Digi planta cara a Telefónica, MasOrange y Vodafone y congela precios en 2026
Archivo – Digi
Digi vuelve a marcar perfil propio en el mercado español de las telecomunicaciones y anuncia que mantendrá congelados sus precios durante todo 2026, una decisión que la sitúa de nuevo frente a frente con Telefónica, MasOrange y Vodafone, que ya han avanzado subidas de tarifas para el próximo ejercicio. En un contexto de inflación persistente y de encarecimiento generalizado de servicios, la operadora de origen rumano refuerza su estrategia de bajo coste y lanza un mensaje claro al sector: crecer sin subir precios sigue siendo posible.
Una decisión estratégica en un mercado tensionado
El anuncio llega en un momento clave para el sector, marcado por una creciente presión sobre los márgenes y por una competencia cada vez más concentrada en torno a tres grandes grupos. Telefónica, MasOrange y Vodafone han optado por trasladar parte del aumento de costes a los clientes, apoyándose en la fortaleza de sus marcas y en una oferta convergente cada vez más compleja. Digi, en cambio, ha decidido recorrer el camino opuesto.
La congelación de precios para 2026 no es una medida puntual, sino la continuación de una política que la compañía aplica desde su llegada a España en 2008. En plena crisis financiera, Digi entró en el mercado con tarifas sencillas y ajustadas, y desde entonces ha construido su crecimiento sobre la base de no encarecer sus servicios, incluso cuando el resto del sector sí lo hacía.
Desde la dirección de la compañía insisten en que la coherencia es clave, y que mantener la confianza del cliente pasa por cumplir las promesas realizadas. La empresa considera que renunciar a subidas de precios es una inversión a largo plazo, especialmente en un mercado donde el consumidor es cada vez más sensible al coste mensual de sus servicios de telecomunicaciones.
Diecisiete años creciendo sin subir tarifas
Digi se ha consolidado como el operador que más crece en España, tanto en líneas móviles como en banda ancha fija. Con más de 10,2 millones de clientes, se ha convertido en el cuarto gran actor del mercado, solo por detrás de Movistar, MasOrange y Vodafone. Ese crecimiento se ha producido sin campañas agresivas de marketing, apoyándose casi exclusivamente en el boca a boca y en una política de precios clara.
La compañía presume de no haber incrementado nunca sus tarifas, y de haber mejorado año tras año las condiciones de sus productos. Lejos de recortar prestaciones para contener costes, Digi ha ido ampliando los gigas incluidos, las velocidades de fibra y los servicios asociados, manteniendo el precio como principal argumento comercial.
Este enfoque ha permitido a Digi captar clientes de todas las grandes operadoras, especialmente en momentos en los que Movistar, Orange o Vodafone anunciaban revisiones al alza de sus tarifas. En ese escenario, la propuesta de Digi ha actuado como refugio para usuarios descontentos con las subidas, reforzando su imagen como alternativa real a los grandes grupos.
Presión directa sobre Telefónica, MasOrange y Vodafone
La decisión de Digi contrasta de forma directa con la estrategia del resto del sector, que ya ha comunicado incrementos de precios para 2026. Orange ha adelantado una subida media cercana al 3,8%, Vodafone España ha situado el aumento en torno al 3,9% y Movistar prepara revisiones que rondan el 4%. Estas subidas afectan tanto a marcas principales como a segundas marcas en algunos casos.
Digi se sitúa así a contracorriente del mercado, reforzando su papel como elemento desestabilizador de un sector tradicionalmente acomodado. Su política obliga a las grandes operadoras a justificar mejor sus incrementos de precios y a reforzar el valor añadido de sus ofertas para evitar fugas de clientes.
En un entorno cada vez más concentrado, con fusiones y adquisiciones que reducen el número de competidores, la presencia de Digi actúa como contrapeso. Su estrategia introduce tensión competitiva y limita la capacidad de los grandes grupos para subir precios sin asumir un coste en términos de pérdida de clientes.

Mejores tarifas sin tocar el precio
La congelación de precios no implica inmovilismo en la oferta, según recalca la propia compañía. Digi ha seguido ajustando sus tarifas durante los últimos meses, aumentando los gigas incluidos y mejorando las condiciones de productos clave como IlimiTODO, una de sus tarifas más populares con datos y llamadas ilimitadas.
También ha reforzado su propuesta en fibra óptica, ampliando su red propia y ofreciendo velocidades más altas a precios que siguen por debajo de la media del mercado. Esta combinación de inversión en infraestructuras y control de precios ha sido uno de los pilares de su crecimiento sostenido.
La operadora defiende que su modelo operativo le permite mantener esta política, gracias a una estructura de costes más ligera, a una oferta menos fragmentada y a una menor dependencia de campañas promocionales costosas. Para Digi, la eficiencia interna es la clave que hace viable no trasladar subidas al cliente final.
Un mensaje claro al consumidor y al sector
El anuncio de que no habrá subidas en 2026 refuerza la identidad de marca de Digi, que se posiciona como defensora del bolsillo del consumidor en un momento de incertidumbre económica. La compañía sabe que este mensaje tiene un fuerte impacto en un mercado donde la fidelidad es cada vez más frágil.
Para los clientes actuales, la decisión supone estabilidad y previsibilidad, dos valores muy apreciados en un servicio esencial como las telecomunicaciones. Para los potenciales nuevos usuarios, la congelación de precios actúa como un poderoso incentivo para cambiar de operador.
A nivel sectorial, la estrategia de Digi reabre el debate sobre los límites de las subidas de precios, y sobre si el modelo de negocio de las grandes telecos es sostenible sin recurrir de forma recurrente al encarecimiento de tarifas. La operadora rumana demuestra que existe otra vía, basada en volumen, eficiencia y simplicidad.
Un 2026 clave para el equilibrio del mercado
El próximo año será determinante para comprobar hasta qué punto Digi puede seguir ganando cuota mientras sus rivales ajustan precios al alza. Si la tendencia de captación se mantiene, la presión sobre Telefónica, MasOrange y Vodafone podría intensificarse, obligándoles a replantear parte de su estrategia comercial.
Digi, por su parte, parece cómoda en su papel de outsider, aprovechando cada movimiento de sus competidores para reforzar su posición. La congelación de precios en 2026 no es solo una decisión comercial, sino una declaración de intenciones: seguir creciendo sin renunciar a su ADN low cost.
En un mercado cada vez más competitivo y concentrado, la apuesta de Digi vuelve a situarla en el centro del tablero. Mientras las grandes telecos suben tarifas para proteger márgenes, la operadora rumana redobla su desafío y demuestra que, al menos por ahora, plantar cara sigue siendo rentable.