Grifols modifica el reglamento de su consejo en plena guerra con Gotham

La farmacéutica define las características de la comisión ejecutiva, un órgano que, por ahora, no tiene

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, durante la Junta General de Accionistas del año 2023. EFE/Andreu Dalmau Gotham City

El presidente ejecutivo de Grifols, Thomas Glanzmann, junto a algunos miembros del consejo de administración. EFE/Andreu Dalmau

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Grifols modifica el reglamento de su consejo de administración, en plena crisis de gobernabilidad por las acusaciones de Gotham City Research. La farmacéutica catalana actualiza el documento jurídico para definir las características de la comisión ejecutiva, una subórgano del consejo que, por ahora, no tiene. 

Según la documentación comunicada a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, “en caso de existir” dicha comisión estaría compuesta por “al menos dos consejeros no ejecutivos, siendo al menos uno de ellos independientes”. La normativa anterior no especificaba los perfiles a incluir en este comité y se limitaba a indicar que deberían de “reflejar razonablemente la composición del consejo y el equilibrio establecido en este órgano entre consejeros ejecutivos, dominicales e independientes”.

Un órgano para delegar

Ni en la página de web de Grifols ni en su informe de gobierno corporativo se habla de la existencia de una comisión ejecutiva. Normalmente, se trata de un órgano colegiado supervisor, con unas facultades similares a las de un consejero delegado. El reglamento de la farmacéutica indica que este órgano serviría al consejo de administración para delegar facultades “salvo las que legal o institucionalmente sean indelegables o las que no puedan ser delegadas por virtud de lo dispuesto en el presente reglamento”. 

Grandes empresas del Ibex tienen comisiones ejecutivas dentro de su consejo, como es el caso, por ejemplo, de Caixabank. En dicho órgano del banco catalán se sientan su presidente, José Ignacio Goirigolzarri, el consejero delegado y consejero ejecutivo, Gonzalo Gortázar; un consejero dominical y cuatro independientes. 

La modificación del reglamento del consejo coincide con los recientes cambios en la gobernanza del grupo. Recientemente, la empresa anunció que Víctor, Raimon y Albert Grífols, los tres miembros de la familia Grifols con silla en el consejo de administración, perdían su etiqueta de ejecutivos y pasaban a ser consejeros dominicales.

Fuera del consejo de administración, los Grifols también renunciaron a sus cargos en el equipo directivo. Hasta la fecha, Raimon Grifols actuaba como director general corporativo y Víctor Grífols Deu ocupaba la dirección operativa. En paralelo, Grifols fichó a Nacho Abia, histórico directivo de Olympus, como consejero delegado. 

Todos estos cambios se aceleraron con la publicación del informe de Gotham City Research, que ha puesto en entredicho la gobernanza del grupo, tras acusar a la empresa de maquillar sus cuentas a través de operaciones vinculadas con Scranton, el holding participado por la familia Grifols que posee un 8% de las acciones del grupo. 

El fondo de Daniel Yu hundió la cotización de la empresa, ya debilitada por su elevada deuda, de modo que agilizó la transición hacia la profesionalización de la compañía, iniciada en otoño de 2022, cuando Víctor Grífols Roura dejó la presidencia ejecutiva, dando entrada a Steven Meyer, el primer presidente ajeno a la familia fundadora; para intentar contentar a los mercados. Tras los nombramientos, las acciones subieron un 4%. 

Grifols y Gotham han vivido esta semana otra ronda de su batalla particular, con la publicación de un segundo informe de la firma estadounidense. En el documento, Gotham lanzaba a la farmacéutica especializada en medicamentos a base de plasma 7 preguntas que volvieron a poner su relación con Scranton en el ojo del huracán.

Sede central de Grifols en Sant Cugat del Vallès. Grifols

La catalana sufrió un bajón de su valor en bolsa a la apertura del mercado de hasta un 7%, pero, después de volver a negar las afirmaciones de la bajista y de tacharlas de “malintencionadas”, el grupo volvió a escalar, cerrando la sesión en apenas un 0,36% negativo. No sería de extrañar que el fondo quisiera bajar su cotización para deshacerse de la posición bajista que todavía conservaba. 

En este sentido, y tras la debacle inicial en enero, la empresa que preside Thomas Glanzmann lleva semanas recuperando terreno en los mercados. En el último mes, las acciones de la empresa se han elevado un 21%, hasta alcanzar los 11,50 euros por acción registrados este viernes. Sin embargo, sigue muy por debajo de los 14,24 euros que cotizaba antes del informe de la bajista.

La próxima semana será clave para el grupo catalán. Grifols presentará los resultados del ejercicio 2023 el jueves 29 de febrero, teniendo una nueva oportunidad de convencer a los mercados de su buen gobierno y del correcto desarrollo de la empresa. 

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