Iberdrola busca sumar un nuevo récord y llegar a ganar más de 6.000 millones este año
Iberdrola eleva previsiones y prevé un fuerte crecimiento, impulsada por su expansión global y su estrategia frente a la volatilidad del sector
Archivo – Edificio de la sede de Iberdrola, en Madrid (España)
Iberdrola vuelve a sorprender al mercado al anunciar una ambiciosa previsión de crecimiento que la situaría, por primera vez, con un beneficio neto por encima de los 6.000 millones de euros en 2025. Esta meta supone un aumento de al menos un 10% respecto a los 5.530 millones obtenidos en 2024, y marca un nuevo hito en la trayectoria de la compañía presidida por Ignacio Galán.
Este crecimiento de doble dígito contrasta con el contexto de incertidumbre y volatilidad que atraviesa el sector energético, condicionado por los vaivenes del mercado eléctrico en España, las tensiones arancelarias internacionales y una regulación cada vez más exigente. Sin embargo, Iberdrola ha conseguido blindarse ante estas turbulencias gracias a una estrategia global sólida y a la diversificación geográfica de su actividad.
Resultados sólidos pese a la caída inicial
Aunque el primer trimestre de 2025 reflejó una caída interanual del 27,4% en el beneficio neto –debido a ingresos extraordinarios registrados el año anterior por la venta de activos–, el crecimiento subyacente ha sido muy positivo. Excluyendo estos efectos puntuales, el beneficio ajustado habría crecido un 26%, reflejando una operación sólida y en expansión.
En términos operativos, el EBITDA se ha disparado un 12%, alcanzando los 4.643 millones de euros, gracias, en gran parte, al impulso de los mercados internacionales. Cerca de la mitad del resultado operativo bruto proviene de Estados Unidos y Reino Unido, donde la compañía ha reforzado su presencia mediante inversiones orgánicas y adquisiciones estratégicas como la de Electricity North West.
Uno de los factores que han impulsado la revisión al alza de los objetivos es la reciente decisión del regulador del estado de Nueva York, que ha permitido a Iberdrola registrar un activo regulatorio por costes históricos, generando un impacto positivo de 336 millones de euros en las cuentas del grupo.
Esta medida, junto a una base de activos regulados en expansión, ha fortalecido notablemente el área de redes, que ya representa más de la mitad del EBITDA total. De hecho, este segmento ha experimentado un crecimiento del 43%, consolidando su papel como pilar estratégico en el negocio de la compañía.
Inversiones récord para liderar la transición energética
Durante los últimos 12 meses, Iberdrola ha realizado unas inversiones históricas de 17.300 millones de euros, un 44% más que en el mismo periodo del año anterior. Estas cifras reflejan el fuerte compromiso de la empresa con la transición energética, el despliegue de energías renovables y la modernización de las redes eléctricas.
Un 83% del EBITDA de Iberdrola procede de países con calificación crediticia A, lo que no solo otorga estabilidad financiera, sino también seguridad a largo plazo en sus operaciones. Esta solidez internacional permite a la energética amortiguar los impactos negativos derivados de mercados más problemáticos, como el español.
El crecimiento de Iberdrola contrasta con la situación del mercado eléctrico en España, marcada recientemente por apagones históricos y una alta inestabilidad en los precios. Aunque este entorno resulta adverso, la compañía ha sabido minimizar el riesgo mediante una cartera de contratos a largo plazo que garantizan ingresos estables y previsibles.
Además, aunque las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Europa podrían tener un impacto en sus inversiones, Iberdrola estima que el efecto será limitado, cifrando en apenas 130 millones de dólares los proyectos afectados por la guerra arancelaria, una cantidad asumible dentro del volumen total de su plan de inversiones.
Un horizonte ambicioso y realista
El objetivo de superar los 6.000 millones de euros de beneficio neto en 2025 no es una simple meta aspiracional, sino el reflejo de una ejecución firme de un plan estratégico global. La compañía ha logrado mantener el ritmo de crecimiento, incluso en momentos de gran incertidumbre, lo que la posiciona como una de las referencias mundiales del sector energético.
Con una base financiera robusta, un modelo de negocio diversificado y un liderazgo claro en renovables y redes, Iberdrola se prepara para escribir un nuevo capítulo en su historia, liderando la transición energética con rentabilidad y sostenibilidad.