Seat acerca la segunda plataforma eléctrica a Martorell para salvar a 2.000 empleados de la fábrica

La nueva planta de ensamblaje de celdas de baterías incrementa la competitividad de la factoría catalana y suma puntos de cara a la asignación de una segunda línea de producción de eléctricos

La fábrica de Seat en Martorell. Foto: Seat

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Seat luchará contra viento y marea para que el grupo Volkswagen le asigne la segunda plataforma eléctrica y garantizar alrededor de 2.000 puestos de trabajo en la fábrica de Martorell. Hace unos meses, durante una la presentación del nuevo Cupra Tavascan en Berlín, el consejero delegado de la automovilística, Wayne Griffiths, reconoció que la compañía necesita una segunda línea donde ensamblar más vehículos eléctricos para poder mantener el empleo y los volúmenes de actividad actuales del centro catalán a partir de 2030, una vez haya dejado atrás los modelos de combustión.

Ahora, la empresa ha dado un paso que la sitúa en un escalón más alto para alcanzar esa ansiada plataforma: la construcción de una nueva planta de ensamblaje de celdas de beterías para coches eléctricos que se situará en el mismo centro de Martorell. Las instalaciones convertían la factoría en más competitiva en comparación con el resto de las plantas del grupo Volkswagen en la carrera para recibir más coches.

La asignación de líneas y de fabricación de modelos entre los centenares de fábricas que el grupo automovilístico tiene por todo el mundo se deciden en Alemania, en el seno del llamado consejo de seguridad del conglomerado. Cada centro de producción negocia y eleva sus propuestas a este organismo en lo que podría compararse a una especie de concurso o competición entre los distintos centros.

Con la llegada del montaje de los batery packs, Martorell operará de forma más eficiente a nivel logístico, económico y medioambiental de cara a la fabricación de eléctricos, según explican fuentes de la compañía, algo que agradaría a su matriz. Seat podría haber optado por externalizar el montaje de las baterías, pero con la construcción de sus propias instalaciones y una inversión de 300 millones de euros, muestra a Volkswagen su compromiso a largo plazo: no mira solamente al Cupra Raval y al Volkswagen I2all, los dos eléctricos que ya tiene adjudicados, sino a un futuro en el que podría albergar más vehículos cero emisiones.

«Fundamental»

Sin ir más lejos, la otra fábrica que del gigante germano tiene en España, ubicada en Navarra, todavía no ha decidido donde montará las celdas de sus baterías. Sobre la mesa está la posibilidad de qué, al igual que su fábrica hermana, lo haga en sus propias instalaciones o que le asigne los trabajos a Hyndai Mobis.

Durante el anuncio de este nuevo proyecto, que se financiará en parte con los fondos europeos de la segunda edición del Perte VEC, Griffiths ha resaltado que estas instalaciones son “fundamentales” para la empresa y que suponen “un impulso para obtener una segunda plataforma en Martorell”. En cualquier caso, la decisión del consejo de seguridad y el reparto de más modelos eléctricos tardará en llegar y no se espera que se conozca hasta bien entrado el año 2024.

Los sindicatos de la factoría siempre han especificado que los actuales planes industriales de la fábrica son insuficientes para mantener el empleo en los próximos años, ya que, a día de hoy, solo tiene garantizados dos modelos eléctricos puros en una línea, cuando actualmente salen del centro seis modelos diferentes distribuidos en tres líneas. De hecho, fue UGT quien cifró en 2.000 el número de puestos de trabajo que se perderían en Barcelona de no conseguir esta segunda plataforma.

Por ahora, la empresa se prepara para iniciar los trabajos para transformar la línea 1, donde actualmente produce el Seat Arona y el Ibiza, con el fin de comenzar a fabricar modelos 100% eléctricos en 2025. Durante unos años, en la planta catalana convivirán los vehículos cero emisiones con los últimos térmicos, cuya fecha de caducidad está marcada para finales de la década.

Por su parte, la factoría de cajas de cambios ubicadas en El Prat tiene su futuro 100% garantizado, después de que se le asignaran cinco piezas de los nuevos eléctricos urbanos que se montaran en Martorell.

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