FG (BBVA) carga contra Zapatero y no niega su relación con Villarejo

Francisco González se aparta temporalmente de BBVA para brindar una junta más plácida a Carlos Torres, pero evita negar ser el cerebro del espionaje

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FG le ha hecho un favor a su delfín en BBVA, Carlos Torres Vila al dejar sus cargos, pero se ha hecho un flaco favor a sí mismo. Francisco González envió una carta a su sucesor en la presidencia del banco a 24 horas de junta de accionistas de 2018, por lo que brindará a Torres Vila un encuentro con los accionistas algo más plácido. Pero la carta deja al desnudo a su autor. González se presenta como víctima pero evita negar que está detrás de las investigaciones del excomisario Villarejo, y para más inri, carga contra los presuntamente espiados: el gobierno de Zapatero.

La carta, publicada por Europa Press, es más larga de lo que suelen ser este tipo de misivas de renuncias con tópicos y excusas. FG asegura que se aparta, temporalmente, de la presidencia de honor de BBVA y de la fundación para no perjudicar a la institución: “Para evitar que se utilice mi persona para dañar a la entidad, he decidido abandonar temporalmente los cargos en la fundación y en el banco, mientras concluyen la investigación en curso”.

La intención está clara: dar un respiro a Torres en su primera junta como presidente de BBVA, pues ha tenido dos meses para renunciar, pero lo ha hecho justo a 24 horas de la reunión de los accionistas en Bilbao, en la que FG, lo que hizo y su futuro iban a ser el tema estrella. Todavía pueden serlo, pero Torres no tendrá que explicar por qué mantiene despacho, secretaria y chófer al hombre que, presuntamente, contrató a Villarejo para espiar a políticos, empresarios y periodistas.

Torres tendrá una junta más tranquila sin tener que explicar por qué FG todavía tiene despacho y chófer en BBVA

Precisamente sobre el espionaje, pese a dar a entender en toda la carta que no sabía nada —era algo que llevó su jefe de seguridad en BBVA—, en ningún momento lo desmiente directamente. Dedica toda la primera mitad de la carta a presentarse como víctima de una campaña mediática y política durante las últimas dos décadas. Entonces, asegura que actuó tras tener indicios precisamente por la prensa.

“En junio de 2018, tras varias informaciones periodísticas, impulsé una investigación interna sobre las contrataciones con la compañía Cenyt [propiedad de José Manuel Villarejo] para averiguar el alcance de estos contratos, su importe y duración”. Quería asegurarse, sigue, de “que el banco había actuado de acuerdo con sus principios de legalidad y publicidad”. Luego hace referencia a la investigación de PwC y a la judicial, que considera “muy importantes” para “conocer la verdad”.

La renuncia llega después de asegurar haber actuado siempre de forma correcta en su larga trayectoria en BBVA. “He dedicado los últimos 22 años de mi vida a esta institución. He trabajado duro para hacerla crecer, transformándose en una entidad comprometida con los nuevos tiempos, con la modernidad, la rentabilidad y siempre con unos principios de ética y de rigor que sigo compartiendo con todos vosotros”. Con estas palabras, se distancia del caso, pero no hace explícita que no lo hubiera ordenado o no lo conociera.

FG se despacha contra el gobierno de Zapatero

Antes de eso, se despacha a gusto: “Desde hace un año hemos sufrido una larga y continua agresión mediática derivada de las investigaciones policial y judicial, sobre un caso de gran repercusión periodística en torno a un ex-comisario de policía y su trabajo al frente de una empresa de investigación contratada en su día por el banco”. Evita nombrar a Villarejo pero admite que el banco le contrató.

A partir de ahí, enumera todas las agresiones de las que considera fueron objeto él y BBVA durante los últimos 20 años, con especial ensañamiento con Sacyr y el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, aunque también sin mencionarle. Cabe recordar que parte importante de los trabajos presuntamente encargados a Villarejo fueron para combatir el intento de Sacyr de controlar BBVA y espiar a miembros del gobierno, como el exministro Miguel Sebastián, que ha denunciado a la entidad.

González habla de “crisis muy dolorosas” como “el intento de Sacyr de apropiarse del banco con la colaboración inexplicable del Gobierno (que no salió en defensa de la institución, como era su deber)”. Eran tiempos de vacas gordas en el sector inmobiliario, y las grandes del sector intentaban copar cuotas de poder. Luis del Rivero, presidente de Sacyr hace una década, intentó aprovechar el dinero del ladrillo para tomar el control de BBVA, comprando acciones e intentando echar a FG.

No lo logró; González se defendió con uñas y dientes. Lo que falta por saber, la justicia dirá, es si también usó a Villarejo para lograrlo. Que el banco le contrató es evidente, la duda es si FG estaba detrás o si lo sabía.

González salda cuentas

El expresidente de BBVA tiene más artillería contra ZP. En su lista de agravios también sitúa la salida a bolsa de Bankia, que se produjo en junio de 2011, a la que asegura se negaron a participar “a pesar de las enormes presiones recibidas”. Por parte del gobierno del momento, se entiende, que eran los últimos coletazos del gobierno del PSOE devorado por la crisis. También recibe Mariano Rajoy, por la creación de la Sareb con la negativa de BBVA “a asumir riesgos excesivos, con unos apalancamientos insostenibles”.

“Sabes muy bien que no han sido años fáciles, pero en todo ese tiempo, gobernamos el banco con firmeza y visión”, apela a Torres tras explicar todos los problemas que tuvo, y usando el plural para hacerle cómplice de dichas batallas. Como compañero de fatigas, Torres Vila le agradecerá que se aparte justo antes de la junta, en la que llega sin los deberes hechos, sin conclusiones de las investigaciones abiertas.

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