Pinchazo de Barajas y El Prat: el problema que están teniendo los grandes aeropuertos

Aena está a un mes y medio de batir su récord histórico de tráfico aéreo. Los aeropuertos españoles cerraron los primeros diez meses del año con 243 millones de pasajeros, un 2% más que en el mismo periodo de 2019, el mejor ejercicio del gestor aeroportuario y el último sin estar impactado por la pandemia.

Sin embargo, sus dos activos más importantes continúan pinchando. Los aeropuertos de Madrid-Barajas y Barcelona-El Prat siguen sin recuperarse el todo del golpe del covid, con un tráfico aéreo inferior en un 3,3% y en un 6,9% al registrado en 2019, respectivamente.

Los aeropuertos madrileños y catalanes no están solos, y es que los grandes hubs internacionales repartidos por Europa tampoco han superado los registros precovid. En un año récord para las aerolíneas, los destinos más turísticos son los que tirando del tráfico aéreo, mientras que algunas rutas internacionales siguen sin recuperarse tras la quiebra de decenas de aerolíneas por la pandemia, manteniendo los aeropuertos líderes en conectividad a medio gas.

El aeropuerto de Londres-Heathrow, que batalla con el de Estambul para ser el más transitado de Europa, ha alcanzado entre enero y octubre los 66 millones de pasajeros, un 2,4% menos que en los primeros diez meses del 2019. El aeródromo británico, cuyo mayor accionista es Ferrovial con un 25% del capital, avanza a un amplio ritmo de más de 6 millones de pasajeros mensuales, pero todo apunta a que será insuficiente para batir los 80,9 millones de viajeros alcanzados a cierre de 2019.

Tras el londinense, el parisino Charles de Gaulle suele encabezar los ránquines de tráfico aéreo, pero en su caso la evolución es todavía más negativa. El aeródromo francés transportó hasta septiembre, los datos más recientes, 50,8 millones de personas, un 10% menos en comparación con los 56,4 registrados en los primeros nueve meses de 2019.

Frankfurt y Schiphol también cojean

En una situación igual están las otras dos gigantescas infraestructuras que superan Barajas en tráfico aéreo, el aeropuerto de Frankfurt y el de Ámsterdam. El tráfico de pasajeros en el aeropuerto alemán continúa siendo un 17% menor al de antes de la pandemia, mientras que Schiphol transportó a 50 millones de pasajeros hasta octubre, el 10 millón menos que hace cuatro años.

En la otra cara de la moneda, otros aeropuertos más minoritarios localizados en populares destinos vacacionales, como el de Málaga aquí en España, están batiendo récord tras récord. De hecho, el aeródromo andaluz superó en octubre, por primera vez en sus 104 años de historia, los 20 millones de pasajeros en un ejercicio.

Otro ejemplo es el aeródromo de Bergamo (Italia), una ciudad de orígenes medievales cercana a Milán, que ya supera en 5 millones el tráfico aéreo que registro antes del covid. Por último, Lisboa o Atenas, que dentro de las grandes capitales europeas tienen aeropuertos de menor tamaño, se han disparado en un 6,4% y en un 24,9%.

Más allá del éxito de estos aeropuertos y de la amplia demanda de los principales destinos turísticos, la recuperación de los grandes hubs está lastrada por la quiebra de numerosas aerolíneas durante la pandemia y por el cierre de bases. Según un informe de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA), hasta 86 aerolíneas se arruinaron en 2020 y en 2021.

Easyjet y Norwegian pierden liderazgo

En el caso de los aeropuertos españoles, la lenta recuperación de Easyjet y Norwegian en Barcelona y en Madrid explican los escollos a los que se enfrenta para superar las cifras de 2019. Ambas aerolíneas tenían una importante cuota de mercado en los aeródromos nacionales antes de la pandemia, pero todavía no han recuperado su operativa en España, lastrando el resultado general de los aeropuertos.

Por ejemplo, la compañía noruega cerró su base ubicada en El Prat en 2020, hasta el momento uno de sus centros de operaciones más importantes en Europa, desde donde gestionaba el negocio de largo radio, como consecuencia de un plan de reestructuración para evitar la quiebra. Esta base se volvió a abrir en mayo, aunque solo para los vuelos de corto radio y de forma estacional.