El BCE fuerza a la banca a un plan B para salvar su hoja de ruta

La prolongación de los tipos en cero hace casi imposible que se cumpla el contexto con el que Bankia, Sabadell o Caixabank construyeron su plan estratégico

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp

Dicen que no hay mal que cien años dure… excepto en la ya interminable espera del sector financiero para ver subir los tipos de interés. La decisión del Banco Central Europeo (BCE) de retrasar hasta la segunda mitad de 2020 la esperada subida del precio del dinero, incluso dejando la puerta abierta a una posible bajada, ha convertido prácticamente en imposible el escenario con el que la banca española construyó los planes estratégicos que están en vigor.

SabadellBankia y Caixabank dieron vida a sus respectivas hojas de ruta sobre la expectativa de que el euribor abandonaría el terreno negativo este año. Los dos primeros, que presentaron sus planes en ffebrero de 2018 utilizaron como guía que el euribor escalaría al menos al 0,7% en 2020. Caixabank, que no lo dio a conocer hasta noviembre de 2018 redujo esa expectativa hasta el 0,4, ajustándose al cambio de estimaciones del mercado; pero, aun así, el nuevo giro del BCE habría convertido esas estimaciones en optimistas. 

Entre los tres, Banco Sabadell ya ha puesto en revisión su hoja de ruta por TSB, y retrasado un año la consecución de los objetivos, hasta 2021. Para esa fecha, el banco preveía alcanzar un ROTE (retorno sobre el capital tangible) del 13%. Para España ha retirado sus previsiones, aunque el nuevo retraso en la subida de tipos de interés podría condicionarlos u obligarle a recurrir a otras herramientas para conseguirlo.

Por el momento, la entidad presidida por Josep Oliú continúa optimizando su balance y realizando desinversiones. Todavía tiene pendiente cerrar la venta de su promotora, Sdin Residencial, en un proceso que le permitirá ingresar más de 1.000 millones de euros. Oaktree, con quien ya ha cerrado otras operaciones, es la favorita para quedarse con ella. 

Aun así, y pesar de que justo por esa limpieza acaba de recibir mejoras de rating, fue el banco español más castigado en bolsa al dejarse un 5,32%. El mercado tema que mientras que consolida la recuperación de TSB, el negocio español pueda verse afectado y, además, el riesgo de un Brexit sin acuerdo también le pasa factura. No obstante, Caixabank se quedó cerca de este descenso, con una caída del 5,15% y Bankia se dejó un 3,84%.

Obligados a innovar para mantener sus compromisos

La banca española, a pesar del entorno de los tipos, sigue reiterando sus objetivos estratégicos. Gonzalo Gortázar, consejero delegado de Caixabank, así lo recordó en la presentación de resultados anuales. En noviembre de 2018, cuando dio a conocer su nuevo plan estratégico hasta 2021, se comprometió a alcanzar un ROTE superior al 12%.

Sin subida en los tipos de interés, la entidad explicó que ese termómetro de rentabilidad se colocaría en el 10% en 2021.No obstante, ese cálculo no quiere decir que el banco asuma que con un escenario de tipos peor al previsto necesariamente su rentabilidad será más baja. Gortázar adelantó que en ese caso, la entidad buscará otros caminos para preservar los niveles de rentabilidad que ha presentado al mercado.

Otros que también están dispuestos a buscar un plan alternativo son José Ignacio Goirigolzarri y Jordi Sevilla, presidente y consejero delegado de Bankia, respectivamente.

En febrero, coincidiendo con el primer aniversario de su plan estratégico, se mostraron satisfechos con la evolución del banco en términos de negocio. Sin embargo, en el banco reconocen que «otras variables externas que no son posibles de gestionar, como la evolución de los tipos de interés, no han respondido a lo inicialmente previsto», recuerdan a través de Bankia responde.

Y aquí también se comprometen a gestionar ese escenario adverso. «Aún quedan dos años por delante de Plan Estratégico en los cuales el banco seguirá trabajando para cumplir los objetivos», apuntan desde la entidad financiera. El que está más en duda es su propia previsión de beneficio, ya que el banco aportó como guía el alcanzar los 1.300 millones de beneficio.

Sobre lo que sí han sido taxativos es sobre el dividendo y han quedajo claro que lo mantendrán incluso aunque el BCE siga sin ayudarles con su política monetaria. «Bankia mantiene el compromiso de cumplir con la previsión de repartir 2.500 millones entre los accionistas, sea cual sea la evolución de los tipos de interés. Se trata de un compromiso con el mercado que la entidad tiene muy interiorizado», concretan.

 

Recibe nuestra newsletter diaria

O síguenos en nuestro  canal de Whatsapp