Coca-Cola recorta un 80% su ERE a base de recolocaciones

Los despidos caerían hasta los 80 gracias a la creación de nuevos puestos de trabajo con el nuevo sistema y las prejubilaciones

Cajas de Coca-Cola en un centro de distribución.

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A falta de menos de una semana para terminar el plazo de negociación del expediente de regulación de empleo (ERE), Coca-Cola European Partners Iberia y los sindicatos caminan hacia el acuerdo. En una jornada marcada por las protestas convocadas en los principales centros de trabajo, compañía y comité de empresa expresaron el acercamiento de posturas. Al menos en el número de salidas: de los 360 despidos inicialmente previstos se habla ahora mismo de 80. Y es posible que la cifra se reduzca todavía más.

Las fuentes sindicales consultadas explican a Economía Digital que el nuevo modelo de venta en el que trabaja la empresa provocó el ajuste, pero también generará nuevos empleos. Será aquí dónde se podrán recolocar más de 50 de las personas golpeadas por el plan. Queda por ver la movilidad que exigirá la compañía para poder beneficiarse de los puestos de trabajo creados.

Todavía por concretar, la mayor parte de la reducción del ERE procederá de prejubilaciones que la empresa ha aceptado aplicar. «Hay solución interna para unos 280 afectados», sentencian voces del comité de empresa.

Para aquellos que no puedan adherirse, las indemnizaciones sobre la mesa son similares a las presentadas por el cierre de la fábrica de Málaga a finales de 2020. Ahora mismo, el pago sería de 45 días por año trabajado hasta un máximo de 42 mensualidades y un lineal de 10.000 euros.

Como desveló este medio, la multinacional presidida por Sol Daurella quiere concentrar el plan entre el departamento comercial de Andalucía y los servicios centrales que la firma tiene en Esplugues de Llobregat (Barcelona) y Madrid. Entre los tres territorios suman más de 240 afectados, según el boceto inicial.

Coca-Cola: las salidas se suceden desde 2014

El plan de ajuste se presentó apenas unos meses después de que Coca-Cola anunciase el cierre de la fábrica de Málaga, que todavía agrupaba a 78 trabajadores. Había llegado a contar con más de 140, pero adelgazó su estructura hasta que la multinacional presentó un ERE que se saldó con prejubilaciones, salidas y algunas recolocaciones rumbo al centro de Sevilla.

Antes, la organización había presentado diferentes planes de bajas incentivadas, prejubilaciones y pequeños ERES por todo el territorio español, especialmente en los departamentos de administración y ventas. Las fusiones, primero en España y luego a nivel europeo, hicieron saltar duplicidades y formas de ahorrar costes que, con la estructura anterior, formada por siete concesionarias repartidas por la península no existían.

Pero la principal escabechina en Coca-Cola se produjo en 2014, con el cierre de la fábrica en Fuenlabrada y otras tres en Palma de MallorcaAlicante y Asturias. Tras un largo conflicto legal entre empresa y trabajadores, el procedimiento se cerró con más de 800 personas afectadas, que representan buena parte del pastel de bajas vividas desde entonces.

Carles Huguet

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