Los sindicatos de Bankia piden a Goirigolzarri que sea guardián de lo público en la nueva Caixabank

Creen que la entidad no puede correr riesgos reputacionales siendo una entidad con una “importante participación del Estado”

José Ignacio Goirigolzarri en la última junta de accionistas de Bankia en solitario

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, en la última junta de accionistas de Bankia en solitario

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Bankia ha celebrado este martes la duodécima y última junta de accionistas de su historia en el Palacio de Congresos de Valencia, pues prevé culminar su fusión con Caixabank este mismo viernes.  

En el encuentro se han aprobado las cuentas anuales de la entidad, así como el informe de gestión y la reelección de algunos directivos. 

Ya en el turno de preguntas, los accionistas y la representación sindican han aprovechado para pedir al presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri (que también será el número uno en el nuevo banco) máxima prudencia a la hora de negociar los ajustes de plantilla.  

En este sentido, CCOO ha reivindicado que no se apliquen medidas traumáticas en el proceso de reestructuración ya que el nuevo banco “no puede correr riesgos reputacionales, ni crear clima de conflicto con la plantilla” siendo una entidad con una “importante participación del Estado”.  

En el reparto accionarial, el gobierno a través del Frob (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria) ostentará el 16,1% del capital del banco.  

Caixabank hereda el rescate de Bankia

En la misma línea, desde UGT destacaban que Caixabank “hereda el rescate a Bankia”, y por ello se mantendrán firme en las condiciones que se pacten en las negociaciones, exigiendo voluntariedad en el proceso de salida. 

“No aceptaremos ninguna salida traumática, despido forzoso, ni que el Estado como accionista lo permita”, han señalado.  

Por su parte, desde CGT han indicado que ser absorbidos por Caixabank supone la renuncia del Estado a la creación de una banca pública.  

“Hemos perdido o nos han quitado la oportunidad de devolver a la sociedad lo que nos ha dado”, han apuntado.  

En palabras del sindicato, son los españoles los que financiaron la quiebra de Bankia, una situación “a las que nos llevaron unos cuantos indeseables”. 

Los de CGT, en desacuerdo con esta operación, han señalado que no van a felicitar a Bankia por la fusión, más que nada, “por el ERE que se avecina” y porque supone el cierre de centros de trabajo y el despido o la reubicación de miles de personas.  

Problemas de competencIa con un jugador menos

Asimismo, el sindicato independiente de Baleares ha recordado que en diciembre, cuando se celebró la junta que aprobó la fusión ya advirtieron de los problemas de competencia que se avecinan con esta operación. 

Por eso seguirán “disconformes” con ella, incluso han señalado que se trata de una operación de Estado que pretende eliminar a un competidor del mercado” y provoca la destrucción de tejido productivo y empleo indirecto.  

A su vez, han indicado que a día de hoy se conoce “quienes se van a sentar en las butacas del equipo directivo”, pero no ocurre lo mismo con el resto de trabajadores, así que confían en que lleguen pronto las reuniones laborales. 

Los sindiatos piden a Bankia que se encomiende a los profesionales

Mientras que desde ASIP han pedido a Goirigolzarri que todo el proceso que afecte a las personas “sea tratado con la máxima sensibilidad” pues se opondrán a las medidas que no contemplen equilibrio, mejores condiciones y máximas facilidades.  

Otro sindicato independiente, ACB ha pedido al banco que “se encomienden a los profesionales”, esto es, a los sindicatos para encontrar las mejores condiciones de salida del personal de plantilla.  

Bankia seguirá tres pautas

El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, en una respuesta en conjunta a las representaciones sindicales, ha indicado que la fusión “es muy buena” para el equipo de ambos bancos.  

Pero que en corto plazo, siempre hay “elementos no sencillos” que implican que todos se adapten al nuevo proyecto.  

“En breve se va a producir el cierre de la fusión y entonces se negociará con los representantes de los trabajadores”, ha explicado. La interlocución se basará en tres referencias. 

En primer lugar, tratar de buscar un acuerdo mayoritario con los grupos sindicales. Segundo, que el acuerdo busque la voluntariedad en la mayoría de lo posible.

Y el tercero, que los acuerdos deben basarse en criterios meritocráticos, “tiene que ser la referencia como lo ha sido en Bankia”. 

El directivo ha insistido en que este espíritu va a guiar las condiciones laborales con la que se sentará Bankia en la mesa de las negociaciones. 

“Hay que olivdarse de los orígenes de Bankia”

Otra de las críticas que le han hecho desde el sindicato ACB a la entidad es que “la Bankia que termina no tiene nada que ver con la que echó a andar hace 9 años”.

Pues este 2021 la marca desaparece y con ella, el equipo directivo casi al completo. Si bien, Bankia apenas representará un 25% de la nueva CaixaBank. 

Sin embargo, para José Ignacio Goirigolzarri, el peso de los directivos de Bankia “es razonablemente equilibrado” teniendo en cuenta que se trata de una fusión por absorción.

Pese a ello pedía al equipo que “se olvidara de los origines”, aunque se sientan orgullosos de mirar al pasado. “Ahora toca mirar hacia delante y trabajar como una sola entidad”, añadía.

En su despedida, el presidente de Bankia recordaba que la entidad ha atravesado “momentos muy duros” desde mayo de 2012, cuando el Estado inyectó 22.424 millones de euros.

«Bankia ha pasado de ser el principal problema del sector financiero y del país en 2012 a ser un referente del sector» presumía.

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