BPI cierra 25 oficinas más en plena opa de Caixabank

El banco portugués BPI espera pacientemente que termine el culebrón de la opa de Caixabank, que ahora parece enfilar la recta final. Pero el día a día no para y la entidad no se salva de la delicada situación del sector financiero luso, por lo que ha tenido que cerrar 25 oficinas más. En lo que llevamos de año, ya ha cerrado más de 50, un 9% de su red.    

Desde este lunes, BPI cuenta con 25 oficinas menos en Portugal, con lo que su red de sucursales se ha reducido a 533, según informa la prensa lusa. Estos cierres se unen a los 27 hechos en la primera mitad del año.

El banco trasladará a los empleados de estas sedes a otras oficinas, pero también tiene abierta la puerta de salida. BPI ha iniciado un plan de prejubilaciones con el objetivo de reducir su plantilla en unas 300 personas. La plantilla actual de la entidad supera los 5.800 empleados.

Este adelgazamiento podría ser mayor cuando culmine la opa de Caixabank. El propio BPI informó al regulador financiero portugués en mayo de que el banco español quiere ahorrar 84 millones en tres años en el portugués con la mejora de procesos, sinergias y también reduciendo la estructura. BPI calculó que podían peligrar mil empleos, cifra que fue desmentida por Caixabank.

Antes de fin de año  

La oferta del banco español sobre el portugués se encuentra ahora a la espera de que los distintos reguladores la autoricen, empezando por el Banco Central Europeo (BCE). Caixabank consiguió hace diez días desbloquear su opa sobre BPI, con la eliminación de los límites a los derechos de voto, que se le había atragantado en hasta dos juntas de accionistas.

Estas demoras impidieron que la compra se pudiera cerrar en el tercer trimestre, como estaba previsto cuando se lanzó la oferta, pero la entidad que dirige Gonzalo Gortázar espera poder finalizar la opa antes de fin de año.