La fiebre por la ‘tele’ de pago salva a Orange y Telefónica

El informe anual de Competencia afirma que los paquetes convergentes asociados con televisión fueron una importante vía de ingresos

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En un año marcado por el estancamiento de los ingresos, los operadores de telefonía consiguieron impulsar su volumen de negocio gracias a la televisión de pago.  Así, según se desprende del último informe anual de la Comisión Nacional del Mercado y la Competencia (CNMC), que considera que en España existen ya 6,9 millones de abonados a la televisión de pago, de los cuales 6,3 millones la contrataron en algún paquete convergente.

Dicho de otro modo, prácticamente la totalidad de abonados a la televisión de pago llegaron gracias a las compañías de telecomunicaciones, donde Telefónica, a través de Movistar+, lidera el mercado por número de clientes Fusión (nomenclatura que utilizan en la propia compañía para referirse a los clientes convergentes).

Los otros dos grandes operadores con televisión de pago en España son Vodafone y Orange, en este orden por volumen de clientes de televisión. El operador británico ha ido perfilando su oferta hacia el cine y las series, a la vez que ha ido renunciando al fútbol; Orange, por su parte, sigue ofertando los dos planes. 

El desempeño económico durnate el pasado año, no obstante, fue dispar. Si bien Movistar y Orange ganaron cuota de clientes de televisión durante 2018, Vodafone vivió todo lo contrario. Su renuncia a los servicios más atractivos de fútbol le llevaron a perder durante la segunda mitad del año una fuga de clientes. 

De hecho, aunque indirectamente, la CNMC habla de lo sucedido. La portabilidad en telefonía móvil (pasarse a una compañía de la competencia conservando el número de teléfono) «marcó cifras récord en los meses de agosto, septiembre y octubre por el cambio de operador asociado a las ofertas de fútbol», reza el informe.

Los datos se conocen tras un año en el que la facturación global del sector de las telecomunicaciones se ha estancado. El aumento fueligero en 2018 (un 0,7% respecto a 2017), alcanzando los 34.516 millones de euros. No obstante, más allá de la televisión, cabe destacar que, entre los servicios finales, la banda ancha móvil fue el que más creció, con una tasa positiva del 12,7%, hasta alcanzar los 5.275 millones de euros. 

Competencia anima a «desempaquetar» sus productos  

El presidente de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, José María Marín Quemada, tampoco ha desaprovechado la ocasión para invitar  a las operadoras a ofrecer sus servicios de forma menos «empaquetada» para que los usuarios tengan más libertad de elección y así baje el gasto general en telecomunicaciones.

«Desde la CNMC veríamos con agrado una mayor libertad para que cada uno pudiera diseñar exactamente los servicios que quiere», ha apuntado Marín Quemada en declaraciones a la prensa, para aclarar a continuación que en este sentido se ha avanzado mucho en los últimos años. Por ejemplo, Telefónica ya ha experimentado con su servicio Lite, en el que da la opción a sus no clientes de disfrutar de parte de su televisión de pago por solo ocho euros al mes.

En cualquier caso, se ha remitido a los datos sectoriales incluidos en el informe difundido este lunes por la CNMC y relativos a 2017 en los que se pone de manifiesto que, aunque el sector de las telecomunicaciones es deflacionario, España sigue estando entre los países más caros en este ámbito.

Y es que el servicio de televisión de pago en las telecos y sus paquetes convergentes van de la mano. A finales de 2018, siguiendo los datos del mismo informe, el gasto de los hogares que contratan ofertas empaquetadas se redujo.

En concreto, debido a la caída de valor, motivada por las guerras promocionales de las telecos, los hogares con paquete cuádruple (sin TV) gastaron un promedio de 53 euros mensuales, algo menos que a finales de 2017. Por otro lado, los hogares con paquete quíntuple (con TV) gastaron 77,3 euros, casi dos euros menos que en 2017.

El informe anual de la CNMC, no obstante, apunta a que el mercado español se caracteriza por un elevado grado de empaquetamientos. Así, a finales de 2018, el total de los contratos de estas ofertas alcanzó los 12,2 millones, casi 600.000 más que al cierre del ejercicio anterior.

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