Guerra del fútbol: Telefónica debe compartir los derechos con Orange hasta 2023

El regulador se pronuncia en una semana convulsa para los operadores

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Son semanas convulsas en torno a los derechos del fútbol, Telefónica y el resto de operadores. Orange encendió la mecha este jueves, después de que su consejero delegado se quejara de la fórmula del fútbol que marca la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), por la que le da permiso a acceder a estos derechos, pero a cambio debe pagar un precio determinado a la compañía dominante. Para añadir más leña al fuego y terminar de enfadar al resto de las partes, el organismo regulador acaba de sentenciar que la operadora azul, la dueña de los derechos, seguirá estando obligada a compartirlos con sus rivales, quiera o no, hasta 2023.

La agencia EFE publica este sábado que Telefónica presentó un escrito ante CNMC para levantar el compromiso de compartir derechos, de acuerdo a fuentes del organismo regulador.

La noticia salta solo un día después de que el consejero delegado de Orange España, Jean-François Fallacher, expresara su rechazo a la fórmula aplicada para el pago de derechos. Los argumentos de Orange, en esencia, son que la fórmula no tiene en cuenta solo a los clientes reales de fútbol y, por tanto, les penaliza porque pagan por los clientes totales de televisión sin tener en cuenta que, por ejemplo, han contratado únicamente el servicio que ofrece series y películas.

Vodafone dejó de emitir El Partidazo, la Champions League y los partidos de la Liga Santander

La queja de Orange no es la única del único rival de Telefónica. Vodafone, el último de los tres grandes operadores de telecomunicaciones en España, ya se desvinculó del fútbol entre 2018 y 2019.

El operador británico primero dejó de emitir El Partidazo (encuentro que ofrece al Real Madrid o Barcelona por jornada) y la Liga de Campeones. Más tarde abandonó los ocho partidos de La Liga Santander. La consecuencia inmediata fue la fuga de clientes de pago en televisión, aunque en los últimos años ha empezado a remontar el vuelo.

El ex consejero delegado de Vodafone España, Antonio Coimbra, fue una de las primeras voces que alertaron de la espiral inflacionista en la que habían entrado los derechos. Afirmó en 2019 que si hubieran seguido con las emisiones de fútbol, por ese concepto, habrían gastado 330 millones de euros, pero solo hubieran ingresado 300. La apuesta no era rentable.

La situación ha provocado que ahora mismo sea únicamente Orange quien pague a Telefónica por los derechos del fútbol (aproximadamente 300 millones de euros al año).

Telefónica no quiere seguir ‘atada’

La fórmula no convence a nadie. Telefónica quiere terminar con este compromiso, porque compartir los derechos limita su mercado y, además, debe pelear comercialmente con los rivales con quien comparte los derechos.

El problema se agrava todavía más por las obligaciones y limitaciones que la compañía tiene para lanzar campañas comerciales agresivas en precio por su condición de operador dominante.

Y es que la multinacional española lidera el mercado con una cuota del 77 % en televisión de pago entre las telecos, según la CNMC. Ingresó en 2019 por televisión 1.737 millones; Vodafone, 201,9; y Orange, 157,3.

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