El gobierno de Susana Díaz esconde a toda prisa el caso del jamón podrido

La Junta de Andalucía destruye en tiempo récord los 11.000 ibéricos putrefactos descubiertos en Granada y oculta las marcas y empresas implicadas

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La Junta de Andalucía de Susana Díaz oculta a toda prisa las primeras ramificaciones de la enorme trama delictiva que comercializa con carne y jamón podridos en media España, tal como destapó Economía Digital.

El gobierno andaluz ha ordenado la destrucción de casi 11.000 piezas de jamón y embutidos podridos, caducados y en mal estado en la investigación por la mayor trama contra la salud pública detectada en España en los últimos años.

La rápida destrucción de mercancía se ha realizado sin autorización judicial y sin haber avisado ni a la fiscalía ni a ningún juzgado de guardia, según ha podido saber este medio a través de fuentes cercanas a la operación.

La actuación contrasta con las rápidas diligencias abiertas por el gobierno valenciano, que judicializó el caso y solicitó la emisión de una alerta sanitaria para advertir sobre el peligro para la salud pública que suponen ocho marcas de jamones y embutidos, todos ellos relacionados con Comapa, el principal distribuidor de ibéricos de España.

Pero la secretaria general de Salud Pública, dirigida por Josefa Ruiz Fernández, optó por destruir toda la mercancía. Fuentes de la investigación justificaron la rápida destrucción porque no se había detectado la trazabilidad de los productos. Por tanto, ni siquiera se han hecho atestados ni se ha iniciado una investigación.

Pero en los videos difundidos por la Guardia Civil de la operación se pueden comprobar fácilmente la trazabilidad de los productos que contaban con todas sus etiquetas y, por tanto, resultaba fácil de comprobar la procedencia de la mercancía.

La consejería de Sanidad de la Junta de Andalucía, dirigida por Marina Álvarez Benito, no ha contestado a ninguna de las preguntas formuladas por este diario. El gobierno andaluz no ha aclarado por qué no ha activado una alerta sanitaria en la que se informase a los consumidores y a los técnicos sanitarios sobre los peligros que comportan las marcas incautadas.

Todo lo contrario: la Junta no ha hecho públicas las marcas y las empresas inspeccionadas, aunque de los videos grabados por la Guardia Civil en el operativo se pueden distinguir los logos y las etiquetas de Comapa.

La trama de los jamones podridos

Dos juzgados españoles investigan la mayor trama contra la salud pública descubierta en los últimos años. Una treintena de empresas se lucran con la venta de productos en mal estado procedentes de los supermercados y que no han podido ser vendidos.

La red adultera y reenvasa los productos para venderlos como si se tratara de productos frescos y con una fecha falsa de caducidad, un año posterior a la real.

Jamón con excremetos de ratas encontrado en las naves clandestinas de la trama.

Jamón con excremetos de ratas encontrado en las naves clandestinas de la trama

La Junta de Andalucía no ha querido judicializar el caso como sí se hizo en las ramificaciones de la trama en la Comunidad Valenciana y en Extremadura, donde dos juzgados investigan la compleja red empresarial que ha montado un negocio millonario con la venta de comida podrida y en condiciones peligrosas.

El gobierno de Susana Díaz ha asegurado que ha inspeccionado la fábrica Oro de Granada, perteneciente al grupo Comapa y denunciada por fabricar jamones con gusanos que son vendidos en Carrefour. Pero los equipos no encontraron ninguna irregularidad y, por tanto, no han abierto expedientes contra la empresa.

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