DIA: la alternativa a Fridman se desvanece

El grupo de accionistas liderado por los herederos de Carrefour se divide y renuncia a llevar su propuesta a la junta

Un cartel promocional de DIA en uno de sus supermercados.

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El cronómetro en la puja por DIA sigue corriendo y algunos de sus postores cambian de estrategia. La sindicatura de accionista liderada por los herederos de Carrefour, entre los que está el francés Gregoire Bontoux Halley, más conocidos como la Sindicatura de Accionistas de DIA, esconden sus cartas.

Bontoux decidió el pasado viernes no someter a votación en la próxima junta de accionistas ninguna propuesta para salvar la compañía. La sindicatura, con más de un 3% del capital de DIA, optó por no aportar ninguna salida a la compañía pese a que días antes presionó al consejo con la ejecución de una ampliación de capital exprés (100M) y pese a que cuenta con la fuerza accionarial suficiente como para someter a votación cualquier propuesta.

La decisión llegó tras la poca sintonía que encontró con el consejo de administración, que tiene sobre la mesa su propio plan de negocio para reflotar DIA y cuenta con el visto bueno de la banca acreedora, la parte que enroca el conflicto con Mikhail Fridman. El pool bancario y el magnate ruso deben ponerse de acuerdo sobre si una propuesta intermedia es la solución para sacar a la compañía adelante.

Movimientos en la sindicatura

La Sindicatura de Accionistas estaba compuesta, hasta el pasado jueves, por tres inversores que suscribieron un acuerdo de sindicación de acciones dos días después de que Fridman anunciara sus intenciones de quedarse la compañía por 296 millones de euros (0,67 euros por acción). El ruso ya ha pedido autorización a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), así como otros organismos regulatorios.

La sindicatura estaba liderada por la firma luxemburguesa Naturinvest, vinculada a Carrefour a través del empresario francés Gregoire Bontoux Halley, que reside en España —tiene casa en Barcelona y Madrid — y del que todavía se desconoce qué bando va a escoger cuando toque posicionarse en la junta general de accionistas del próximo 20 de marzo. Bontoux tiene un paquete de acciones superior al 2,94% del capital de la cadena de supermercados y estaba acompañado por otros dos inversores: los hermanos Pedro y Pablo Gómez-Pablos Calvo.

Pero uno de ellos, Pablo Gómez-Pablos, que es accionista de la pesquera canaria Unión Martín, salió de la sindicatura, tal y como recoge la CNMV. Su salida rebajó el capital de la sindicatura sobre DIA hasta el 3,09%. Quien sí siguió junto a Bontoux fue su hermano Pedro Gómez-Pablos, que retiene los títulos de DIA a través de su patrimonial Altocapital Inversiones. Ambos sumaban entonces jueves el 3,24% del capital.

No obstante, los últimos registro del regulador, fechados un día después, el 22 de febrero, afloraron un nuevo movimiento. La sindicatura elevó su participación en la cadena de supermercados, hasta alcanzar el 3,41%, después de que Bountox comprara 20,3 millones de acciones. Es decir, frente a la incertidumbre que pesa sobre el futuro de la compañía – si la ampliación del consejo de administración no sale adelante DIA podría ir a liquidación–, la sindicatura de accionistas aspira a salir ganando después del 20 de marzo. 

Fracaso en la ampliación exprés de 100M

Esta agrupación lanzó el pasado sábado, hace mas de una semana, su propuesta de ampliación exprés de 100 millones de euros a un valor superior a la cotización actual. Pero, tras presionar al consejo de administración para que llevara a cabo esta medida, desistieron. Fuentes conocedoras comentaron a Economía Digital que no era posible hacer realidad la ampliación antes de la junta de accionistas porque existe derecho de pasividad en el consejo (la opa de Fridman ya estaba anunciada) y porque la cúpula de DIA está atada a los bancos por su acuerdo de refinanciación

La sindicatura defendía que la operación era viable porque, según contaron, el consejo de administración de DIA dispone de autorización desde el año 2016 para llevar a cabo una ampliación de capital acelerada sin necesidad de ser aprobada por la junta general de accionistas. Los mismos testimonios defendieron que esta apuesta acercaría las posturas entre el consejo de DIA y Letterone (Fridman), en un momento en el que faltaba un mes exacto para la junta de accionistas y ambas posturas parecían cada vez más lejanas.

Ahora, las alternativas a Fridman se desvanecen a 23 días para la junta de accionistas, que será decisiva para el futuro de la compañía. El último grupo que parece que todavía sigue en la disputa es el que forman los accionistas minoritarios, conocidos como la Asociación de Accionistas Defensores de DIA (AADD), quienes buscan a un caballero blanco que frene a Fridman para mantener la españolidad de la empresa.

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