La Sepi tiene seis meses para entrar en Telefónica y evitar un conflicto corporativo

La entrada del Gobierno en el operador azul se espera que sea menos violenta que la irrupción de STC el pasado otoño; al menos si se cumplen los plazos previstos

El presidente ejecutivo de Telefónica, José María Álvarez-Pallete López. EFE/ Javier Lizón

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Telefónica se enteró a principios de septiembre de 2023 que el grupo saudí STC se había hecho con el 4,5% de la compañía, y que tenía la posibilidad de llegar 9%. Fue por sorpresa y de manera inesperada. La llegada de la Sepi, sin embargo, ha sido anunciada. Todo está bajo control. Pero los tiempos juegan en contra del organismo público para que no se genere inestabilidad corporativa en el año del centenario.

El aterrizaje de la Sepi y STC en Telefónica llegará, con toda seguridad, con la proposición de meter algún consejero dominical en el máximo órgano de control de la compañía. 

El papel que quiere jugar la teleco saudí no está claro. Cuatro meses después de su irrupción en Telefónica todavía no se ha pronunciado sobre dos cuestiones clave: el tope del 9% en el accionariado que pretendía tomar; y la posibilidad de tener un sillón en el consejo.

En las últimas semanas se han relanzado los rumores de mercado sobre que STC rechace entrar en el consejo de Telefónica a cambio de disponer de otros activos. Se especula con una participación en Telefónica Tech. Una situación que, al parecer, resultaría del agrado de la teleco saudí.

La situación con la Sepi es diferente. Aunque públicamente no ha habido manifestaciones por parte del propio organismo o el Gobierno, se asume el desembarco de, como mínimo, un consejero en el seno del Consejo de Administración. 

Pero el tiempo juega en contra de la Sepi y la estabilidad corporativa. Cinco consejeros llegan al final de su mandato este año: Isidro Fainé; J.J. Echenique; Peter Loscher; Véronica Pascual; y Claudia Sender. Si el baile de sillas quiere realizarse de manera ordenada, el vehículo inversor del Gobierno debe trabajar con rapidez. 

Seis meses para entrar en Telefónica 

Las últimas tres juntas de accionistas de Telefónica (2021, 2022 y 2023) se han celebrado entre finales de marzo y finales de abril. Si ese fuera el margen que este año se otorga el operador azul, la entrada de consejeros por parte de la Sepi coincidiendo con la salida de algún otro miembro sería más compleja. 

La convocatoria de junta de accionistas se puede realizar con un margen de seis meses desde la finalización del ejercicio anterior. Se trata de la fecha límite para la validación de las cuentas por parte de la junta. Los cambios en el Consejo de Administración, a propuesta del mismo, también se deben votar en esa fecha. Los cincos consejeros que cumplen mandato lo hacen el 12 de junio. 

Los problemas llegarían si la entrada de la Sepi no se produce antes del primer semestre. En ese caso habría que llevar a cabo ciertos movimientos corporativos fuera del ámbito de control que otorga una junta de accionistas, o plantear una junta extraordinaria. Esta situación en el año del centenario, y tras haber llevado a cabo la ejecución de un importante expediente de regulación (ERE), supondría cierta inestabilidad dentro de la empresa.

Otro método posible sería la votación por cooptación dentro del consejo. En este caso, siempre que saliese otro consejero, es el propio órgano quien elige al candidato. 

De suceder esto, habrían sido varios movimientos en el consejo de esta manera. Recientemente se produjo el cambio de Peter Cirac y Juan Ignacio Erskine por este sistema.

Desde la Sepi guardan con la máxima discreción los movimientos que ejecutarán, las fechas y la forma de llevarlo a cabo. Por el momento no han llegado al 3%, momento en el que tendrán que aflorar la participación. En contraposición a lo sucedido con STC, se espera que el organismo público tenga mayor transparencia a la hora de entrar en el accionariado de Telefónica. 

El primer paso será encontrar la fórmula de financiación. A través de la prensa ha trascendido que será a través de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) debido a la alta deuda que arrastra la Sepi, y su limitada capacidad de generar caja. Una vez que esa situación esté resuelta llegará la hora de hacerse un hueco en Telefónica.

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Raúl Masa

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