Decathlon echa la persiana: cerrará más de una veintena de tiendas que afectará a 400 empleados

Tienda de Decathlon

Tienda de Decathlon

El comercio minorista sigue reconfigurándose frente al avance imparable del consumo digital. La conocida cadena francesa de material deportivo Decathlon ha anunciado el cierre de 25 tiendas en Francia, una medida que afectará a aproximadamente 400 trabajadores y que marca un nuevo capítulo en la transformación del sector.

A partir de mayo, establecimientos situados en ciudades como Burdeos, Lyon, Marsella, Nantes y Arras cesarán su actividad, en un intento de la compañía por adaptarse a los cambios en los hábitos de compra de sus clientes, que cada vez recurren más al canal online para adquirir productos deportivos.

Ajuste estratégico ante el auge del e-commerce

La decisión no llega de forma aislada. Desde hace años, el comercio electrónico ha alterado el equilibrio entre tiendas físicas y ventas digitales, reduciendo el tráfico en los puntos de venta tradicionales. Decathlon no es ajeno a esta tendencia: sus responsables han explicado que el cierre forma parte de una estrategia de reorganización más amplia que tiene como objetivo concentrar recursos en las zonas con mayor demanda y potencial de crecimiento, así como fortalecer su presencia digital.

El aumento de costes operativos, la menor afluencia a tiendas físicas y la posibilidad de ofrecer una mayor variedad de productos a través de internet son factores determinantes detrás de esta medida. Según fuentes de la empresa, mantener ciertas tiendas abiertas ya no resulta viable desde el punto de vista económico, especialmente en aquellas ubicaciones donde la rentabilidad lleva años estancada.

El impacto humano de esta reestructuración no es menor. Alrededor de 400 trabajadores podrían verse afectados por los cierres, generando incertidumbre y malestar en las ciudades implicadas. Aunque Decathlon ha informado que ofrecerá recolocaciones internas, programas de formación y ayudas a la movilidad, muchos empleados temen no encontrar acomodo dentro de la compañía.

Asimismo, las economías locales también se verán afectadas. En muchas zonas, las tiendas de Decathlon actuaban como centros de atracción comercial, generando flujo de clientes que beneficiaban indirectamente a otros negocios cercanos. La desaparición de estos establecimientos dejará un vacío difícil de cubrir en ciertos barrios y centros comerciales.

Una tendencia que se repite

Este no es el primer paso que da la empresa en su proceso de transformación. El pasado 31 de diciembre de 2024, Decathlon cerró su centro logístico en Sevilla, dentro de una reestructuración a nivel europeo que también implicó el ajuste de infraestructuras en Austria, Italia y Francia. En aquel momento, la empresa ya señaló que buscaba una mayor eficiencia en su red de distribución, reduciendo costes y aumentando la capacidad de respuesta a las ventas por internet.

En el entorno actual, muchas cadenas están revisando sus modelos de negocio. El cierre de tiendas no responde únicamente a una crisis puntual, sino que refleja una transición estructural hacia modelos más híbridos, donde el canal digital asume un protagonismo cada vez mayor.

En paralelo al cierre de tiendas, Decathlon está invirtiendo en el fortalecimiento de su plataforma de comercio electrónico, así como en nuevos formatos de venta más adaptados al entorno urbano o a las nuevas tecnologías. Esto incluye tiendas más pequeñas con funciones logísticas, puntos de recogida rápida, e incluso pruebas con modelos de suscripción para el alquiler de material deportivo.

Además, la empresa trabaja en la integración de datos y tecnologías de inteligencia artificial para mejorar la experiencia del cliente, optimizar el inventario y personalizar las recomendaciones de compra. Esta transición también busca mantener su liderazgo en un sector cada vez más competitivo, donde Amazon y otras plataformas online ganan terreno día a día.

Futuro incierto, pero no inesperado

Aunque la noticia ha causado sorpresa en algunos sectores, los analistas ven el movimiento como una consecuencia lógica del contexto actual. “Las grandes cadenas están siendo forzadas a tomar decisiones difíciles para mantenerse a flote en un mercado cambiante”, señalan desde firmas de consultoría del retail.

Decathlon sigue siendo una marca fuerte y con reconocimiento global, pero como ocurre con muchas otras compañías del sector, deberá seguir adaptándose rápidamente a los nuevos patrones de consumo si quiere mantener su posición en el mercado.

Por ahora, la empresa ha dejado claro que seguirá operando en Francia y en el resto de sus mercados clave, pero con un enfoque más flexible, digital y eficiente. Las 25 tiendas que cierran son solo una parte del plan, y todo indica que el futuro del comercio deportivo dependerá cada vez más del clic que del paseo por el pasillo.

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Alba Carbajal

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