Huguet reclama que las administraciones primen la moto eléctrica en sus adjudicaciones

Se fabricarán un millar de unidades, pensadas para redes de distribución,  durante el año que viene

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El conseller d’Innovació, Universitats i Empresa, Josep Huguet, apuesta fuerte por la nueva motocicleta eléctrica fabricada desde Cataluña. Tanto que ha insinuado que las administraciones deberían optar por estas contrataciones e incluso hacerlas sin conclurrencia de ofertas en función de la innovación que significan. Y añadió que esta posibilidad la contempla perfectamente Europa.

Catalunya aspira a ser la impulsora de la primera motocicleta eléctrica ligera producida industrialmente. El proyecto MIUS (Movilitat Individual Urbana Sostenible) producirá durante 2011 su primer millar de motocicletas eléctricas totalmente diseñadas y fabricadas en Catalunya. Quizás por ello, Huguet, ha aprovechado la ocasión para sacar pecho ante este proyecto “100% made in Catalunya”.

El MIUS es fruto de la colaboración de seis empresas del sector de las dos ruedas: Rieju, Aranetech Ingeniera, Jjuan, Guilera, Beon Automotive y Advaced Frame Technology, todas ella integradas en el cluster catalán de la moto.

Entre las innovaciones que tendrá la moto se sitúa un peso de 85 quilos, parecido al que tienen estos mismos vehículos con motor de explosión y la mitad que la mayoría de las motos eléctricas que se comercializan. Su autonomía da para 45 kilómetros urbanos y la velocidad tope llegaría a los 75 kilómetros por hora. La batería puede estar recargada en 6 horas y el respostaje se realiza en enchufes convencionales.

El proyecto MIUS ha supuesto una inversión directa de 1,5 millones de euros, y ha contado con la ayuda del Departamento que comanda Josep Huguet. No obstante, se considera que las inversiones inducidas llegarían a los 6,5 millones de euros en esta primera etapa.

La idea de los impulsores del proyecto es que inicialmente los compradores de este tipo de motos sean las redes de transporte urbano, incluyendo en ellas las administraciones públicas. A pesar de que se calcula que el precio podría oscilar entre los 4.000 y los 4.500 euros, los estudios previos consideran que por lo menos sale 6 veces más barata de mantenimiento y gasto energético que una moto convencional.

Huguet hizo un llamamiento a las instituciones públicas catalanas a comprar esta nueva moto en función de que incorpora innovaciones tecnológicas y mejoras medioambientales. En este sentido apuntó que se podrían realizar lo que llamó “compras pre competitivas”, es decir compras directas sin realizar los concursos usuales.

Grave crisis

Inocencio González, gerente del clúster de la moto ha valorado positivamente la iniciativa, teniendo en cuenta que Catalunya está especializada en diseño y producción de motos pequeñas “se ha de pensar que la crisis de los coches es broma comparada con la que soportamos las empresas de fabricación de motos. Las caídas han sido del 60%, seguidas posteriormente de otras del 20 y el 30%”. Por tanto, una actuación como la producción de motos eléctricas puede suponer un revulsivo para este sector. Más si se tiene en cuenta que se producirán en Figueres y que los proveedores de los principales componentes serán todos catalanes.

El sector de la moto pequeña en Catalunya va tan mal que “cuando matriculamos 30 unidades para una demostración se disparan los índices”. Dijo González, que recriminó que la ley estatal ha agravado aún más al sector de las dos ruedas al elevar de 14 a 15 años la edad mínima para conducir ciclomotores.

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