La picaresca se instala en Mercamadrid
Los mayoristas venden a particulares para contrarrestar la caída del 40% de la actividad
La venta al por mayor está de capa caída. El mayor referente de este sector en Europa, Mercamadrid, ya no es lo que era. El negocio está por los suelos y los distribuidores mayoristas se buscan las castañas como pueden. Una alternativa es la venta a particulares, algo prohibido en el polígono alimentario desde su creación. El comercio es solo para minoristas, también conocidos como detallistas.
El número de coches de particulares por el megacentro de distribución de frutas, hortalizas, carnes y pescados cada vez es mayor. Las quejas de los minoristas van a más y se está intentando poner orden, aunque todavía sin éxito.
Quejas
La Confederación de Comercio Especializado de Madrid (Cocem) tiene sobre la mesa bastantes quejas de los comerciantes asociados a Adepesca y Fedecarne que ven cómo ahora tienen una nueva competencia: los particulares.
El presidente de Cocem, Hilario Alfaro, ha asegurado a Economía Digital que la próxima semana se reunirá con Mercamadrid para tratar la entrada de compradores ilegales. “Hay gente que está molesta”, dice.
En picado
Los mayoristas, sin embargo, niegan la mayor. El secretario adjunto de la Asociación de Empresarios Mayoristas de Pescados de Madrid, José Manuel Rodríguez, tiene claro que esta política de ventas al particular no se está llevando a cabo. Sin embargo, explica que la actividad en Mercamadrid ha caído a niveles casi desconocidos. “La actividad se ha hundido más del 40% en los últimos años y se debe, sobre todo, a la fuerte caída del consumo”, aclara. Algo que no solo sucede con el pescado, sino también en frutas y verduras y carnes.
El descenso del negocio mayorista se ha visto también incrementado por el alto índice de impago que se ha producido en la cadena de distribución que también ha arrastrado a algún que otro mayorista. “Los detallistas han caído muchísimo, cada vez son menos”, dice Rodríguez. La desaparición de los comercios conlleva la de otras empresas en cadena. “El impago de algunos detallistas ha llevado a la quiebra a varios mayoristas”, afirma.
Esta teoría la confirma el portavoz de UGT en Mercamadrid. “El principal problema de Mercamadrid es la gestión del cobro”. “Se han producido quiebras en cadena porque no se ha pagado a su debido tiempo. Por ejemplo, al servicio de carga y descarga no se les paga”, denuncia.
Sin solución a la vista
“Es una situación muy complicada”, afirman desde el sindicato que ve en la actual situación del mercado la principal causa de la atonía del negocio. Por un lado, el alquiler de los puestos se mantiene prácticamente igual, mientras se ha producido un fuerte descenso en las ventas. “Además, las grandes cadenas de distribución han hecho mucho daño a Mercamadrid”, asegura.
La solución antiguamente era la posible venta del puesto. Ahora esta opción es imposible. “Antes te pagaban una buena cantidad, ahora la tienes que regalar si te tienes que ir”, dice José Manuel Rodríguez.