Celsa presiona los fondos por el acuerdo del SEPI: «Es bueno para todos»

La siderúrgica tiene un mes para lograr una acuerdo con sus acreedores que permita recibir los 550 millones del rescate

Francesc Rubiralta, exconsejero delegado de Celsa.

Francesc Rubiralta, exconsejero delegado de Celsa.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

A contrarreloj y, de momento, sin acuerdo con los fondos: a Celsa le peligran los 550 millones de la SEPI. Solo faltan 30 días para la fecha límite para lo que podría ser el mayor rescate de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) para rebajar los desperfectos causados por el covid-19 en la industria española.

La siderúrgica catalana, propiedad de la familia Rubiralta, pidió acceder al fondo que creó el Estado para hacer frente a los problemas de las empresas derivados de la pandemia, y tras mucho negociar, el Estado accedió. Eso sí, con algunas condiciones, que deben aceptar también los fondos acreedores de la compañía y que, de momento, no está siendo posible cerrar.

Las negociaciones no están siendo fáciles ya que una de las peticiones de Celsa es que los fondos hagan una quita de más de la mitad de los 2.200 millones de la deuda de la compañía, es decir, unos 1.200 millones de euros. Asimismo, según fuentes cercanas a la compañía, «es un acuerdo bueno para todos porque sigue siendo rentable para los fondos» y siguen en fase de negociación.

Antecedentes

Celsa hace años que arrastra una deuda millonaria, que hasta antes de la pandemia pagaba en sus plazos legales. Hace un tiempo, los bancos acreedores decidieron vender su deuda -de más de 2.200 millones- a fondos especializados, que compraron estos créditos con un descuento de entre el 50 y el 80%, según fuentes cercanas. La mitad de esa deuda era deuda convertible a acciones, algo que hace sufrir a los propietarios.

Además, hace muchos meses que Celsa pidió acceder al SEPI, y tras unas negociaciones muy largas, el Estado ha accedido a prestarle más de 500 millones pero con la condición de reestructurar su deuda. Por su lado, la compañía ha pedido a los fondos una quita del 55% de la deuda, ya que sostiene que los fondos, cuando compraron la deuda a los bancos, la adquirieron con un descuento similar a esa cifra y de ese modo «aún les saldría rentable».

30 de junio: fecha límite

Todo esto, que lleva meses de negociaciones, debe terminar el 30 de junio. Según El Confidencial, algunos de los fondos acreedores bloquean el acuerdo por la condición de la quita, aunque fuentes cercanas a las negociaciones aseguran que «aún queda mucho por hablar».

Entre los fondos acreedores de la deuda que asciende a un importe de 2.250 millones, se encuentran nombres como Citi, Goldman Sachs, Morgan Stanley, CVC, Deutsche Bank, Sculptor, SVP o Apollo. A pesar de los malentendidos, el Estado espera que «impere el sentido común» y desde la compañía consideran que «el acuerdo permite el impulso del plan estratégico de la compañía».

El grupo Celsa cerró 2021 con una facturación de 5.300 millones y un ebitda alrededor de los 600 millones a nivel global, y cuenta con 4.500 trabajadores en España y cerca de 10.000 en toda Europa.

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp