El interés de los inversores de EEUU: ni BCN, ni Madrid, sino una España en crisis

La rebaja de los costes laborales, la excelencia de las infraestructuras y la reforma financiera son algunos de los atractivos para los empresarios norteamericanos

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¿Dónde reside el atractivo del mercado español? “No hay un interés específico en una región, como Barcelona o Madrid, sino en España”, detalla el consejero comercial de la embajada de Estados Unidos (EEUU) en España, Robert Jones.

Pero, ¿por qué? La respuesta está en la crisis, que se ha convertido en el mayor gancho para atraer a los inversores norteamericanos hacia el mercado español. Que la economía española entrara en recesión ha supuesto para los inversores extranjeros una oportunidad, en lugar de un impedimento, para crecer y hacer negocio. El país es ahora más barato.

Puntos fuertes

Las razones son varias. “En España ahora se presentan muchas ventajas. Los costes laborales son menores, las infraestructuras son excelentes, es un país más competitivo y la reforma financiera ha hecho a los bancos más fuertes”, subraya Jones. El mercado español se ha erigido, dentro de Europa, en el puente o la plataforma para entrar en otros mercados.

Un claro ejemplo es el de la multinacional automovilística Ford. La compañía ha optado por cerrar la planta que tenía en Bélgica y aumentar la producción en España. Más concretamente, en la factoría de Almussafes (Valencia). España se utiliza como base para exportar a otros países al ser el cerebro comercial de varias empresas.

Las pymes también llegan a España

Fruto de estas facilidades, actualmente cerca de 600 firmas norteamericanas están presentes en España. Los sectores que más apuestan por este mercado son la industria aeronáutica, las telecomunicaciones y las empresas dedicadas a las infraestructuras, en una primera ola de interés, señala el diplomático estadounidense. A este grupo se han sumado, después, otras pequeñas y medianas empresas que se aventuran a probar suerte.

Parte del incremento se cierne no sólo en los puntos fuertes que presenta España en materia económica y financiera, sino también en otra vertiente más cultural que llama la atención de muchos inversores. “Los estadounidenses buscan socios en España como un nexo para llegar a América Latina”, detalla el portavoz de la embajada. El idioma fomenta los intercambios comerciales y es otro atractivo más en esta ecuación.

La política, a un lado

Como el interés recae, fundamentalmente, en una España en crisis, el proceso político catalán pasa desapercibido para el empresario norteamericano. “El asunto político (la hipotética independencia de Catalunya) es otra cosa. Los empresarios siempre se van a enfocar más en las oportunidades que ofrece un país y España es ahora una oportunidad”, insiste Jones.

Se quedan al margen de cualquier debate nacionalista, sin que ello impida ubicarse en una ciudad u otra. “Depende de la empresa y el sector que localizarse en un lugar en concreto”, matiza. No existe, de momento, ningún temor a que la corriente separatista que defiende el presidente catalán, Artur Mas, ahuyente a las empresas. El interés de los inversores cambiará si el potencial económico de Barcelona, en particular, y de Catalunya, en general, disminuye de forma destacada.

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