Uber, Cabify y Free Now: estas son las quejas más comunes

Las aplicaciones de movilidad, cada vez más populares, acumulan quejas y reclamaciones en la red

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Las aplicaciones de movilidad están cambiando el modo en el que los ciudadanos se desplazan por la ciudad. Uber, Cabify y Free Now, antes My Taxi, llegaron para mejorar algunas de las carencias que ofrecía el servicio de taxi (precio cerrado o coches más cuidados, por ejemplo), lo que tuvo una gran acogida entre el público y conllevó un crecimiento en el número de usuarios y prestación de servicios. Con promociones constantes y precios asequibles captan cada vez más clientes, pero ello no ha impedido que su servicio sea perfecto y que parte de los usuarios termine insatisfecho y no dude en quejarse públicamente contra la compañía. 

La queja más habitual suele estar en los recargos. En los últimos meses Uber y Free Now han anunciado nuevas condiciones por la que los usuarios no solo van a pagar por el kilómetro recorrido, sino incluso antes de subir al coche. La plataforma californiana aplicará un suplemento de 20 céntimos por minuto si el conductor espera más tiempo del habitual y la antigua My Taxi anunció un recargo de 5 euros sin apenas tiempo de antelación.

Cabify, por su parte, tiene fijado un tiempo de cortesía de espera de 5 minutos en los viajes inmediato y de 15 minutos si se piden para ir o volver del aeropuerto, independientemente del coche que se escoja y de la distancia que vaya a recorrerse. Pero, como algún usuario ha mostrado en su cuenta de Twitter, en la factura también aparece desglosado este recargo si se excede el tiempo.

En el caso expuesto en la imagen de abajo, la usuaria se queja de que ha pagado por solo 4 minutos, un tiempo que pensaba que estaba incluido dentro del tiempo de cortesía.

El precio por el recorrido también provoca más de un disgusto. Las tarifas dinámicas de las apps de los vehículos VTC, los que utilizan Uber y Cabify, conllevan unos precios más caros en lo que se conoce como horario de alta demanda. 

En el caso de Uber se toman en cuenta tres factores clave para elaborar sus tarifas: la base, que se determina según la duración y la distancia del viaje; la cuota de solicitud, que puede agregarse como tarifa fija en función de la ciudad para cada viaje para ayudar a cubrir los costes operativos, reglamentarios y de seguridad, y, por último, las horas y zonas con alta demanda, establecida cuando la cantidad de usuarios que piden un viaje supera a la cantidad de socios conductores disponibles.

Cabify, por su parte, cambia las tarifas en cada ciudad en la que opera y en función de qué modalidad se elija: Lite, más económica, y otras como Cabify KidsRental o Executive. Desglosa en su web qué y cuánto cobra por cada una de ellas.

Los descuentos fallidos

No hay dudas de que un factor que hace al usuario decidirse por un servicio u otro son los descuentos. Es habitual encontrarse en redes sociales a clientes que se quejan de que las rebajas no les han sido aplicadas como era debido.

Free Now, por ejemplo, es una de las plataformas más agresivas en su apuesta comercial. Con motivo de su cambio de nombre, la compañía que utiliza taxis para competir contra las VTC de Uber y Cabify, ha estado semanas aplicando una promoción del 50% sobre el precio original para recuperar parte de sus clientes y volver a posicionarse en el mercado. 

Cabify tampoco se ha librado de este tipo de quejas. Hace semanas envió una nueva oferta promocional a sus usuarios, pero decidió retirarla a parte de ellos al día siguiente  — alegó que el envío fue un error —  lo que enfureció a más de uno en Twitter. 

Economía Digital

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