Ara Vinc, la mensajería verde que crece en tiempos de crisis

La compañía espera ingresar este año 10 millones de euros y aumentar la plantilla en hasta 50 trabajadores

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Ara Vinc es una empresa catalana que echó a andar en los 90 y que ha vivido más de una crisis. La resaca de los Juegos Olímpicos de Barcelona llegaría años después. Y, en 2007, se produciría otro declive económico. Sin embargo, la mensajería verde de Ara Vinc ha conseguido salirse airosa de las épocas más turbulentas.

De la primera crisis escapó gracias a una imagen renovada y novedosa. Los mensajeros urbanos vestían en España, por lo general, de negro y Ara Vinc apostó por un color algo más alegre, el azul. Después, ganó en eficiencia con envíos más rápidos y una normativa de seguridad que impulsó su crecimiento.

Compromiso medioambiental y social

De la última recesión se ha librado la compañía gracias a su experiencia, así como a una política ecofriendly y de responsabilidad social. Cuenta en la actualidad con un flota sostenible compuesta por 15 motos eléctricas, a las que se sumarán otras 10 en septiembre, así como tres furgonetas ecoeficientes. Además, apuesta por la contratación de personas en situación de exclusión laboral.

“Todo eso ha hecho que nosotros no hayamos notado apenas la crisis y hemos ido creciendo. Aunque el gasto de algunos usuarios se ha recortado, ha aumentado nuestra cartera de clientes”, subraya el director general Josep Ribera.

Esta compañía, que comenzó primero con envíos sólo en Barcelona, ahora ya cuenta con mensajeros que reparten en toda España y en el extranjero. Ara Vinc espera llegar este año a los 10 millones de euros de facturación, un millón más que en 2013. Este crecimiento también repercutirá en la plantilla. “Ahora tenemos 250 trabajadores, pero podemos terminar el ejercicio con 280 o 300”, añade Ribera. Es la consecuencia de un negocio que va viento en popa, con crecimientos anuales que oscilan entre el 10% y el 12%.

Afianzarse en España con otra delegación

De momento, Ara Vinc tiene una única sede en Barcelona, ya que casi la totalidad de sus clientes son de Catalunya. Sin embargo, no descarta abrir delegaciones en otros puntos de España. “Cada año pensamos en instalarnos en Madrid, pero a veces surgen proyectos que se llevan por delante todos los recursos”, remarca.

Cada día, Ara Vinc realiza más de 3.000 envíos, la mayoría todavía en el ámbito nacional. Además, la firma cuenta con importantes clientes del ámbito público, como la Generalitat de Catalunya. Sin embargo, no concentra la mayor parte del negocio.

“Como mínimo el 70% de nuestros ingresos proceden del ámbito privado. Los organismos públicos son una parte importante, pero no la principal porque cada vez reducen más el volumen de envíos y recortan el gasto”, explica Ribera.

Economía Digital

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