Los sindicatos de Derbi denuncian que Piaggio ningunea a los trabajadores y a la Generalitat

A las puertas del Palau de la Generalitat, en el centro de Barcelona, decenas de trabajadores de Derbi se han concentrado este viernes entre pitidos y sonidos de motor a todo gas para aclarar que Derbi es catalana, no italiana. La decisión del grupo Piaggio, actual propietario de la firma, de frenar la actividad de la planta de Martorelles el próximo 31 de julio y trasladar la producción a Italia ha levantado ampollas entre los sindicatos.

“Llevamos dos años intentando salvar la fábrica”, explica entre la algarabía el presidente del comité de empresa, Diego Moriña. Los sindicatos afirman que la dirección de Piaggio se había comprometido a mantener cuatro encuentros con los empleados y el departamento de Treball de la Generalitat antes de tomar una decisión sobre el cierre de la planta . Pero aseguran que los directivos “no han asistido a las dos últimas reuniones” y rehuyen sentarse con ellos.

Para esclarecer cuanto antes el futuro de los 150 trabajadores de la factoría, los sindicatos piden al Govern que “no se deje ningunear, que se están riendo de nosotros”. Asimismo, exigen al president Artur MAs que “obligue a Piaggio a sentarse a hablar”.

Un inversor suizo al acecho

Los trabajadores, hartos de no recibir respuesta alguna del grupo italiano, comenzaron una huelga indefinida el pasado 16 de mayo hasta que Piaggio se pronuncie sobre la situación de la fábrica catalana. Y por el momento no han retomado la producción.

A ello, se añaden “los rumores” sobre un posible inversor suizo interesado en la planta “que se ha reunido con el alcalde de Martorelles”. Los trabajadores denuncian que Piaggio no ha informado de ello a la plantilla. Recuerdan que algunos trabajadores llevan 40 años en la empresa y que “hay un colectivo amplio de empleados mayores de 45 años para los que conocer su situación laboral es muy importante”, subraya Moriña.