El Corte Inglés reabre entre cordones y guantes de seguridad

“El objetivo era subir la persiana, aunque fuera a pérdidas", dice la patronal. Otras firmas, como Mango e Ikea, abren entre fuertes medidas de control

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Dos meses después de que se decretase el estado de alarma, los comercios de más de 400 metros cuadrados volvieron a subir la persiana este lunes. Lo hicieron todavía muy lejos de las condiciones previas a la pandemia y aspiran a poder relajar las medidas de seguridad en el camino hacia la “nueva normalidad”. El pistoletazo inicial lo protagonizó El Corte Inglés, que abrió todos sus centros –más allá de las plantas de supermercados y electrónica– por primera vez desde marzo.

Fuentes de la compañía explican a Economía Digital que se habilitaron 400 metros cuadrados en todos los establecimientos que tienen repartidos por la geografía española. El acceso se delimitó con catenarias (cordones de seguridad) y se realizó un control de aforo en la entrada. Además, se obligó a los clientes a utilizar geles desinfectantes y ponerse guantes al entrar al comercio. “También se han habilitado puntos de espera, mamparas para los trabajadores y vinilos informativos”, añaden desde la firma que preside Marta Álvarez.

Con la superficie restringida, El Corte Inglés habilitó un pequeño muestrario para sus clientes en el espacio disponible. En el centro comercial de Goya (Madrid) el protagonismo se lo llevaban la parafarmacia, los bolsos, las gafas de sol y los sombreros. En el de Plaza Cataluña (Barcelona) la atención era para una selección de moda de mujer y niño. “Se dejó al criterio del director de cada establecimiento”, justifica la empresa.

Sin probadores y sin la mayoría de artículos a la vista, los grandes almacenes también instalaron varias tabletas electrónicas para que los clientes pudieran adquirir los productos que deseasen a través del servicio Click & Collect. Tras cerrar la adquisición se les indicaba el lugar y la hora en la que podían recoger su pedido.

Esta semana, Mango tendrá abiertas casi la mitad de sus tiendas en España

La organización camina así hacia el retorno de la actividad después de ver como las ventas de los centros comerciales caían hasta alrededor del 35% de la facturación normal. Junto a la comercialización online, en el grupo alcanzan un 50% de las ventas habituales, un dato con el que se muestran satisfechos.

Otra de las firmas que aceleró este lunes en su vuelta a la normalidad fue la cadena de moda Mango. La marca fundada por Isak Andic ya abrió alrededor de 60 tiendas en las provincias que saltaron a la fase 1 y entre este lunes y el miércoles prevé elevar la cifra hasta las 160; algo menos de la mitad de los 400 establecimientos que tiene en España. Quedaron fuera, por ejemplo, las que se ubican en centros comerciales y aeropuertos.

Un portavoz de la compañía explica a este medio que se delimitó el espacio como marca la ley y se logró que todas los locales abiertos al público pudieran contar con la nueva colección. Mientras, los artículos que quedaban fuera de la zona habilitada se podían adquirir a través de la venta asistida por iPad que la empresa tiene en marcha desde ya hace tiempo.

Ikea activa el servicio de Click & Collect en todos sus establecimientos

Mismo rumbo tomó el gigante del hogar Ikea. «Tras la modificación publicada por el Gobierno en el BOE, Ikea ha reactivado el servicio de Click & Collect para que se puedan recoger los pedidos en nuestras tiendas», informan desde la organización sueca. Su implementación será progresiva: hasta el miércoles no estará activa en la totalidad de centros.

La reapertura física no se producirá de forma uniforme. Sin dar ubicaciones concretas, desde la compañía avanzan que a partir del martes se abrirán «la mayor parte de las tiendas para venta directa, con un espacio de máximo 400 metros cuadrados y aforo limitado a un máximo de 30 clientes a la vez dentro del establecimiento».

La patronal aboga por abrir, aunque sea a pérdidas

La vuelta a la actividad está impulsada desde la patronal. La Asociación Nacional de Grandes Empresas de Distribución (ANGED) asegura a Economía Digital que el objetivo era subir la persiana «aunque fuese a pérdidas». «Si este lunes todavía quedan algunos establecimientos por abrir, lo harán en breves», añade.

Hasta el sábado, las empresas no conocieron las condiciones en las que podían retomar el negocio. El Ministerio de Sanidad anunció el fin de semana el permiso, pues antes del cambio de regulación, las mayores superficies comerciales debían esperar hasta la fase 2, como mínimo, para que sus clientes pudieran acceder a los establecimientos. 

ANGED lamenta el cepo impuesto a las tiendas más grandes y tildó de «discriminación» la normativa, más teniendo en cuenta su capacidad para garantizar una mayor distancia de seguridad entre personas. Un portavoz insiste en que los establecimientos de mayor tamaño «cumplen con todas las condiciones de seguridad e higiene» y lamentó el agravio con las grandes superficies de alimentación, que nunca cerraron durante el estado de alarma y funcionaron perfectamente.

En su listado de quejas, la patronal lamentó las restricciones del Gobierno de Pedro Sánchez en comparación con otros países europeos. «Alemania, por ejemplo, permitió la actividad comercial desde el primer día a los establecimientos de menos de 800 metros cuadrados», compara. Mientras, ni en Francia ni en Italia se impusieron limitaciones generales de espacio, aunque en el país transalpino las autoridades regionales de Lombardía sí aplicaron recortes al retorno.

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