Ferrovial afirma que las medidas del Gobierno contra la inflación crean «incertidumbre»

La alta inflación que España soportará hasta finales de 2022 será un lastre para muchas empresas

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La inflación promete no dar tregua a las grandes empresas españolas, sobre todo en suelo español. En el segmento constructor, Ferrovial ha señalado recientemente que espera algunas medidas por parte de la administración pública, porque de lo contrario su negocio seguirá sufriendo debido a los altos precios. Básicamente porque los costes energéticos no tienen prevista una remisión de precios inmediata.

El Ejecutivo de Pedro Sánchez sostiene que de cara a 2023 la inflación tendrá una subida que, en el peor de los casos, alcanzará el 2%. El problema es que para eso falta más de medio año donde los costes seguirán descontrolados, sobre todo porque los precios de la luz, pese a las medidas adoptadas, seguirán en precios anormalmente altos.

Y es que el Gobierno lleva un mes trasladando la idea de que con la ‘excepción ibérica’, que pone un tope al precios del gas con el que funcionan los ciclos combinados, habrá una importante bajada de precios de la luz, y eso repercutirá en el coste de la vida y la inflación. El problema es que dicha medida no es milagrosa, y el impacto no tendrá la sonoridad que se espera.

Ante este escenario, el CEO de Ferrovial Construcción, Ignacio Gastón, explicaba hace unos días en una conferencia con analistas que le resultaba muy complejo dar predicciones de futuro sobre los márgenes que obtendrá la compañía en los próximos años en este segmento debido a las incertidumbre de futuro.

El responsable de esta división asegura que esperan tener un margen sobre EBIT del 3,5% para 2024, y que esas valoraciones están recogidas en su plan estratégico, pero lanzó un mensaje de alerta al señalar que las actuales incertidumbres son casi más elevadas que la de meses anteriores.

Desde Ferrovial sostienen que en el primer trimestre de 2022 ya ha habido un fuerte impacto en el desempeño del negocio debido a la inflación, y ahora añaden a la ecuación el ingrediente de las medidas públicas que se deben adoptar para intentar enderezar la situación. En este sentido, el máximo responsable de Ferrovial Construcción asegura que también existen muchas incertidumbres por parte de los movimientos que desarrollará el Gobierno de España, y cómo afectará a la inflación.

Medidas que afectan a Ferrovial

El conjunto de las constructoras españolas, entre las que se encuentra Ferrovial, quieren que algunas medidas que se han tomado recientemente puedan aplicarse al conjunto de las administraciones públicas, y no solo al ámbito nacional. Esto hace referencia a las cláusulas de revisión de precios de contratos públicos, que se desarrolló mediante real decreto, y tras las crisis inflacionaria, pero que dejó a parte de la administración local fuera de esto.

Los constructores afirman que la situación es preocupante porque la mayoría de las obras que se están ejecutando este año se pujaron con los precios del pasado año. Según el gremio, la subida «vertiginosa» de los hidrocarburos, la energía y las materias primas, provocan, que las empresas se vean abocadas a firmar contratos en condiciones insostenibles.

Negro sobre blanco

Por lo que respecta a las cuentas del primer trimestre, Ferrovial obtuvo un resultado bruto de explotación (Ebitda) de 133 millones de euros en el primer trimestre del año, lo que supone un alza del 4,7% respecto al mismo periodo del año pasado, impulsado por el desempeño de sus autopistas en Estados Unidos y Canadá, así como por el avance de las ventas en su negocio de construcción.

A pesar del impacto que produjo la variante ómicron y las condiciones climatológicas en la movilidad, sus carreteras I-77, NTE y 407 ETR alcanzaron los niveles anteriores a la pandemia e incluso llegaron a superarlos en algunos casos, al mismo tiempo que subieron las tarifas, impulsando las ventas de estas autopistas hasta cerca de un 50%.

Las ventas del grupo ascendieron a 1.573 millones de euros, un 7% superiores en términos comprables, con una liquidez actual de 6.456 millones de euros y una caja neta ex proyectos de infraestructuras de 2.204 millones de euros, incluyendo operaciones discontinuadas. La deuda neta consolidada se mantiene en torno a los 4.500 millones de euros, sin apenas variación.

Al margen de las autopistas, su división de aeropuertos mostró una mejoría en este periodo, tras multiplicar el aeropuerto londinense de Heathrow por tres sus ventas, hasta los 516 millones de euros, acompañados de un incremento del 238% de los ingresos de sus aeropuertos AGS (Aberdeen, Glasgow y Southampton).

Y sobre la actividad constructora

La división de construcción elevó un 4,3% sus ventas comparables, gracias a su filial polaca (Budimex), que incrementó un 28,4% sus ingresos hasta marzo. De hecho, el 83% de los ingresos del negocio correspondieron a la actividad internacional, especialmente en Polonia y Estados Unidos.

No obstante, el Ebitda de esta actividad retrocedió un 23%, hasta los 36 millones de euros, lo que arroja un margen del 2,6%, frente al 3,7% de hace un año. Los directivos de la empresa han explicado en una conferencia con analistas que esta caída se debe al incremento del coste de los materiales, principalmente en Polonia por su cercanía a Ucrania, y al precio de la energía en España, provocando la inflación en su conjunto un impacto de 10 millones de euros en este primer trimestre.

La cartera de proyectos de construcción se situó en 12.231 millones de euros, lo que supone un nuevo máximo histórico para la empresa, de los que el 41% se ubica en Estados Unidos, el 25% en Polonia y el 15% en España, principalmente.

Raúl Masa

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