El Círculo de Empresarios reclama una Estrategia Nacional Anticorrupción

El Círculo de Empresarios ha urgido a impulsar una Estrategia Nacional de Anticorrupción y ha advertido que la corrupción mina la confianza ciudadana, pero también las bases del sistema democrático y económico del país.

«La extensión de las distintas formas de corrupción debilita nuestras instituciones públicas y privadas, frena el normal crecimiento económico y deteriora la imagen de los verdaderos empresarios y empresas», ha señalado.

En este sentido, ha recordado que España ha bajado diez posiciones en el transcurso de un año en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional, donde ha descendido del puesto 46 al 36.

Tras lamentar el deterioro de la confianza internacional en las instituciones españolas, el Círculo de Empresarios ha hecho un llamamiento a cortar el ciclo vicioso «que alimenta la desafección ciudadana y desincentiva la inversión empresarial».

Transparencia en la contratación pública

En este contexto, ha lanzado varias propuestas para regenerar las instituciones. Una de ellas es el refuerzo de la transparencia en la contratación pública, pero también la trazabilidad del gasto en todas las etapas del ciclo presupuestario de adjudicación y ejecución.

También apuesta por adoptar las «mejores» prácticas de cumplimiento en gobernanza corporativa consolidadas en el entorno empresarial y ha puesto como ejemplo fortalecimiento del sistema de prevención y control dentro del sector público y de los partidos políticos.

Más allá de la protección del denunciante para detectar y frenar malas prácticas, ha reclamado que se apliquen criterios objetivos de idoneidad en la selección de altos cargos públicos, de manera similar a los que se exigen en las medianas y grandes empresas.

Trasladar medidas procedentes de la empresa

A ojos de la entidad, el refuerzo de los controles internos que se aplican en las empresas deberían reforzar la administración pública, como el impulso de auditorías interna y trazabilidad de controles de riesgos o la aplicación de códigos éticos y programas de integridad.

«Los mecanismos de control en el sector público son hoy insuficientes«, considera el organismo para después advertir que sin una arquitectura institucional que garantice la prevención, la detección temprana y la sanción efectiva, las malas prácticas seguirán aflorando y dañando a toda la sociedad».

«España merece instituciones íntegras, empresas responsables y una sociedad que valore la transparencia y la rendición de cuentas como pilares esenciales de su prosperidad», destaca antes de asegurar que el país cuenta con activos para lograr la regeneración como «una judicatura y fiscalía de primer nivel, unas fuerzas de seguridad eficaces y una prensa libre».