Golpe al ladrillo: otra gran empresa del sector entra en concurso de acreedores
La empresa entra en concurso de acreedores solo cuatro años después de su fundación
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La complicada situación del mercado de la vivienda está pasando factura al sector inmobiliario, empujando a varias empresas a declararse en concurso de acreedores. Los promotores han lanzado una seria advertencia: la continua escalada de los precios en los últimos años podría provocar un desplome de la demanda y un colapso del mercado que frenaría la actividad constructora en los próximos ejercicios.
En este escenario, los promotores temen que un eventual colapso deje a numerosas compañías del sector en una situación crítica ante la falta de compradores. Entre los factores que han conducido a este panorama destacan la dificultad para disponer de suelo edificable y las crecientes trabas para acceder a la financiación necesaria para adquirir una vivienda.
Miñasan 2000, en concurso de acreedores
Es el caso de Miñasan 2000, que ha entrado en concurso de acreedores voluntario, un golpe que se produce tan solo unos pocos años después de su fundación. En este contexto, el Juzgado Mercantil número 1 de Las Palmas ha optado por reconocer la insolvencia de la constructora, arrancar la fase de liquidación y cesar a los administradores Javier Miñana y Juan Antonio Santana, tal y como recoge Atlántico Hoy.
Miñasan 2000 centraba su actividad en la construcción de edificios, pero también en la restauración y conservación de inmuebles
La compañía centraba su actividad en la construcción de edificios, pero también en la restauración y conservación de inmuebles. La firma constructora, que tenía su sede emplazada en la localidad canaria de Telde, había llegado venía registrando unas ventas anuales por valor de medio millón de euros.
El caso de Miñana 2000 no es aislado, el pasado verano la compañía Construcciones Lurtxori también se vio obligada a entrar en concurso de acreedores a raíz de la delicada situación económica que atravesaba. Así lo ha dictaminó el Juzgado Mercantil número 2 de Bilbao, que también designó como administrador del concurso al abogado Aitzol Asla Uribe.
Desde que se fundó en 2012, la firma radicada en Bilbao había centrado su actividad en la rehabilitación de fachadas y cubiertas, así como la instalación de ascensores. Para ello, se dedicaba a la montura de aislamientos sate, la ventilación de fachadas, el cambio de la estructura del tejado o el cambio de cubierta integral.
Una situación preocupante
Las declaraciones de quiebra de las empresas españolas no hacen más que crecer. A lo largo de 2024, la cantidad de compañías que se han visto en esa situación se han incrementado un 26% hasta alcanzar las 6.690 insolvencias.
La cifra de insolvencias es la más alta de la última década
Así lo revelan los datos recogidos en el informe ‘Global Bankruptcy Report 2025’, elaborado por Informa D&B, que revelan que la cifra es la más alta de la última década y sitúan a España como el país con el segundo aumento más elevado en Europa, solo superado por los Países Bajos.
Entre las razones señaladas en el estudio para explicar la situación actual, se destaca el impacto de la Ley Concursal de 2022. Según el análisis, muchas empresas que intentaron reestructurarse bajo esta nueva normativa sin éxito contribuyeron al aumento de los concursos registrados el año pasado.
Por otro lado, el complejo contexto geopolítico (marcado por los conflictos en Europa del Este y Oriente Próximo, así como por la guerra comercial promovida por la administración estadounidense de Donald Trump) no ofrece un panorama alentador, ya que se espera que complique aún más las condiciones operativas de las compañías.
La volatilidad comercial, las restricciones financieras y la incertidumbre global hacen prever que las quiebras empresariales en España seguirán en aumento durante el próximo año.
