Iberdrola y Enel se lanzan a por los 350.000 millones del plan fiscal de Biden

La energética española ha puesto el foco en Estados Unidos, y gracias a las ayudas fiscales refuerza su posición a largo plazo

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán. Iberdrola.

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán. Iberdrola.

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Desde hace meses Iberdrola reparte los huevos en cestas muy bien seleccionadas. Estados Unidos se ha convertido, de esta manera, en un lugar preferente. Sus planes fiscales milmillonarios son un gran reclamo para las grandes energéticas europeas. Pero no solo hay que querer, sino estar bien posicionado y poder. La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán se acopla en ambos sentidos. 

Según un reciente informe publicado por Bloomberg NEF, la división especializada en energía, y al que ha tenido acceso ECONOMÍA DIGITAL, la denominada Ley IRA (‘Inflation Reduction Act’) en Estados Unidos empieza a despejar las dudas sobre quiénes son las empresas mejor posicionadas para acceder a los cerca de 350.000 M€ ($369 billon) que hay en juego

La norma, que fue promulgada el pasado mes de agosto, incentiva que los nuevos gastos públicos se encaminen hacia la reducción de emisiones, y pretende catalizar las inversiones privadas, así como fomentar las inversiones internacionales. Todo ello, mediante importantes créditos fiscales para generar dicha atracción corporativa. 

En lo que afecta a la energética española, los analistas estiman que serán las empresas enfocadas al desarrollo renovable las que saquen mayor beneficio. En este caso, Iberdrola ya tiene una posición de privilegio en Estados Unidos.  

Y es que no solo se trata de un plan de incentivos fiscales, sino que a nivel administrativo en EEUU han hecho una apuesta por este tipo de tecnologías, como es el caso de la eólica marina, donde Iberdrola compite de manera directa con Orsted, EDP y EDF

En todo caso, el impulso de la Ley IRA es la que debe favorecer, sobre todo, la inversión en las cadenas de suministro para que los grandes grupos energéticos tengan mayores facilidades a la hora de hacer sus negocios. El cambio de política se basa en el objetivo de EEUU de desplegar 30 GW de energía eólica marina para 2030 desde prácticamente cero (42 MW) en estos momentos. 

Gran apuesta renovable 

El informe de Bloomberg concluye que la Ley IRA también tendrá un impacto en el desarrollo renovable terrestre, en este caso la eólica ‘onshore’ y la fotovoltaica. De nuevo, asume que el apoyo a la propia industria local garantiza una cadena de suministro que favorece a las energéticas que deciden invertir en el país. 

En este caso, los analistas estiman que Enel, Iberdrola y RWE son las compañías que más posibilidades tienen de invertir en las regiones donde más se están desarrollando las energías renovables. 

El único riesgo que pueden ver las empresas, es curioso, porque se trata de algo transversal a todos los países: los problemas administrativos a la hora de conectar a la red los proyectos que se ejecutan. 

El papel de Iberdrola en EEUU 

Ante estas perspectivas, Iberdrola está presente en 25 estados y gestiona más de 9.200 megavatios (MW) de capacidad de generación, de los cuales más de 8.300 MW de renovables (principalmente eólica y solar fotovoltaica), y más de 170.000 kilómetros de líneas eléctricas a través de ocho distribuidoras en Nueva York, Connecticut, Maine y Massachusetts. Además, la compañía española cuenta en Estados Unidos con una cartera de proyectos renovables de alta calidad de más de 22.000 MW, que representan una plataforma estable de crecimiento continuado durante los próximos años a medida que el país cumple sus objetivos de descarbonización. 

Iberdrola tiene previsto invertir más de 30.000 millones de dólares entre 2020 y 2025 en redes eléctricas y renovables, con el objetivo de duplicar su capacidad de energías limpias en 2025.Iberdrola ha sido también pionera en eólica marina en Estados Unidos, donde gestiona y desarrolla una cartera de más de 5.000 MW. Cuenta con el apoyo de la Administración Biden, que está acelerando la implantación de esta tecnología tras haberse comprometido a alcanzar 30 GW en 2030. 

En diciembre de 2021, la compañía española comenzó la construcción del primer gran parque eólico marino de Estados Unidos (Vineyard Wind 1), que estará operativo en 2023/24. El proyecto de 800 megavatios (MW), situado a unos 24 km al sur de la costa de Martha’s Vineyard, generará energía eólica suficiente para cubrir la demanda de más de 400.000 hogares. Su puesta en marcha evitará también la emisión de más de 1,6 millones de toneladas de dióxido de carbono al año, el equivalente a retirar 325.000 vehículos de las carreteras. 

También es propietaria del área de desarrollo Kitty Hawk (2.500 MW), en Carolina del Norte y ha iniciado el proceso de obtención de permisos BOEM para el proyecto Kitty Hawk North (800 MW), el primer proyecto que se desarrollará en esta zona y gestiona otros parques en una fase anterior de desarrollo. 

Igualmente, en enero de 2022, cerró la toma de control de la cartera de eólica marina que compartía con CIP (Copenhagen Infrastructure Partners) en Estados Unidos, más de 2.000 megavatios (MW) de capacidad que la convierten en una de las mayores promotoras de esta tecnología en todo el mundo. Dicha cartera incluye Commonwealth Wind, proyecto seleccionado a finales del año pasado para suministrar energía a las compañías eléctricas de Massachusetts. Con 1.232 megavatios (MW), se trata de la mayor instalación eólica marina de la costa este del país, creará 11.000 puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo a lo largo de su vida útil y generará energía suficiente para abastecer a 750.000 hogares al año.

Raúl Masa

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