Así opera el dueño de Dia: Fridman gana 550 millones al año con sus sociedades en Luxemburgo

El magnate ruso abandona el consejo de administración del vehículo inversos con el que controla los supermercados españoles, la británica Holland & Barrett y la 'teleco' Veon

Mikhail Fridman, principal accionista de DIA.

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En las últimas horas, el magnate Mikhail Fridman se ha impuesto como misión proteger sus inversiones de las sanciones de la Unión Europea a los oligarcas rusos. Su nombre aparece en la lista de afectados, por lo que sus bienes quedarán congelados por su vinculación con Vladimir Putin. Anunció que recorrerá, pero mientras ya trató de desvincularse de los supermercados Dia y dejó el consejo de Letterone, el fondo con el que controla sus participaciones en media Europa y que le reportó unos dividendos de 115 millones de dólares –103 millones de euros, al cambio actual– el año pasado.

El vehículo inversor publicó este martes sus cuentas del ejercicio 2020 en el registro mercantil de Luxemburgo. El conglomerado suma unos activos de 15.213 millones de dólares –13.735 millones de euros, al cambio actual– entre todas sus participadas: desde la cadena española y la británica Holland & Barrett pasando por sus porcentajes en las telecos Veon (Países Bajos) y Turkcell (Turquía) hasta sus inversiones en el sector de la salud con el venture capital K2 y el grupo veterinario Destination Pet (Estados Unidos).

De este modo, los dividendos percibidos de las participadas y la revalorización de los negocios en el primer año de la pandemia le supusieron unas ganancias de 611 millones de dólares –551 millones, al cambio actual–. Gracias al funcionamiento de su negocio, el consejo de Letterone aprobó emitir un dividendo de 115 millones de dólares que se repartieron entre los distintos propietarios del fondo.

Según la memoria de la compañía, el capital se lo reparten el propio Fridman, Petr Aven –otro de los oligarcas sancionados–, German KhanAlexei KuzmichevAndrei Kosogov y The Mark Foundation. La firma asegura que ninguno de ellos alcanza el 50% del capital, la misma tesis que utilizó Dia el lunes en un comunicado para desvincularse del magnate.

El pago de 115 millones aprobado el pasado marzo podría ser el último que Fridman percibe en años. Entre las sanciones impuestas por las autoridades continentales está la imposibilidad de percibir dividendos a título personal de sus participadas y vender sus participaciones a terceros.

Las sanciones, sobre Dia

A pesar del órdago continental, Dia explicó el lunes por la noche que no se ve afectada «en modo alguno, ni directa ni indirectamente, por el nuevo paquete de sanciones adoptado por la Unión Europea en respuesta a la crisis de Ucrania». La empresa lo justifica: está controlada por Letterone (77,7%), pero «ninguna persona física ostenta, ni individualmente ni mediante un acuerdo con otros accionistas, el control de Letterone».

«Ni Mikhail Fridman ni Petr Aven ostenta el control de Letterone», zanjó en el comunicado remitido a la CNMV. La compañía trata así de desvincularse del cerco a la fortuna de Fridman lanzado por las autoridades comunitarias.

Leer más: Fridman, el dueño de Dia, impugnará las sanciones impuestas por la UE por la invasión de Ucrania

Fuentes de la CNMV explican a Economía Digital que su única obligación a la compañía era que informase al mercado de su situación. No tienen ningún papel, asegura, en las sanciones impuestas y se cree la versión de la empresa.

Para empezar porque, dicen, las sanciones de la UE son a su persona. Ni a Letterone ni mucho menos a Dia. Así, el magnate no podrá cobrar dividendos desde Letterone –esta, a su vez, si podría percibirlos de Dia– ni vender su participación en el vehículo inversor.

Fridman impugnará las sanciones

Sin embargo, Fridman no se quedará de brazos cruzados ante las restricciones pese a que no afecten a los supermercados españoles. El oligarca anunció este martes que impugnará las sanciones; unos impedimentos que, a su juicio, están basados en «falsedades malintencionadas y deliberadas», dijo en un comunicado. 

«Las sanciones son el producto de fantasías históricas y teorías de conspiración ideadas por individuos privados con sus propias agendas», lamentó el dirigente. Su nombre apareció esta semana en la lista de 26 oligarcas, empresarios, militares y periodistas rusos sancionados por la Unión Europea con, entre otras medidas, la congelación de activos.

Carles Huguet

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