Telefónica logra con éxito traspasar los clientes del ADSL a la fibra gracias a su marca ‘low cost’ O2

El operador azul lleva varios ejercicios en plena reconversión tecnológica, y por el momento todo está saliendo bien

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Telefónica se encuentra en un momento corporativo movido. La compañía presidida por José María Álvarez-Pallete se enfrenta a una revolución accionarial, pero no puede descuidar su actividad comercial. En España, el gran movimiento llega por el cambio del cobre (ADSL) a la fibra (FTTH). Por el momento va bien.

Uno de los grandes retos a los que se ha enfrentado Telefónica en los últimos años es el cambio tecnológico en la conectividad fija de banda ancha. El ADSL pertenece al pasado. Su rendimiento en los últimos 15 años ha sido bueno, pero la fibra óptica reclama su nuevo trono.

Ese cambio, que ha obligado a ejecutar un expediente de regulación (ERE) a Telefónica —por la obsolescencia en algunos puestos de trabajo—, también ha supuesto una importante inversión económica. En este contexto era fundamental, al menos, no perder clientes con tanto movimiento. Y parece que se ha conseguido.

Según un informe de la consultora Nae, ha sido un gran logro para Telefónica que haya hecho crecer su cartera de clientes de banda ancha fija, hasta los 5,9 millones (Q3-2023) en pleno proceso de cierre de las centrales de cobre.

En el ámbito del telemarketing, así como las campañas de captación de la competencia, una de las carteras de clientes más suculentas es la relacionada con los clientes que todavía tenía ADSL.

Se trata de usuarios con un uso de internet relativo, o que se encontraban en algunas zonas geográficas muy concretas, y que tenían un denominador común: facturas relativamente bajas. Era lógico por la tecnología que todavía usaban.

En ese tránsito del ADSL a la fibra, Telefónica se veía en la obligación de reformular sus tarifas, una cuestión que llevaba asociada un aumento de precio lógico al tener mayores servicios. Esta situación podría ser aprovechada por los rivales, sobre todo, Digi y MásMóvil, y captar nuevos clientes con grandes ofertas.

Pero Telefónica ha reaccionado bien. Según señala el ‘Barómetro Telco’ de Nae, el operador azul ha llevado una gran estrategia de retención a través de O2, la marca de bajo coste de la compañía.

Más allá de una potencial canibalización de clientes, algo que pasa con marcas ‘low cost’ (usuarios que buscan pagar menos dentro de la misma compañía), lo que ha conseguido Telefónica es que gran cantidad de sus propios consumidores se quedan en la empresa.

En los próximos meses llegarán los cambios masivos, y será el momento de medir hasta qué punto se ha sabido utilizar O2 de manera inteligente dentro de Telefónica.

Las consecuencias del ‘apagón’

Las consecuencias de este apagón se han visto reflejadas en el ERE planteado por la compañía que ejecutará en sus tres principales filiales en España (Telefónica de España, Móviles y Soluciones), y que afectarán a 3.421 empleados.

A su vez, el pasado 21 de diciembre, Telefónica y los sindicatos alcanzaron un preacuerdo para un nuevo convenio colectivo de empresas vinculadas (CEV) que entrará en vigor el 1 de enero de 2024 y se extenderá hasta el 31 de diciembre de 2026, aunque con la posibilidad de prorrogarlo un año más.

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Raúl Masa

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