CatalunyaCaixa y Unnim afrontan la llegada del Frob con diferente ánimo

La caja de ahorros del Vallès ha negociado hasta el último momento y de manera infructuosa con Banca Cívica e Ibercaja para evitar la entrada del Banco de España en el capital. La barcelonesa, en cambio, confía en que, salvo la propiedad, los cambios sean mínimos

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Esta semana se consumará la entrada en el capital de Catalunya Banc y de Unnim Banc del Frob, un organismo público creado por el Banco de España para afrontar la reconversión y las necesidades de capital de las cajas de ahorros españolas. Antes, ambas entidades han necesitado crear un banco y traspasarle todo el negocio financiero. La llegada del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (Frob) es diferente en cada caso. Para Catalunya Banc ha sido su primera apuesta. Para Unnim, en cambio, simboliza la consumación de un fracaso en la búsqueda acelerada de alternativas.

El Frob invertirá 1.718 millones de euros en la institución bancaria que dirige Adolf Todó. En Unnim, la inyección de capital será de 568 millones. En el primer caso, el Frob será propietario de alrededor de entre el 85% y el 90% del capital del nuevo banco, mientras que en el segundo se aproximará a la totalidad de las acciones emitidas. En ambos bancos, con esa aportación de fondos se cumplirá el requerimiento de capital básico (core capital) mínimo del 10% que ha impuesto el Banco de España a todas las entidades.

En la sede central de Unnim en Sabadell se ha intentado evitar esta solución hasta el último minuto. A la par que tres auditoras valoraban la caja de ahorros resultante de la fusión de Terrassa, Sabadell y Manlleu, su director general, Jordi Mestre, ha apurado las negociaciones con dos instituciones financieras interesadas en una fusión. En las últimas horas, sin embargo, el proyecto se ha descartado. Tanto Ibercaja como Banca Cívica, con quien se mantenían conversaciones avanzadas, pedían una serie de cautelas al Banco de España que hacían prácticamente imposible la fusión.

El problema de la fusión con Ibercaja o Cívica

Unnim hubiera aceptado incorporarse a Ibercaja o a Banca Cívica con porcentajes relativamente bajos de capital. Sin embargo, ni los conservadores banqueros aragoneses, ni los dos principales ejecutivos de Cívica (Antonio Pulido y Enrique Goñi, enfrentados abiertamente) han dado su brazo a torcer. Exigían que el Banco de España garantizase esa operación con un esquema de protección de activos o similar que conjugara los riesgos que pueda albergar la caja catalana en su seno.

Esta misma semana, coincidiendo con reuniones de la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA) en Madrid, Mestre ha vuelto a reunirse con los directivos de ambas entidades sin lograr ningún avance al respecto. Ahora, el camino es sencillo: el Frob entrará en el capital, tomará la dirección estratégica de la entidad y, en un futuro inmediato, alguna de esas operaciones podría llevarse a cabo, pero siempre bajo la tutela de la autoridad financiera y a un precio seguramente inferior al inicialmente pactado.

Anticipación de Todó

Así, mientras la llegada del Frob a Unnim representa un jarro de agua fría a sus aspiraciones de mantenerse independiente o vinculada a otras entidades del sector, para CatalunyaCaixa es la culminación de un proceso en el que Todó ha apostado por la tutela pública desde el primer momento. De hecho, ese sentido de la anticipación le ha permitido prepararse para la segunda fase: la de la retirada del Banco de España de la propiedad de estos nuevos bancos a medida que se agreguen accionistas al proyecto que permitan mantener los requerimientos de solvencia y capital.

En la sede barcelonesa de la plaza Antoni Maura llevan meses trabajando para lograr esos nuevos socios. Fuentes financieras vinculadas a la entidad aseguran que en estas últimas semanas ya se han alcanzado preacuerdos con algunos inversores dispuestos a incorporarse al capital, pero que se ha pactado que eso suceda después de la llegada del Frob. Cada inyección de capital que se produzca, al precio en que se valore el banco, permitirá que el Frob se retire en idéntica proporción.

Los 1.718 millones que ingresará el Frob le darán a Catalunya Banc un core capital del 10,7% a partir del 1 de octubre. Ese porcentaje situará a la entidad dirigida por Todó como la cuarta más capitalizada de España por detrás sólo de Unicaja, Caixabank y BBK. Más atrás quedan Ibercaja, Banco Popular, Bankia, Banca Cívica, Banc Sabadell, Santander, Pastor, BBVA y Bankinter.

¿Cambios en la gestión?

Uno de los interrogantes que plantea la entrada del Frob es cómo el nuevo propietario influirá en la gestión. En principio, el Banco de España deberá nombrar a sus consejeros en el máximo órgano de gobierno de cada entidad y eso, aunque se consensuan nombres con la Generalitat, puede suscitar algunos inconvenientes. Entre otros, la reorganización de los consejos de administración llevará aparejada la dilución del actual papel de los sindicatos y de las administraciones locales, ahora presentes en el gobierno de las cajas.

Para el gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, los consejos de administración deben responder a un perfil de gestión únicamente profesional. Mensaje que ha transmitido a los altos ejecutivos de las entidades de forma insistente. En las propias entidades admiten que si se produce un desembarco de representantes del banco central procedentes de Madrid pueden llegar a producirse hasta disfunciones lingüísticas o de otro signo en el futuro inmediato.

El papel de la política

Ante ese inminente acontecimiento, tanto CatalunyaCaixa como Unnim reiteran un mensaje en las últimas horas: la entrada del Frob no es una intervención al estilo de las que el Banco de España llevó a cabo en Cajasur, Caja Castilla-La Mancha o, más recientemente, la CAM. Al contrario, sus directivos subrayan que existe plena confianza en los equipos directivos y en el modelo de negocio que desarrollan. De hecho, las inyecciones de recursos persiguen restituir los indicadores de solvencia a cifras muy superiores a las de bancos y cajas europeas, en una demostración por parte de Madrid de la solvencia del conjunto del sistema financiero español ante los mercados internacionales.

Las dos cajas de ahorros catalanas en las que entrará el Frob son precisamente las que siguieron las recomendaciones del conseller de Economia del anterior gobierno catalán, Antoni Castells, de llevar a cabo fusiones únicamente dentro del territorio. Unnim es resultado de la fusión de las cajas de Sabadell, Terrassa y Manlleu; CatalunyaCaixa nace de la unión de Caixa Tarragona, Caixa Manresa y Caixa Catalunya.

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