El Prat trabajará en una quinta pieza vinculada a los modelos verdes.

Este miércoles, el Consejo de Administración de la automovilística catalana se reunió con UGT y CCOO para trasladar las dificultades que atraviesa todo el consorcio alemán a causa de la escasez de microchips, así como para abordar el futuro de las plantas españolas. Según afirman los sindicatos en un comunicado, Volkswagen se ha comprometido a valorar la producción en Martorell en 2026 de una segunda plataforma eléctrica de un segmento más grande.

En el citado convenio, Seat se compromete a trabajar por este segundo vehículo, hasta el punto que deberá hacer una serie de sacrificios si no cumple antes de 2026. Ahora, la matriz de la empresa presidida por Wayne Griffiths, quien al final distribuye su fabricación entre las diferentes fábricas del grupo, analizará la concesión de esta línea. La plataforma es “necesaria para conseguir la rentabilidad” de la fábrica y la “viabilidad de Seat como compañía”, según opina la plantilla.

El proyecto se tendría que asignar en las rondas de planificación del consorcio que, a priori, se aprobaran en noviembre de 2023. Según los sindicatos, la mejor opción para Martorell sería ensamblar un Cupra eléctrico del segmento grande, dado que ofrecería unos mayores márgenes y rentabilidad a la empresa española y evitaría problemas de empleo a medio y largo plazo.

Por ahora, la fábrica situada en la provincia de Barcelona ya tiene adjudicada un a plataforma para ensamblar vehículos eléctricos de batería (BEV) urbanos. Empezará a producir en 2025 y utilizará una parte de los 356 millones de euros adjudicados al proyecto de Volkswagen y sus socios a raíz del Perte del coche eléctrico.

El Prat se queda con el aluminio de los BEV

Por otro lado, la fábrica de El Prat también empieza a trabajar hacia su transformación. Esta planta produce cajas de cambios de marchas, una tecnología que quedará obsoleta una vez se deje de fabricar coches de combustión, dado que los BEV, así como los híbridos, son automáticos. Si en la signatura del convenio se adjudicaban al centro cuatro piezas vinculadas a modelos eléctricos, este jueves la empresa ha emitido un comunicado donde explica que la planta también producirá el aluminio del motor de los eléctricos urbanos que ensamble Volkswagen en España.

Concretamente, Seat Componentes fabricará el diferencial, la mangueta, el E-Box de la batería, el KMM –módulo de refrigeración de la batería– y el aluminio del motor. “Con este plan de reconversión de El Prat, Seat da un paso más en su ambición de convertir a España en un hub de movilidad eléctrica para Europa, y en su propia transformación para ser un referente en el sector automovilístico e industrial”, afirma la compañía. Su previsión es invertir millones de euros en la transformación de la fábrica.

Más allá de las plantas nacionales, la empresa ha anunciado recientemente que su primer SUV 100% eléctrico, el Cupra Tavascan, se fabricará en la planta del Grupo Volkswagen en Anhui, en China. Este modelo ha sido diseñado y desarrollado en la fábrica catalana y llegará al mercado europeo en 2024, en el marco de la estrategia de Seat de ampliar el porfolio eléctrico de Cupra.

Más ERTE

A corto plazo, Seat tiene que seguir haciendo frente a la crisis de los semiconductores que la industria arrastra desde hace dos años. La compañía comunicó el miércoles a los trabajadores su intención de prorrogar el ERTE vigente, bajo las mismas condiciones, tal y como adelantó este medio.

UGT y CCOO entienden la delicada coyuntura por la que pasa todo el sector y el contexto que motiva este plan de suspensión temporal de contratos. Aun así, aseguran que no firmaran la prórroga si la empresa no retira su propuesta de subir la producción de la línea L2, la que ensambla el Cupra Formentor y el Seat León. Trabajando a dos turnos, la compañía quiera pasar de fabricar 640 a 760 coches al día, un aumento que la plantilla ve difícil mientras sigan en ERTE. La representación de los trabajadores propone realizar esta producción “en 3 turnos con ritmos más livianos”.

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