La economía catalana ya crece como antes de la crisis
Cataluña cierra el quinto trimestre seguido de mejora en el PIB y eleva la expansión anual al 1,3%
La economía catalana encarrila la recuperación. La consejería de Economía, liderada por Andreu Mas-Colell, ha comunicado que en el segundo trimestre el PIB ha crecido el 0,6%, según el avance publicado por el Idescat. Esta cifra eleva al 1,3% la mejora de Cataluña en los últimos 12 meses. Es el mejor dato desde el segundo trimestre de 2008.
La Generalitat destaca que es el quinto trimestre consecutivo en que la evolución del PIB muestra datos positivos. Una eventualidad que permite mostrar más optimismo en la consolidación de la recuperación. Aleja el fantasma de una recesión en el medio plazo.
Si se mantiene la evolución, la perspectiva sería cerrar el ejercicio en curso con un avance del 1,5%, tal y como pronosticó la Cambra de Comerç de Barcelona. El mismo porcentaje que la estimación del Gobierno central para el conjunto de la economía española.
El turismo, el motor de la mejora
Los servicios son de nuevo el sector más dinámico de la actividad catalana. Ha crecido el 1,8% gracias, básicamente, al turismo. La consejería de Mas-Colell indica que el conjunto de esta actividad reporta crecimientos interanuales desde finales de 2013 por la recuperación de la demanda interna.
Le sigue la industria, que mantiene la tónica positiva iniciada desde finales de 2012 con un impulso del 1,4%. La mejora se explica también por la recuperación de la actividad en Cataluña y España, que se completa con unos niveles de exportación elevados en “la gran mayoría de las actividades industriales”. La agricultura, el sector con menos peso en el PIB catalán, crece el 0,4% en tasa interanual.
La construcción no toca fondo
La construcción sigue rezagada. El sector aún no ha tocado fondo y en el segundo trimestre decreció otro 4,9%. El declive es menor a los meses anteriores, cuando la bajada se situaba entre el 6 y el 7%. El gobierno estima que la contracción irá a menos debido a la incipiente mejora de la actividad privada y la tímida recuperación de la obra pública, siempre supeditada a los planes de reducción del déficit.
